Primer vuelo

[Óscar Distéfano]

Primer vuelo

Eres libre en espíritu, tu mano
consigue desatarte la atadura
para saltar desde imponente altura
como un pichón robustecido y sano.

Y caes con las alas desplegadas
a la duda y al miedo del abismo,
y pesaroso ves que el atavismo
te exige discernir las coordenadas.

Mientras desciendes de la fría cumbre,
tu instinto, que es timón e incertidumbre,
la infalibilidad del vuelo invoca.

Pues cuánto teme tu razón perderte
al percibir la cara de la muerte
en la visión de la punzante roca.

[Hallie Hernández Alfaro]

Preciosísimo trabajo poético, Óscar; armonía, esencia, pulcritud y mucho ingenio.

Brillante; felicidades y un abrazo.

[Antonia Mauro]

Primer vuelo

Eres libre en espíritu, tu mano
consigue desatarte la atadura
para saltar desde imponente altura
como un pichón robustecido y sano.

Y caes con las alas desplegadas
a la duda y al miedo del abismo,
y pesaroso ves que el atavismo
te exige discernir las coordenadas.

Mientras desciendes de la alta cumbre,
tu instinto, que es timón e incertidumbre,
la infalibilidad del vuelo invoca.

Pues cuánto teme tu razón perderte
al percibir la cara de la muerte
en la visión de la punzante roca.

El abismo, me suena.

Aunque algunos hemos descendido sin haber estado nunca en la cumbre. Caemos desde abajo. No nos van los tronos.

Pero seguimos escalando, que es lo importante, sin prisa en llegar, que lo importante es el mientras.

Muy bonito Oscar.

Un saludo.

[Pilar Morte]

Muy bueno, Oscar, este primer vuelo que se eleva y desciende en bellos versos. Me gustó
Besos
Pilar

[Rafel Calle]

Primer vuelo

Eres libre en espíritu, tu mano
consigue desatarte la atadura
para saltar desde imponente altura
como un pichón robustecido y sano.

Y caes con las alas desplegadas
a la duda y al miedo del abismo,
y pesaroso ves que el atavismo
te exige discernir las coordenadas.

Mientras desciendes de la alta cumbre,
tu instinto, que es timón e incertidumbre,
la infalibilidad del vuelo invoca.

Pues cuánto teme tu razón perderte
al percibir la cara de la muerte
en la visión de la punzante roca.

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Muy bello soneto, amigo Óscar, que me parece escrito con una precisión cirujana (solo tengo dudas en el octavo verso, si es mejor quitar el artículo o tu opción de aplicar la sinéresis, pero no sabría decir con certeza).
Desde luego, te luces en una auténtica clase magistral de versificación monométrica, muy buena rítmicamente y de una depurada técnica literaria, en este caso con la estructura de los endecas en 4 estrofas y 14 versos, que tan bien dominas.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, estimado amigo y admirado poeta, por esta obra y por tu gran trayectoria.
Un fuerte abrazo.

[Israel Liñán]

Un gran soneto, Óscar, desarrollado de manera muy inteligente.

Un abrazo.

[Marisa Peral]

[quote="Óscar Distéfano"]

Precioso trabajo Óscar, lo he disfrutado enormemente.
Felicidades por tu buen hacer y un abrazo.

[Rafael Valdemar]

Me gustó este interesante poema que en estilo clásico nos dejas Oscar. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

[Guillermo Cumar.]

Un bello soneto en el que despliegas, con inspiración arte y lirismo, las alas de la rima y la medida.
Bella y muy rítmica la forma y una evasión que recoge la caída de este primer vuelo loable que augura venir
muy bien acompañado al menos de un segundo.

un abrazo

[Óscar Distéfano]

Preciosísimo trabajo poético, Óscar; armonía, esencia, pulcritud y mucho ingenio.

Brillante; felicidades y un abrazo.

Gracias, Hallie, por tan amables palabras. Mi intención para este trabajo fue una alegoría metapoética.

