La ciudad que te doy

[Ramón Carballal]

Es la ciudad piedra de luz sobre la noche
invertebrada. Un curioso silencio escribe
en las bocas el sello de un compromiso,
vidas que nacen como flores extrañas,
pieles de seda, augurios de risa en un vaso
a medias. Yo no existo aquí, mi noviembre
caducó, mi latido se avejenta en los portales,
bulle en los claroscuros, toma la dirección
de la huida con dos retratos en el vientre.
Extiendo la alfombra deshilachada, vierto
el azúcar de los pronombres, el ser que se
apacigua con las sombras que le acompañan.
La soledad da un brinco y las aves del ayer
alzan sus picos como la mudez que estalla
en el músculo de los labios y niega el decir.
Te entrego, hijo, la aurora o la sangre, ese
otro yo que quisiera fueras tú, ese otro yo
que se refleja en ti como la ausencia que soy.

[Carmen Pla]

Un viaje a los ultramundos del yo, significativos de búsqueda intimista y existencial.
Siempre un placer, Ramón.
Un fuerte abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Maravilloso poema escalador de infinitos, querido amigo.

Mis sinceras felicitaciones y un abrazo de los grandes.

[Pilar Morte]

Me han llegado especialmente los últimos versos. Estupendo poema
Abrazos
Pilar

[Carmen Parra.]

Te leo Ramón y sigo asombrándome con las bellas imágenes que nos dejas en tus versos
Un abrazo
Carmen

[Marimar González]

Exquisito poema de un un vuelo lírico delicado y bello.
Ne ha encantado, Ramón.

[Armilo Brotón]

Has trazado otro de tus hermosos paisajes a partir del mundo que te/nos rodea. Los versos son pinceladas que trazan una visión nueva o nos recuerdan lo vivido con una pátina de nostalgia. Sea como sea, después de leerlo me queda un auténtico sabor a piedra y farola en mi boca.
Un abrazo

[E. R. Aristy]

Es la ciudad piedra de luz sobre la noche
invertebrada. Un curioso silencio escribe
en las bocas el sello de un compromiso,
vidas que nacen como flores extrañas,
pieles de seda, augurios de risa en un vaso
a medias. Yo no existo aquí, mi noviembre
caducó, mi latido se avejenta en los portales,
bulle en los claroscuros, toma la dirección
de la huida con dos retratos en el vientre.
Extiendo la alfombra deshilachada, vierto
el azúcar de los pronombres, el ser que se
apacigua con las sombras que le acompañan.
La soledad da un brinco y las aves del ayer
alzan sus picos como la mudez que estalla
en el músculo de los labios y niega el decir.
Te entrego, hijo, la aurora o la sangre, ese
otro yo que quisiera fueras tú, ese otro yo
que se refleja en ti como la ausencia que soy.

Hermoso poema, Ramon. Un placer leerte. ERA

[Guillermo Cumar.]

La traslación preciosa y estupenda de tus versos amedrenta la lectura y saca un provechoso esquema de la prosa poética
que se ocupa a través de tu inspiración de ordenar las pesadumbres y ansiedades.

Un abrazo

[Silvia Savall]

Es la ciudad piedra de luz sobre la noche
invertebrada. Un curioso silencio escribe
en las bocas el sello de un compromiso,
vidas que nacen como flores extrañas,
pieles de seda, augurios de risa en un vaso
a medias. Yo no existo aquí, mi noviembre
caducó, mi latido se avejenta en los portales,
bulle en los claroscuros, toma la dirección
de la huida con dos retratos en el vientre.
Extiendo la alfombra deshilachada, vierto
el azúcar de los pronombres, el ser que se
apacigua con las sombras que le acompañan.
La soledad da un brinco y las aves del ayer
alzan sus picos como la mudez que estalla
en el músculo de los labios y niega el decir.
Te entrego, hijo, la aurora o la sangre, ese
otro yo que quisiera fueras tú, ese otro yo
que se refleja en ti como la ausencia que soy.

Una maravilla todo el poema. El cierre cala hondo.
Un abrazo compañero.

[Ramón Carballal]

Un viaje a los ultramundos del yo, significativos de búsqueda intimista y existencial.
Siempre un placer, Ramón.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Carmen, por leerme y comentar. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Maravilloso poema escalador de infinitos, querido amigo.

Mis sinceras felicitaciones y un abrazo de los grandes.

Gracias, Hallie, por tus generosas palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Me han llegado especialmente los últimos versos. Estupendo poema
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por la lectura y el comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Te leo Ramón y sigo asombrándome con las bellas imágenes que nos dejas en tus versos
Un abrazo
Carmen

Gracias, Carmen, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Es la ciudad piedra de luz sobre la noche
invertebrada. Un curioso silencio escribe
en las bocas el sello de un compromiso,
vidas que nacen como flores extrañas,
pieles de seda, augurios de risa en un vaso
a medias. Yo no existo aquí, mi noviembre
caducó, mi latido se avejenta en los portales,
bulle en los claroscuros, toma la dirección
de la huida con dos retratos en el vientre.
Extiendo la alfombra deshilachada, vierto
el azúcar de los pronombres, el ser que se
apacigua con las sombras que le acompañan.
La soledad da un brinco y las aves del ayer
alzan sus picos como la mudez que estalla
en el músculo de los labios y niega el decir.
Te entrego, hijo, la aurora o la sangre, ese
otro yo que quisiera fueras tú, ese otro yo
que se refleja en ti como la ausencia que soy.

Me ha encantado este poema intimista, adobado de un tono de nostalgia. Mi felicitación.

Un abrazo.