Por Hoy te Perdonamos
Publicado: Jue, 03 Jul 2008 17:21
Por Hoy te Perdonamos
Si nos preguntan cuál es tu oficio qué diremos, ¿qué eres abridor de los ojos, mecánico de nubes?
¿Que tu trabajo perfecto es pelar papas amarillas bajo el grifo?
¿Tendremos que proponerte como destrabador consuetudinario de las puertas de cien kilos?
¿Estás completamente seguro que encender bombillas en los pasadizos es tan importante como fotografiar las gotas verdes para National Geographic?
Cómo explicaremos que te dedicas a llamar hacia fuera, a contar geranios laterales, que sólo penetras en las casas para robarte las cortinas, ¿nos veremos constreñidos a aseverar que eres casi tan maníaco como un violín de Paganini?
Cómo te lavaremos las piernas si no te quedas quieto ni un segundo, si no apoyas las manos en un mudra sin sentido, cómo te cepillaremos los trajes si nunca duermes
Cuáles son tus méritos Rafael, cómo te atreves a caminar desnudo por los salones donde duermen los pianos de dos pisos, cómo es que besas a los viejos frente a los platos de fideos humeantes, por qué no dañas a las moscas, qué ocurre contigo niño
¿Acaso buscas el cielo como el grillo blando cuando brama entre los grumos?
Siempre andas desdeñoso, con ese optimismo negado entre los brazos, pareces un deshollinador que baila, o un oso hormiguero fregado con miel en el hocico
¿No te has preguntado nunca por qué todo te cuesta como remontar un viejo auto por la cuesta muda de lo cardos?
Todo sangra dentro de tu mente como en el cine las estrellas negras de los lados, como los besos forzados en los graneros húmedos, todo te pesa en el pecho como un sol, todo te vence la sonrisa
¿Y no te has preguntado?
Creemos que de tanto abrir los ojos te has dado vuelta como una pelota en la trompa del elefante, que te has quedado de un trazo como los dibujos, que has desaparecido como el color blanco, que no tienes dimensión como el latido
Se te oye en la noche moliendo lápices inútiles para hacer perfume, se te sospecha mirando televisores sin voz, abrazado a los colchones como un oso
Se te quiere
A veces gritas detrás de los biombos y arañas los muros grises, golpeas los espejos procurando la garra, lloras en el baño como los cuerpos muertos cuando caen
A pesar de ello no pediremos nada para ti, excepto párpados livianos
Pediremos costales de harina para que hagas masa fresca, te traeremos planchas de mariposas incompletas, embudos, y silencio
¿Por qué nada te alcanza Rafael? ¿Te sientes poderoso como una pedrada, te defines albo como las calas que amonesta la lluvia?
Eres tan impotente sin embargo...
Sereno como la leche es tu rostro, neutro como la tecla, inodoro cual un Réquiem
Tienes cuerpo de viento dulcemente puesto boca arriba como el gato
Eres la soberbia sombra del ave cuando llega la tormenta, el ovillo de la caricia
Te seguimos cuando filmas el arco iris con la cámara de tu teléfono buscando el rojo
Soportamos la ira de tus besos, recibimos el espasmo seminal de tus pitadas, tu música biplano forjada con toda clase de cuerdas, tus papeles abiertos, tu pulso claro
Por hoy duerme como la rosa recién cortada sobre el frasco, por hoy ten los sueños de la novia, la alegría del laurel picado
Por hoy te perdonamos
Rafael Teicher
Si nos preguntan cuál es tu oficio qué diremos, ¿qué eres abridor de los ojos, mecánico de nubes?
¿Que tu trabajo perfecto es pelar papas amarillas bajo el grifo?
¿Tendremos que proponerte como destrabador consuetudinario de las puertas de cien kilos?
¿Estás completamente seguro que encender bombillas en los pasadizos es tan importante como fotografiar las gotas verdes para National Geographic?
Cómo explicaremos que te dedicas a llamar hacia fuera, a contar geranios laterales, que sólo penetras en las casas para robarte las cortinas, ¿nos veremos constreñidos a aseverar que eres casi tan maníaco como un violín de Paganini?
Cómo te lavaremos las piernas si no te quedas quieto ni un segundo, si no apoyas las manos en un mudra sin sentido, cómo te cepillaremos los trajes si nunca duermes
Cuáles son tus méritos Rafael, cómo te atreves a caminar desnudo por los salones donde duermen los pianos de dos pisos, cómo es que besas a los viejos frente a los platos de fideos humeantes, por qué no dañas a las moscas, qué ocurre contigo niño
¿Acaso buscas el cielo como el grillo blando cuando brama entre los grumos?
Siempre andas desdeñoso, con ese optimismo negado entre los brazos, pareces un deshollinador que baila, o un oso hormiguero fregado con miel en el hocico
¿No te has preguntado nunca por qué todo te cuesta como remontar un viejo auto por la cuesta muda de lo cardos?
Todo sangra dentro de tu mente como en el cine las estrellas negras de los lados, como los besos forzados en los graneros húmedos, todo te pesa en el pecho como un sol, todo te vence la sonrisa
¿Y no te has preguntado?
Creemos que de tanto abrir los ojos te has dado vuelta como una pelota en la trompa del elefante, que te has quedado de un trazo como los dibujos, que has desaparecido como el color blanco, que no tienes dimensión como el latido
Se te oye en la noche moliendo lápices inútiles para hacer perfume, se te sospecha mirando televisores sin voz, abrazado a los colchones como un oso
Se te quiere
A veces gritas detrás de los biombos y arañas los muros grises, golpeas los espejos procurando la garra, lloras en el baño como los cuerpos muertos cuando caen
A pesar de ello no pediremos nada para ti, excepto párpados livianos
Pediremos costales de harina para que hagas masa fresca, te traeremos planchas de mariposas incompletas, embudos, y silencio
¿Por qué nada te alcanza Rafael? ¿Te sientes poderoso como una pedrada, te defines albo como las calas que amonesta la lluvia?
Eres tan impotente sin embargo...
Sereno como la leche es tu rostro, neutro como la tecla, inodoro cual un Réquiem
Tienes cuerpo de viento dulcemente puesto boca arriba como el gato
Eres la soberbia sombra del ave cuando llega la tormenta, el ovillo de la caricia
Te seguimos cuando filmas el arco iris con la cámara de tu teléfono buscando el rojo
Soportamos la ira de tus besos, recibimos el espasmo seminal de tus pitadas, tu música biplano forjada con toda clase de cuerdas, tus papeles abiertos, tu pulso claro
Por hoy duerme como la rosa recién cortada sobre el frasco, por hoy ten los sueños de la novia, la alegría del laurel picado
Por hoy te perdonamos
Rafael Teicher