Espejismo

[Carmen Pla]

¡ Ah, no!
La vida no es tan larga.

El amor vuelve loco a cualquiera,
se detiene a leer cada palabra
en su nebulosa de paisaje.

El amor,
a veces es un chef de prestigio
o un cocinero de tropas
conquistando una estrella Michelín.

La sensualidad feliz de una boca golosa,
imaginando con qué salsa lo convertirá
en una obra de arte de aperitivo carnal,
hasta perder la piel y el color del pelo
sin querer advertir las embestidas.


Tengo la tentación
de poner mi mano sobre tu pecho,
sentir a través de la tela
la firme tibieza de tu carne.

La fisura mínima
que embarga la emoción
de caer al precipicio
- sin miedo -
aterrizando en un vértigo infinito
- sin paredes -
sobre la brava tormenta apurada
calada en puesta de sol.

Y aunque el mar entre en casa,
navegar con los cuerpos de coral
hasta el calor de un latido,
como un rayo tajado
de cielo paralizando los cuatro nudos
- hasta rugir -

A velas enredadas el tiro parco
será nuestro amuleto,
con la respiración a ritmo
de la lengua rosada lamiendo
- agua con sal -
mordiendo los ocres del mar
y el cobalto de nuestros vientres
antes de apretar.

Así, si te sientes pena,
bajaré como un duendecillo maligno
hasta comprender el misterioso recorrido
que me conduce a tu intransigencia.

[Pilar Morte]

Me ha gustado deslizarme por tus versos y saborear tu hermoso poema. Un placer
Besos
Pilar

[E. R. Aristy]

¡ Ah, no!
La vida no es tan larga.

El amor vuelve loco a cualquiera;
se detiene a leer cada palabra
en su nebulosa de paisaje.

El amor,
a veces es un chef de prestigio
o un cocinero de tropas;
conquistando una estrella Michelín.

La sensualidad feliz de una boca golosa,
imaginando con qué salsa lo convertirá
en una obra de arte de aperitivo carnal.
Hasta perder la piel y el color del pelo
sin querer advertir las embestidas.


Tengo la tentación de poner mi mano
sobre tu pecho,
sentir a través de la tela
la firme tibieza de tu carne.

La fisura mínima que embarga
la emoción de caer al precipicio
sin miedo.
Aterrizando en un vértigo infinito
sin paredes;
sobre la brava tormenta apurada
calada en puesta de sol.

Y aunque el mar entre en casa;
navegar con los cuerpos de coral
hasta el calor de un latido,
como un rayo tajado de cielo
paralizando los cuatro nudos
hasta rugir.

A velas enredadas
el tiro parco será nuestro amuleto;
con la respiración a ritmo
de la lengua rosada lamiendo
agua con sal.
Mordiendo los ocres del mar
y el cobalto de nuestros vientres
antes de apretar.

Así, si te sientes pena,
bajaré como un duendecillo maligno:
hasta comprender el misterioso recorrido
que me conduce a tu intransigencia.

Dicen que la atraccion sexual tiene el efecto de una droga, o un encantamiento...tu poema, Carmen, es picarezco y de un fino erotismo. Me parece hermoso!
ERA

[Carmen Pla]

Me ha gustado deslizarme por tus versos y saborear tu hermoso poema. Un placer
Besos
Pilar

Gracias, Pilar
Siempre agradezco tu presencia y tus palabras.
Besos

[Josefa A. Sánchez]

Sensualidad y belleza se entrelazan en estos versos para ofrecer un poema de muy grata lectura.
Un abrazo.
Pepa

[Carmen Pla]

¡ Ah, no!
La vida no es tan larga.

El amor vuelve loco a cualquiera;
se detiene a leer cada palabra
en su nebulosa de paisaje.

El amor,
a veces es un chef de prestigio
o un cocinero de tropas;
conquistando una estrella Michelín.

La sensualidad feliz de una boca golosa,
imaginando con qué salsa lo convertirá
en una obra de arte de aperitivo carnal.
Hasta perder la piel y el color del pelo
sin querer advertir las embestidas.


Tengo la tentación de poner mi mano
sobre tu pecho,
sentir a través de la tela
la firme tibieza de tu carne.

