Editorial Alaire

Una vez fui luz mínima, arpegio de tizones.
Me dieron la bienvenida con alas de cera
que pronto se derritieron, un sol de estío
me bendijo, mas al fin llego la nieve con
su manto efímero y caí en el olvido de los
falsos poetas gracias a un haz caprichoso
destinado a revelar el vacío que es mi numen
y mi esencia. No leáis este epitafio si queréis
volar con el relámpago de un verso, leedlo
como una carta que se escribe al deseo
de haber nacido rima indócil, en el éxtasis
de un fonema que se destruyera a sí mismo
con la locura o el desdén de un bisturí
afilado.

Te hicieron poeta y así seguimos considerándote, un buen poeta.
Preciosos versos
Abrazos
Pilar

Me ha gustado mucho tu poema, compañero. Siempre reflexionas sobre temas interesantes, y lo haces con solvencia y conocimiento de causa fruto de la experiencia. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar

Espectacular, amigo; no exagero ni un ápice.

Fuerza semántica, ritmo, belleza.

Abrazo y felicitaciones.

Pilar Morte escribió:Te hicieron poeta y así seguimos considerándote, un buen poeta.
Preciosos versos
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Un abrazo.

Insisto siempre que te leo, en la fuerza de tus imágenes y lo complejamente hermosas que son.
Siempre es un placer la lectura, Ramón.
Un abrazo.

Muy bello trabajo de Ramón.

Mi admiración crece cada vez que te leo Ramón, magnifico poema
Un abrazo
Carmen

Se me agotan los calificativos, de nuevo has puesto el listón muy alto. Desde luego, tu bisturí poético está realmente muy bien afilado. Mi enhorabuena.

Un abrazo.

Amigo Ramón, esperará el epitafio pues nunca será firme hasta que reine el susodicho y te admitan
por los siglos de los siglos donde quepa tu buen sabor poético.

Un abrazo... mientras vivas vivito y verseando.

Ramón Carballal escribió:Una vez fui luz mínima, arpegio de tizones.
Me dieron la bienvenida con alas de cera
que pronto se derritieron, un sol de estío
me bendijo, mas al fin llego la nieve con
su manto efímero y caí en el olvido de los
falsos poetas gracias a un haz caprichoso
destinado a revelar el vacío que es mi numen
y mi esencia. No leáis este epitafio si queréis
volar con el relámpago de un verso, leedlo
como una carta que se escribe al deseo
de haber nacido rima indócil, en el éxtasis
de un fonema que se destruyera a sí mismo
con la locura o el desdén de un bisturí
afilado.

Cuando el poeta es es vaso, rebosa y tu eres una cascada en medio de la selva inmarcesible y en las ciudades polulosas , te distingues por
no llevar un lirio en la cabeza. Buen epitafio, Ramón. ERA

La palabra toma cuerpo, deja impresa la esencia del poeta, le sobrevive.

Magnífico epitafio, Ramón. Un placer, como siempre, leerte.

Abrazos.

Qué necesarias son estas voces. Excelente, Ramón.

Un abrazo.
Ignacio

Pilar Morte escribió:Te hicieron poeta y así seguimos considerándote, un buen poeta.
Preciosos versos
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Un abrazo.

Óscar Distéfano escribió:Me ha gustado mucho tu poema, compañero. Siempre reflexionas sobre temas interesantes, y lo haces con solvencia y conocimiento de causa fruto de la experiencia. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar

Te agradezco esas palabras, Óscar. Un abrazo.