En busca de un horizonte submarino

[Ventura Morón]

...

Hay a lo lejos una avalancha de ahogados que llevan mi nombre.
Lo llevan escrito en los eslabones de una cadena larga
que los sujeta a lo profundo de la marea como un hilo que bailara
su muerte en el silencio.

A veces los despierto y me saludan con una sonrisa de tierra.
Se meten bajo mi piel como si vivieran de nuevo en las entrañas de los días
y dejan corales en mi corazón que se conmueve ante sus ojos fijos marinos,
peces del olvido que naufragan en sueños que el destierro ciega.

Todos son,
los hombres que fui, aquellos
que rocé de posibles con los dedos de humo de los quisiera
y tuve que dejar para que andaran su camino submarino de la renuncia y el hambre.

Han ido formando en lo hondo una constelación de asesinados adioses
tatuados detrás de mis ojos
donde la marea choca, si la oyes,
y deja un brillo metálico de auxilio que desenfoca del ahora sus pupilas.

Desciendo hasta encontrar sus rostros de desconcierto en tránsito maldito,
y les susurro alguna mentira que he aprendido en las tablas de la aquiescencia,
como dando esperanza a su renacer consciente
cuando su piel de escamas araña cicatrices profundas en mi inconsciencia.

Me dicen con voz de lastre que los olvide,
que me olvide de mi por tanto, que sea alma de porvenir tan solo, y sin embargo
hay un ímpetu en su aliento que me impulsa hacia las emociones que persiguieron
como pájaros de agua que nadaran en vuelo sostenido hacia un horizonte inexistente.

Por ello los sostengo, dejo sus cadáveres flotando en el resucitar de mis gestos
y abro mis manos a su abrazo de telaraña acuática, para quedarme prendido
inundado de sus deseos, porque de todos soy,
soy… y sigo, ¡sigo siendo!
.
.
.

[Hallie Hernández Alfaro]

Un gran poema, querido amigo; somos ellos, vaya si lo somos; el poema se va formando en los ojos, adquiere formas preciosas y precisas a pesar de la tragedia que lo embarga. Una sensibilidad muy fina, muy honda, es necesaria para plasmar tanta potencia y transmisión.

Aplausos sonoros y un abrazo muy fuerte.

[Ana Muela Sopeña]

Grandioso poema, Ventura, como todo lo tuyo...

Un beso grande
Te sigo...
Ana

[Pilar Morte]

Un alma como la tuya es capaz de escribir este poema. Grande, muy grande. Felicidades, muchas. Me encantó.
Besos
Pilar

[Rafael Zambrano Vargas]

Desciendo hasta encontrar sus rostros de desconcierto en tránsito maldito,
y les susurro alguna mentira que he aprendido en las tablas de la aquiescencia,
como dando esperanza a su renacer consciente
cuando su piel de escamas araña cicatrices profundas en mi inconsciencia.


Ventura: Un bello poema, que nos habla desde el interior del alma;
aquellos que fuimos, y fuimos alguna vez, y viven en nuestro interior todavía
con una fuerza lírica y vital que no desearíamos abandonar y siempre
hay forjada una esperanza latente para su regreso,
Si he herrado en la interpretación corrígeme por favor

Un lujo de lectura

Mi gran abrazo poeta

Rafael

[Luis M]

...

Todos son,
los hombres que fui, aquellos
que rocé de posibles con los dedos de humo de los quisiera
y tuve que dejar para que andaran su camino submarino de la renuncia y el hambre.

Han ido formando en lo hondo una constelación de asesinados adioses
tatuados detrás de mis ojos
donde la marea choca, si la oyes,
y deja un brillo metálico de auxilio que desenfoca las pupilas del ahora.



Por ello los sostengo, dejo sus cadáveres flotando en el resucitar de mis gestos
y abro mis manos a su abrazo de telaraña acuática, para quedarme prendido
inundado de sus deseos, porque de todos soy,
soy… y sigo, ¡sigo siendo!
.
.
.

Ventura, es un poema intenso, muy bello y de un calidad indiscutible. Todo él me encantó, y las estrofas que subrayo me parecen especialmente hermosas y logradas. Mis aplausos, querido amigo. Un fuerte abrazo.

[Armilo Brotón]

Te has salido en este poema, mi estimado Ventura, lírico a reventar y original en su propuesta.
Me ha gustado mucho. Lo volveré a degustar con placer.
Un abrazo y mi enhorabuena.

[Ventura Morón]

Un gran poema, querido amigo; somos ellos, vaya si lo somos; el poema se va formando en los ojos, adquiere formas preciosas y precisas a pesar de la tragedia que lo embarga. Una sensibilidad muy fina, muy honda, es necesaria para plasmar tanta potencia y transmisión.

Aplausos sonoros y un abrazo muy fuerte.

