El sol entra

[Ramón Carballal]

Aquí en mi piel hay habitaciones en sombra,
escucho el infantil crujido de un colchón gastado
y dejo que parpadeé el sol de cada día en las paredes,
en el vértigo de las lámparas,
en el polvo estéril del silencio
que fluye hasta ti como un rocío de ángel.

Y continúa en el salón
que es un ventrículo
que bombea la luz hacia mí
y mi despertar blanco.

Hoy pienso en el misterio que recubría las caobas del dosel,
en la vieja cómoda de pino, los esmaltes y las arañas,
el hombre de noche que sucedía a la noche
y esa atmósfera donde vibraba la claridad
como un latido sin voz.

Todas las casas se vuelven igual que girasoles
hacia la bienvenida del albor,
así mi corazón se viste con las guirnaldas sencillas
de un sol que llega hasta mí
con su alfombra dormida,
su diapasón incandescente
o su réplica al por qué no intento disfrutar
de los minutos en que me abraza la luz
como una madre infinita.

[Alejandro Costa]

Genial, Ramón.

Ya sabes lo que pienso de tu poesía.

Un fuerte abrazo.

[Silvia Savall]

Aquí en mi piel hay habitaciones en sombra,
escucho el infantil crujido de un colchón gastado
y dejo que parpadeé el sol de cada día en las paredes,
en el vértigo de las lámparas,
en el polvo estéril del silencio
que fluye hasta ti como un rocío de ángel.

Y continúa en el salón
que es un ventrículo
que bombea la luz hacia mí
y mi despertar blanco.

Hoy pienso en el misterio que recubría las caobas del dosel,
en la vieja cómoda de pino, los esmaltes y las arañas,
el hombre de noche que sucedía a la noche
y esa atmósfera donde vibraba la claridad
como un latido sin voz.

Todas las casas se vuelven igual que girasoles
hacia la bienvenida del albor,
así mi corazón se viste con las guirnaldas sencillas
de un sol que llega hasta mí
con su alfombra dormida,
su diapasón incandescente
o su réplica al por qué no intento disfrutar
de los minutos en que me abraza la luz
como una madre infinita.

Cada verso es una obra de arte.
Magnitud y belleza en este poema.
Gracias.
Abrazos.

[Carmen Pla]

Eres un gran poeta, Ramón.
Emanas poesía.
Mi admiración siempre.
Un gran abrazo

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo de Ramón.

[Pilar Morte]

Un poema muy hermoso, donde hablan los recuerdos y la nostalgia. Un final muy logrado con el que me identifico. Me ha gustado mucho. Felicidades
Besos
Pilar

[Jerónimo Muñoz]

Sigue evolucionando tu estilo que, sin dejar atrás nada de tu primigenia concepción poética, se abre cada vez a espacios más abiertos. Es solo mi opinión y así te la transmito.
Este poema es muy evocador y encierra vivencias emotivas que nos hacen entrar de lleno en un mundo lírico de poesía culta, original e intimista. Excelente, Ramón.
Abrazos.
Jerónimo

P.D.: Perdóname si no entro más a menudo en tu obra. ¡Me tenéis que perdonar tantos! No puedo hacer otra cosa. Gracias.

[Ramón Carballal]

Genial, Ramón.

Ya sabes lo que pienso de tu poesía.

Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, Alejandro. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Aquí en mi piel hay habitaciones en sombra,
escucho el infantil crujido de un colchón gastado
y dejo que parpadeé el sol de cada día en las paredes,
en el vértigo de las lámparas,
en el polvo estéril del silencio
que fluye hasta ti como un rocío de ángel.

Y continúa en el salón
que es un ventrículo
que bombea la luz hacia mí
y mi despertar blanco.

Hoy pienso en el misterio que recubría las caobas del dosel,
en la vieja cómoda de pino, los esmaltes y las arañas,
el hombre de noche que sucedía a la noche
y esa atmósfera donde vibraba la claridad
como un latido sin voz.

Todas las casas se vuelven igual que girasoles
hacia la bienvenida del albor,
así mi corazón se viste con las guirnaldas sencillas
de un sol que llega hasta mí
con su alfombra dormida,
su diapasón incandescente
o su réplica al por qué no intento disfrutar
de los minutos en que me abraza la luz
como una madre infinita.

Cada verso es una obra de arte.
Magnitud y belleza en este poema.
Gracias.
Abrazos.

Muchas gracias, Silvia. Un abrazo.

[Guillermo Cumar.]

Buena piel rodea tul poema y todo un cúmulo sabio de metáforas que están tintineando los versos con los que
alumbras tu estupenda inspiración.

un abrazo

[Ramón Carballal]

Eres un gran poeta, Ramón.
Emanas poesía.
Mi admiración siempre.
Un gran abrazo

Gracias, Carmen, eres muy generosa. Abrazos.

[Ramón Carballal]

Muy bello trabajo de Ramón.

Gracias, Rafel. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un poema muy hermoso, donde hablan los recuerdos y la nostalgia. Un final muy logrado con el que me identifico. Me ha gustado mucho. Felicidades
Besos
Pilar

Gracias, Pilar. Un beso.

[Carlos Justino Caballero]

Aquí en mi piel hay habitaciones en sombra,
escucho el infantil crujido de un colchón gastado
y dejo que parpadeé el sol de cada día en las paredes,
en el vértigo de las lámparas,
en el polvo estéril del silencio
que fluye hasta ti como un rocío de ángel.

Y continúa en el salón
que es un ventrículo
que bombea la luz hacia mí
y mi despertar blanco.

Hoy pienso en el misterio que recubría las caobas del dosel,
en la vieja cómoda de pino, los esmaltes y las arañas,
el hombre de noche que sucedía a la noche
y esa atmósfera donde vibraba la claridad
como un latido sin voz.

Todas las casas se vuelven igual que girasoles
hacia la bienvenida del albor,
así mi corazón se viste con las guirnaldas sencillas
de un sol que llega hasta mí
con su alfombra dormida,
su diapasón incandescente
o su réplica al por qué no intento disfrutar
de los minutos en que me abraza la luz
como una madre infinita.

Soberbia entrega! No es sorpresa, Ramón! Un abrazo!

[Ramón Carballal]

Sigue evolucionando tu estilo que, sin dejar atrás nada de tu primigenia concepción poética, se abre cada vez a espacios más abiertos. Es solo mi opinión y así te la transmito.
Este poema es muy evocador y encierra vivencias emotivas que nos hacen entrar de lleno en un mundo lírico de poesía culta, original e intimista. Excelente, Ramón.
Abrazos.
Jerónimo

P.D.: Perdóname si no entro más a menudo en tu obra. ¡Me tenéis que perdonar tantos! No puedo hacer otra cosa. Gracias.

Muchas gracias, Jerónimo, por tus generosas palabras. Un abrazo.
P.D. No hay nada que perdonar, es un lujo cada vez que te pasas por mis poemas.