Un abrazo grande.
Óscar

[Óscar Distéfano]

El abismo, me suena.

Aunque algunos hemos descendido sin haber estado nunca en la cumbre. Caemos desde abajo. No nos van los tronos.

Pero seguimos escalando, que es lo importante, sin prisa en llegar, que lo importante es el mientras.

Muy bonito Oscar.

Un saludo.

Yo considero que escalar no es lo más importante; todos lo hacemos de una u otra forma, estudiando y practicando; somos alpinistas que buscan conquistar la cumbre, pero en la cumbre no existe nada, no existe la belleza, ni el conocimiento, ni la emoción (la cumbre es sólo un punto de apoyo, es el punto de partida): la verdadera experiencia sobrecogedora se encuentra en el vuelo poético (en desplegar las alas para lanzarnos al abismo); es ahí donde logramos sentir y visualizar la grandeza de nuestros sueños, de nuestro futuro andar, de nuestra razón de haber escogido ser poetas. Este trabajo pretende describir los sentimientos que se cruzan ante la aterradora experiencia del primer vuelo, donde debe probarse lo poco aprendido con el apoyo de la herencia genética. Supongamos que cada poema es un pichón, una criatura nuestra: ¿cuántos de ellos se incrustarán contra las rocas, y cuantos lograrán el gran triunfo de mantenerse en vuelo y descender en un aterrizaje con éxito? Habiendo leído a los grandes poetas, siempre me ha llamado la atención que muy pocas obras han logrado sortear la imposibilidad del vuelo. Estos pensamientos son, apreciada amiga, más o menos, la génesis de este soneto. Así, pues, tarde o temprano, todo poeta que se inicia debe afrontar su primer vuelo.

Un abrazo fraterno.
Óscar

[Pablo Ibáñez]

Óscar,

un magnífico soneto nos traes, amigo. De un consumado sonetista. Me gusta mucho.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un "sonetazo", Óscar.

sobre todo en estos dos tercetos finales:

Mientras desciendes de la fría cumbre,
tu instinto, que es timón e incertidumbre,
la infalibilidad del vuelo invoca.

Pues cuánto teme tu razón perderte
al percibir la cara de la muerte
en la visión de la punzante roca.

Un magnífica alegoría de la vida y la consciencia de la muerte.

Solo me queda levantarme y darte un sonoro aplauso.

Un abrazo.

[Mirta Elena Tessio]

Primer vuelo

Eres libre en espíritu, tu mano
consigue desatarte la atadura
para saltar desde imponente altura
como un pichón robustecido y sano.

Y caes con las alas desplegadas
a la duda y al miedo del abismo,
y pesaroso ves que el atavismo
te exige discernir las coordenadas.

Mientras desciendes de la fría cumbre,
tu instinto, que es timón e incertidumbre,
la infalibilidad del vuelo invoca.

Pues cuánto teme tu razón perderte
al percibir la cara de la muerte
en la visión de la punzante roca.

Querido Oscar, muchos hemos descendido, como alguien dijo, sin haber estado arriba.

Tu poema es siempre un aprendizaje.- Un abrazo.-

[E. R. Aristy]

Primer vuelo

Eres libre en espíritu, tu mano
consigue desatarte la atadura
para saltar desde imponente altura
como un pichón robustecido y sano.

Y caes con las alas desplegadas
a la duda y al miedo del abismo,
y pesaroso ves que el atavismo
te exige discernir las coordenadas.

Mientras desciendes de la fría cumbre,
tu instinto, que es timón e incertidumbre,
la infalibilidad del vuelo invoca.

Pues cuánto teme tu razón perderte
al percibir la cara de la muerte
en la visión de la punzante roca.

Maravilloso soneto, Oscar, Me conmueve la belleza lirica, la gracia y fuerza de la imaginería que hermosamente vuela ante nuestros ojos. Abrazos, ERA