Editorial Alaire

Le hablo al que no soy
desde el maquillaje
de un hombre enfebrecido.

La tabla de la vida
guarda muescas de dolor
y es invencible el crepúsculo
que asoma.

Desde el príncipe azul
hasta el paso vacilante del anciano,
desde la multiplicidad de los caminos
a la angosta senda que recorro
sin ningún ardid.

Vertebran las heridas un mapamundi abstracto
-así los trayectos, nunca decididos
y las mariposas en las ramas
y el púlpito de las doctrinas
con las monedas tintineando
como flores de metal-.

¿A qué edad muere un sueño,
dónde el color perdió su nube,
su lirio,
su alegría?

Demasiado tarde para la duda,
hoy el sol es un suburbio de grises añoranzas
con las guedejas adormecidas
entre magnolios de rubor.

Ya no recuerdo la levedad del tiempo,
ni el sonido de la luz,
ni el incendio que surge de un roce
al bies de los pechos,
o bajo las caderas que surcan los mares del infinito
y no retornan, jamás retornan.

Arriba con estos magníficos versos donde la pérdida del sueño está presente. Me gustó el poema
Abrazos
Pilar

Una maravilla de poema.
¿Dónde se irán los sueños que no se cumplen?. La poesía siempre los rescata.
Siempre un placer, Ramón.
Un abrazo.

¿Donde quedan los sueños?

Creo toman vida en cada verso que es capaz de emocionar, me ha gustado muchísimo Ramón, como siempre magníficos
Un abrazo
Carmen

Muy buen, poema, Ramón. Una lectura para disfrutar de la poesía.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Le hablo al que no soy
desde el maquillaje
de un hombre enfebrecido.

La tabla de la vida
guarda muescas de dolor
y es invencible el crepúsculo
que asoma.

Desde el príncipe azul
hasta el paso vacilante del anciano,
desde la multiplicidad de los caminos
a la angosta senda que recorro
sin ningún ardid.

Vertebran las heridas un mapamundi abstracto
-así los trayectos, nunca decididos
y las mariposas en las ramas
y el púlpito de las doctrinas
con las monedas tintineando
como flores de metal-.

¿A qué edad muere un sueño,
dónde el color perdió su nube,
su lirio,
su alegría?

Demasiado tarde para la duda,
hoy el sol es un suburbio de grises añoranzas
con las guedejas adormecidas
entre magnolios de rubor.

Ya no recuerdo la levedad del tiempo,
ni el sonido de la luz,
ni el incendio que surge de un roce
al bies de los pechos,
o bajo las caderas que surcan los mares del infinito
y no retornan, jamás retornan.

Todo el poema irradía calidad, pero los últimos versos son un verdadero deleite.
Hay que leerlos y releerlos.

Un abrazo, compañero.

Bellísimo, querido amigo. Todo deslumbra y acompaña en la emoción de la lectura.

Ovación sin pausa y un gran abrazo.

Que bien se nutre tu memoria con la metáfora que brilla desde tu mano a tu poema y qu vuelve a consentir
que vuelva a ser consentida por ti y por tu inspirada manutención.

Un abrazo

Pilar Morte escribió:Arriba con estos magníficos versos donde la pérdida del sueño está presente. Me gustó el poema
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por el impulso. Un beso.

Ramón Carballal y la desmemoria de la hermosura poética.

Ramón Carballal escribió:Le hablo al que no soy
desde el maquillaje
de un hombre enfebrecido.

La tabla de la vida
guarda muescas de dolor
y es invencible el crepúsculo
que asoma.

Desde el príncipe azul
hasta el paso vacilante del anciano,
desde la multiplicidad de los caminos
a la angosta senda que recorro
sin ningún ardid.

Vertebran las heridas un mapamundi abstracto
-así los trayectos, nunca decididos
y las mariposas en las ramas
y el púlpito de las doctrinas
con las monedas tintineando
como flores de metal-.

¿A qué edad muere un sueño,
dónde el color perdió su nube,
su lirio,
su alegría?

Demasiado tarde para la duda,
hoy el sol es un suburbio de grises añoranzas
con las guedejas adormecidas
entre magnolios de rubor.

Ya no recuerdo la levedad del tiempo,
ni el sonido de la luz,
ni el incendio que surge de un roce
al bies de los pechos,
o bajo las caderas que surcan los mares del infinito
y no retornan, jamás retornan.

Belleza consumada, Ramón Carballal. Todo el poema es la esencia de la belleza poética en sus cumbres, frente al sol y la nieve y el pájaro en vuelo...Me maravillas siempre tu poesía. Un abrazo, ERA

Llaman, sí, quizás ese olor que a veces desprenden los sueños... y como sabemos, o no, los sueños... no sé, pero me agrada, mucho... Un gusto, Ramón Carballal. Gracias.
Un fuerte abrazo

Ramón


Un poema que deja HUELLA
Refleja al poeta en su máxima expresión
de vida y sentimiento...


Te felicito, querido amigo y maestro


Un abrazo fuerte