Gracias mi querida amiga, por adentrarte como lo haces.
Eso creo, somos tanto nuestros fracasos como nuestros exitos, aquello que conseguimos como lo que quedo detrás, a veces quizás más...cada inspiración y cada sentimiento que nos hizo volar hacia alguna parte merecen la pena, por vividos, por sentidos.
Beso grande, y gracias por venir

[Ramón Carballal]

Coincido con los compañeros, un poema de gran altura. Felicidades y un abrazo.

[Ventura Morón]

Grandioso poema, Ventura, como todo lo tuyo...

Un beso grande
Te sigo...
Ana

Cuanto emocionan estas letras tuyas Ana. Nos seguimos querida amiga, y eso es un verdadero placer y privilegio.
Beso grande

[Ventura Morón]

Un alma como la tuya es capaz de escribir este poema. Grande, muy grande. Felicidades, muchas. Me encantó.
Besos
Pilar

Mil gracias por estas palabras mi querida Pilar, es un privilegio grande grande.
Un beso gordo

[M. Sánchez]

Espectacular poema, Ventura. Ha sido un gusto su lectura.

Un fuerte abrazo.

[Ventura Morón]

Desciendo hasta encontrar sus rostros de desconcierto en tránsito maldito,
y les susurro alguna mentira que he aprendido en las tablas de la aquiescencia,
como dando esperanza a su renacer consciente
cuando su piel de escamas araña cicatrices profundas en mi inconsciencia.


Ventura: Un bello poema, que nos habla desde el interior del alma;
aquellos que fuimos, y fuimos alguna vez, y viven en nuestro interior todavía
con una fuerza lírica y vital que no desearíamos abandonar y siempre
hay forjada una esperanza latente para su regreso,
Si he herrado en la interpretación corrígeme por favor

Un lujo de lectura

Mi gran abrazo poeta

Rafael

Querido amigo, muchas gracias por estas palabras, por adentrarte a vivirlo, por la lectura que siempre será acertada, siempre.
Es un privilegio que vengas.
Fuerte abrazo

[Silvia Savall]

...

Hay a lo lejos una avalancha de ahogados que llevan mi nombre.
Lo llevan escrito en los eslabones de una cadena larga
que los sujeta a lo profundo de la marea como un hilo que bailara
su muerte en el silencio.

A veces los despierto y me saludan con una sonrisa de tierra.
Se meten bajo mi piel como si vivieran de nuevo en las entrañas de los días
y dejan corales en mi corazón que se conmueve ante sus ojos fijos marinos,
peces del olvido que naufragan en sueños que el destierro ciega.

Todos son,
los hombres que fui, aquellos
que rocé de posibles con los dedos de humo de los quisiera
y tuve que dejar para que andaran su camino submarino de la renuncia y el hambre.

Han ido formando en lo hondo una constelación de asesinados adioses
tatuados detrás de mis ojos
donde la marea choca, si la oyes,
y deja un brillo metálico de auxilio que desenfoca las pupilas del ahora.

Desciendo hasta encontrar sus rostros de desconcierto en tránsito maldito,
y les susurro alguna mentira que he aprendido en las tablas de la aquiescencia,
como dando esperanza a su renacer consciente
cuando su piel de escamas araña cicatrices profundas en mi inconsciencia.

Me dicen con voz de lastre que los olvide,
que me olvide de mi por tanto, que sea alma de porvenir tan solo, y sin embargo
hay un ímpetu en su aliento que me impulsa hacia las emociones que persiguieron
como pájaros de agua que nadaran en vuelo sostenido hacia un horizonte inexistente.

Por ello los sostengo, dejo sus cadáveres flotando en el resucitar de mis gestos
y abro mis manos a su abrazo de telaraña acuática, para quedarme prendido
inundado de sus deseos, porque de todos soy,
soy… y sigo, ¡sigo siendo!
.
.
.

Sin duda compañero, un poema para releer.
Cada verso se siente profundamente.
Te aplaudo.
Un abrazo grande.

[Ventura Morón]

...

Todos son,
los hombres que fui, aquellos
que rocé de posibles con los dedos de humo de los quisiera
y tuve que dejar para que andaran su camino submarino de la renuncia y el hambre.

Han ido formando en lo hondo una constelación de asesinados adioses
tatuados detrás de mis ojos
donde la marea choca, si la oyes,
y deja un brillo metálico de auxilio que desenfoca las pupilas del ahora.



Por ello los sostengo, dejo sus cadáveres flotando en el resucitar de mis gestos
y abro mis manos a su abrazo de telaraña acuática, para quedarme prendido
inundado de sus deseos, porque de todos soy,
soy… y sigo, ¡sigo siendo!
.
.
.

Ventura, es un poema intenso, muy bello y de un calidad indiscutible. Todo él me encantó, y las estrofas que subrayo me parecen especialmente hermosas y logradas. Mis aplausos, querido amigo. Un fuerte abrazo.

Muchas gracias por este paso y tu complicidad Luis, es un placer ya lo sabes tenerte en esta ventanita.
Fuerte abrazo amigo