Al despertar

[Pilar Morte]

Ha sonado el reloj, mi confidente de primera hora,
a él el primer pensamiento, el tiempo
que desde entonces voy perdiendo.

Despierta el alma que quiere acunar el día,
hundir barcos extraños y salvar
la silla que te saca al sol.

Pongo los pies en la alfombra, y desperezo
de telarañas hambrientas de abrazos,
he de envolverme en ese abrigo
que no entiende del frío.

Es hora de andar, ofrecer el primer paso a la vigilia
de un cráneo lento,
de dibujar sonrisas en el espejo del baño.

He de ser otra, la que se lanza sin cuerda al vacío confiada,
la que dejó el miedo en la almohada teñida de olvidos ,
la que busca en sus rincones los versos salvadores bañados
en la belleza del pozo que aún respira.

Pongo cara de vivir despierta,
de que me espera el tren con las señales
de un idioma lento.
Quiero resucitar como aurora viva ,
dar los pasos para no perderlos, señalar
en el almanaque los días de jugosos frutos.

He aquí el alma que implora,
la que enciende las lámparas de un nuevo horizonte,
la que absorbe con lentitud los fluidos del día,
la que intenta cerrar las grietas en los muros de la muerte,
la que se deja estimular por la alegría de la luz.

[Mirta Elena Tessio]

Ha sonado el reloj, mi confidente de primera hora,
a él el primer pensamiento, el tiempo
que desde entonces voy perdiendo.

Despierta el alma que quiere acunar el día,
hundir barcos extraños y salvar
la silla que te saca al sol.

Pongo los pies en la alfombra, y desperezo
de telarañas hambrientas de abrazos,
he de envolverme en ese abrigo
que no entiende del frío.

Es hora de andar, dar el primer paso a la vigilia
de un cráneo lento,
de dibujar sonrisas en el espejo del baño.

He de ser otra, la que se lanza sin cuerda al vacío confiada,
la que dejó el miedo en la almohada teñida de olvidos ,
la que busca en sus rincones los versos salvadores bañados
en la belleza del pozo que aún respira.

Pongo cara de vivir despierta,
de que me espera el tren con las señales
de un idioma lento.
Quiero resucitar como aurora viva ,
dar los pasos para no perderlos, señalar
en el almanaque los días de jugosos frutos.

He aquí el alma que implora,
la que enciende las lámparas de un nuevo horizonte,
la que absorbe con lentitud los fluidos del día,
la que intenta cerrar las grietas en los muros de la muerte,
la que se deja estimular por la alegría de la luz.

Soy la primera en leer y me deleita, sobre todo la última estrofa, eres tú sin duda. Besos.-

[Pilar Morte]

Ha sonado el reloj, mi confidente de primera hora,
a él el primer pensamiento, el tiempo
que desde entonces voy perdiendo.

Despierta el alma que quiere acunar el día,
hundir barcos extraños y salvar
la silla que te saca al sol.

Pongo los pies en la alfombra, y desperezo
de telarañas hambrientas de abrazos,
he de envolverme en ese abrigo
que no entiende del frío.

Es hora de andar, dar el primer paso a la vigilia
de un cráneo lento,
de dibujar sonrisas en el espejo del baño.

He de ser otra, la que se lanza sin cuerda al vacío confiada,
la que dejó el miedo en la almohada teñida de olvidos ,
la que busca en sus rincones los versos salvadores bañados
en la belleza del pozo que aún respira.

Pongo cara de vivir despierta,
de que me espera el tren con las señales
de un idioma lento.
Quiero resucitar como aurora viva ,
dar los pasos para no perderlos, señalar
en el almanaque los días de jugosos frutos.

He aquí el alma que implora,
la que enciende las lámparas de un nuevo horizonte,
la que absorbe con lentitud los fluidos del día,
la que intenta cerrar las grietas en los muros de la muerte,
la que se deja estimular por la alegría de la luz.

Soy la primera en leer y me deleita, sobre todo la última estrofa, eres tú sin duda. Besos.-

Gracias, Mirta, por venir y dejar tu amable huella
Besos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

Bueno va el estímulo que salta en principio de la cama y va y viene conservando y midiendo la elegancia del decir
y profundizando en el sentir.

Un abrazo

[Julio Gonzalez Alonso]

Cada día comienza la vida. Y cada día la esperamos. Con todo lo bueno y lo menos bueno. Leía en el cartel de un resataurante: No hay días buenos, pero siempre hay algo bueno en cada día. Con un abrazo.
Salud.

[Pilar Morte]

Bueno va el estímulo que salta en principio de la cama y va y viene conservando y midiendo la elegancia del decir
y profundizando en el sentir.

Un abrazo

Gracias, Guillermo, por acercarte y dejar tu amable palabra
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

Cada día comienza la vida. Y cada día la esperamos. Con todo lo bueno y lo menos bueno. Leía en el cartel de un resataurante: No hay días buenos, pero siempre hay algo bueno en cada día. Con un abrazo.
Salud.

Valoro mucho tu visita y te la agradezco infinito.
Besos
Pilar

[Rafel Calle]

Arriba con este trabajo tan bello como interesante de Pilar.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Arriba con este trabajo tan bello como interesante de Pilar.
Abrazos.

Gracias por tu voluntad de rescatar estos versitos.
Un abrzo grande
Pilar