La súplica

[Ramón Carballal]

No me basta tu imagen
cuando el aire te columpia.

No me basta el susurro que llega extraño
entre la claridad y los pronombres
que nunca dije.

Quisiera poblarte con las lámparas de la noche,
tú junto a mí o yo junto a ti,
en ese vagón de cristales
donde los licores tiemblan y las sonrisas se elevan
con sus alas de murciélago
hacia los prismas
que derrotan la luz.

Ven a mi orilla,
ven si tus rodillas pueden sucumbir
al espacio de los cometas,
al viaje y al adiós,
a la cúpula de un mar en invierno.

Se agitan volcanes y en los labios llora la duda,
yo te imploro que estés conmigo,
que la música sea unísono grito de bienvenida
mientras libamos el silencio
y entre los dos crece la planta de la felicidad.

No es una invitación hacia el devenir,
es tan solo el reflejo de una arcadia
que simpatiza contigo.

Si la respuesta finge un arrullo inanimado
olvida los prejuicios y entrégate a la verdad
que en tus tobillos crece.

Quizá en la dormida esencia de los años
nos encontremos con las ajadas pieles del sinsabor,
ejerce entonces tu encanto,
silabea esa palabra que nunca oí
aunque sea mentira
y los dos, como las heridas de un río,
no encontremos un delta
ni una mueca ni un coro
que nos salve.

[Pilar Morte]

Esta súplica llega nítida con el sabor del amor y la belleza que siempre tienen tus versos. Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

[Rafel Calle]

Lección de poesía a cargo de un autor verdaderamente increíble. Conviene estudiar detenidamente el proceso creativo de este poema, se puede aprender mucho.
Por su gran evolución en una obra inmensamente constante, Ramón Carballal se ha ganado a pulso el reconocimiento como un autor importante y un maestro de la versificación de ayer, de hoy y de siempre.
Mi más sentida enhorabuena, estimado amigo.
Un fuerte abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Ramón,

otro apabullante poema nos traes, amigo. Me maravilla el equilibrio que consigues entre el riesgo metafórico y la inteligibilidad del conjunto. Cada estrofa es un eslabón de una cadena que acaba conformando un relato reconocible. