Decisión

[Jerónimo Muñoz]

DECISIÓN


Desde las cúspides ceremoniosas, por las áridas laderas deshabitadas, la niebla descendió hasta el valle de nuestras bocas indecisas.

El silencio se atascó en los zarzales de las gargantas. Cesó la música que hubo. El silencio se hizo de barro.

Y tu mirada me inquirió: ¿puede haber amor sin sexo?

Y todos los cocodrilos del estanque prorrumpieron en lágrimas.

Y mis ojos, muy fijos en los tuyos, respondieron canallas: ¡sí!

Y no me dolió apenas.

Pero… ¡esto es absurdo!, dijiste.

Y el dolor de los sauces se reflejó en tus pupilas.

Si quieres irte, vete, dije.

Y una brisa húmeda hizo temblar las alas de los murciélagos que colgaban.

Yo nunca te amaré, dijiste.

Ni yo a ti, dije.

Pero no te fuiste. Yo me quedé.

Paseemos.

Paseamos bajo árboles sin sombra, paseamos sin romper el silencio de los mirlos, cada vez más despacio como despacio se asfixiaba la tarde.

Y se hizo noche, y nos detuvimos junto a los setos de la indecisión. Setos de mirtos que bordeaban los parterres negros, que parecían muros opacos de altura conveniente para ocultar el amor.

Te abracé lentamente, te besé casi sin rozarte los labios.

La niebla se extinguió, se hizo trizas el silencio. Tú lo destrozaste con solo una palabra:

¡Vamos!

Y saltamos al otro lado de los muros verdinegros de los arrayanes. A la tierra negra.

Las serpientes huyeron y los mirlos cantaron.

[Pilar Morte]

Pasaste del silencio al canto de los mirlos con belleza e inteligencia. Se sienten tus palabras y eso es mucho.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

[Ramón Carballal]

Simplemente excelente. Abrazos.

[Óscar Distéfano]

Me ha gustado mucho este excelente relato sobre el antiguo e indefinido tema del sexo por el sexo.
Lo has llevado, amigo, con mucha maestría, y lo has concluido con no menos calidad. Me hallamado tambié la atención la forma de bloques con que has trabajado tu poema. Muy bueno, muy bueno, lo tuyo.

Un abrazo con palmadas.
Óscar

[Jerónimo Muñoz]

Pasaste del silencio al canto de los mirlos con belleza e inteligencia. Se sienten tus palabras y eso es mucho.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Yo lo que siento en mis venas es tu afecto. Gracias, Pilar. Felicidades a ti por ser como eres: gran poeta y gran persona.
Abrazos.
Jerónimo

[Silvia Savall]

DECISIÓN


Desde las cúspides ceremoniosas, por las áridas laderas deshabitadas, la niebla descendió hasta el valle de nuestras bocas indecisas.

El silencio se atascó en los zarzales de las gargantas. Cesó la música que hubo. El silencio se hizo de barro.

Y tu mirada me inquirió: ¿puede haber amor sin sexo?

Y todos los cocodrilos del estanque prorrumpieron en lágrimas.

Y mis ojos, muy fijos en los tuyos, respondieron canallas: ¡sí!

Y no me dolió apenas.

Pero… ¡esto es absurdo!, dijiste.

Y el dolor de los sauces se reflejó en tus pupilas.

Si quieres irte, vete, dije.

Y una brisa húmeda hizo temblar las alas de los murciélagos que colgaban.

Yo nunca te amaré, dijiste.

Ni yo a ti, dije.

Pero no te fuiste. Yo me quedé.

Paseemos.

Paseamos bajo árboles sin sombra, paseamos sin romper el silencio de los mirlos, cada vez más despacio como despacio se asfixiaba la tarde.

Y se hizo noche, y nos detuvimos junto a los setos de la indecisión. Setos de mirtos que bordeaban los parterres negros, que parecían muros opacos de altura conveniente para ocultar el amor.

Te abracé lentamente, te besé casi sin rozarte los labios.