La fisura mínima que embarga
la emoción de caer al precipicio
sin miedo.
Aterrizando en un vértigo infinito
sin paredes;
sobre la brava tormenta apurada
calada en puesta de sol.

Y aunque el mar entre en casa;
navegar con los cuerpos de coral
hasta el calor de un latido,
como un rayo tajado de cielo
paralizando los cuatro nudos
hasta rugir.

A velas enredadas
el tiro parco será nuestro amuleto;
con la respiración a ritmo
de la lengua rosada lamiendo
agua con sal.
Mordiendo los ocres del mar
y el cobalto de nuestros vientres
antes de apretar.

Así, si te sientes pena,
bajaré como un duendecillo maligno:
hasta comprender el misterioso recorrido
que me conduce a tu intransigencia.

Dicen que la atraccion sexual tiene el efecto de una droga, o un encantamiento...tu poema, Carmen, es picarezco y de un fino erotismo. Me parece hermoso!
ERA

Gracias, ERA.
Un placer recibir tus palabras.
Un fuerte abrazo

[Carmen Pla]

Sensualidad y belleza se entrelazan en estos versos para ofrecer un poema de muy grata lectura.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa
Me alegro que te guste y me alegro de tus palabras.
Un abrazo

[Silvia Savall]

Qué grande eres Carmen...
Siempre es un gusto leer tus obras.
Besitos mi poeta.

[Carmen Pla]

Qué grande eres Carmen...
Siempre es un gusto leer tus obras.
Besitos mi poeta.

Siempre agradable tu compañía, Silvia.
Besos

[Alejandro Costa]

Estamos ante una obra con firma inequivoca.

Tiene toda tu tinta en cada verso y tiene esa calidad que se le supone y exige a un buen poeta, y que desde luego tu llevas en tu pluma.

Me ha gustado, Carmen.

Es un buen escrito.

Besos, corazón.

[Carlos Justino Caballero]

¡ Ah, no!
La vida no es tan larga.

El amor vuelve loco a cualquiera;
se detiene a leer cada palabra
en su nebulosa de paisaje.

El amor,
a veces es un chef de prestigio
o un cocinero de tropas;
conquistando una estrella Michelín.

La sensualidad feliz de una boca golosa,
imaginando con qué salsa lo convertirá
en una obra de arte de aperitivo carnal.
Hasta perder la piel y el color del pelo
sin querer advertir las embestidas.


Tengo la tentación de poner
mi mano sobre tu pecho,
sentir a través de la tela
la firme tibieza de tu carne.

La fisura mínima que embarga
la emoción de caer al precipicio
- sin miedo -
Aterrizando en un vértigo infinito
- sin paredes -
Sobre la brava tormenta apurada
calada en puesta de sol.

Y aunque el mar entre en casa,
navegar con los cuerpos de coral
hasta el calor de un latido.
Como un rayo tajado de cielo
paralizando los cuatro nudos
- hasta rugir -

A velas enredadas
el tiro parco será nuestro amuleto;
con la respiración a ritmo
de la lengua rosada lamiendo
- agua con sal -
Mordiendo los ocres del mar
y el cobalto de nuestros vientres
antes de apretar.

Así, si te sientes pena,
bajaré como un duendecillo maligno.
Hasta comprender el misterioso recorrido
que me conduce a tu intransigencia.

Presente con el habitual placer en tus letras, estimada Carmen! Besos para ti

[Marimar González]

Alcanzar un camino seguro a través de tus acertadas metáforas con ese despliegue natural y claro del lenguaje resulta sumamente agradable. Placentero el poema que habla de eso mismo con naturalidad y encanto.
Cariños, Carmen.
May

[Sidel Zeissig]

Interesante, fuerte, sensual y bello recorrido por tus imágenes y tus letras.
Es la primera vez que te leo, pero es la primera de muchas que vendrán.
Un abrazo, Carmen.

[Luis M]

Sensual, ingenioso, bello... Un gran poema que me encantó leer, Carmen. Mis sinceras felicitaciones, amiga. Un abrazo.

[Rafel Calle]

Bello y evocador trabajo de Carmen.