La niebla se extinguió, se hizo trizas el silencio. Tú lo destrozaste con solo una palabra:

¡Vamos!

Y saltamos al otro lado de los muros verdinegros de los arrayanes. A la tierra negra.

Las serpientes huyeron y los mirlos cantaron.

Tus letras tienen sello propio y un misil derecho al corazón. Me ha encantado estar aquí.
Abrazos compañero.

[Carmen Parra.]

Con delicadeza y la impronta que te caracteriza saltaste el muro ¡ Me encanto!
Un abrazo
Carmen

[E. R. Aristy]

DECISIÓN


Desde las cúspides ceremoniosas, por las áridas laderas deshabitadas, la niebla descendió hasta el valle de nuestras bocas indecisas.

El silencio se atascó en los zarzales de las gargantas. Cesó la música que hubo. El silencio se hizo de barro.

Y tu mirada me inquirió: ¿puede haber amor sin sexo?

Y todos los cocodrilos del estanque prorrumpieron en lágrimas.

Y mis ojos, muy fijos en los tuyos, respondieron canallas: ¡sí!

Y no me dolió apenas.

Pero… ¡esto es absurdo!, dijiste.

Y el dolor de los sauces se reflejó en tus pupilas.

Si quieres irte, vete, dije.

Y una brisa húmeda hizo temblar las alas de los murciélagos que colgaban.

Yo nunca te amaré, dijiste.

Ni yo a ti, dije.

Pero no te fuiste. Yo me quedé.

Paseemos.

Paseamos bajo árboles sin sombra, paseamos sin romper el silencio de los mirlos, cada vez más despacio como despacio se asfixiaba la tarde.

Y se hizo noche, y nos detuvimos junto a los setos de la indecisión. Setos de mirtos que bordeaban los parterres negros, que parecían muros opacos de altura conveniente para ocultar el amor.

Te abracé lentamente, te besé casi sin rozarte los labios.

La niebla se extinguió, se hizo trizas el silencio. Tú lo destrozaste con solo una palabra:

¡Vamos!

Y saltamos al otro lado de los muros verdinegros de los arrayanes. A la tierra negra.

Las serpientes huyeron y los mirlos cantaron.

Wow! Jerónimo, me mantuvo en un encantador suspenso, me seguía halando, me arrastró por completo, verso a verso, magistralmente! ERA

[Guillermo Cumar.]

La sensible y sabia literatura que se posa en estos versos mira con satisfacción la compañía que satisface y llena la parte amable de toda relación.

Me gusto el poema y ese lustre de metáforas jugosas que reaniman a cualquiera que pponga un poco de interés en la lectura.

Un abrazo

[J. J. Martínez Ferreiro]

La valentía del amor, la entrega y la pasión se pronuncian oníricamente, surreales, y otros mundos quedan expresados en el color y al calor de la palabra poética. El poeta disfruta, y si él lo hace, seguro que el lector también.

Todo un placer de lectura, joven viejo amigo.

Un fuerte abrazo.

[Jerónimo Muñoz]

Simplemente excelente. Abrazos.

Te iba a decir: "simplemente" agradecido. Pero no. Tu "simplemente" sería mucho más locuaz que el mío. Te digo: "enormemente" agradecido, Ramón, por tu afectuoso y expresivo comentario.
Abrazos. jerónimo

[Jerónimo Muñoz]

Me ha gustado mucho este excelente relato sobre el antiguo e indefinido tema del sexo por el sexo.
Lo has llevado, amigo, con mucha maestría, y lo has concluido con no menos calidad. Me hallamado tambié la atención la forma de bloques con que has trabajado tu poema. Muy bueno, muy bueno, lo tuyo.

Un abrazo con palmadas.
Óscar

Dices: el antiguo e indefinido tema del sexo por el sexo. Tienes siempre una visión perspicaz y sabes expresarla de forma inteligente y concreta, yendo al núcleo del asunto.
Te agradezco mucho tu comentario y tu afecto, del que me honro.
Un cordial abrazo.
Jerónimo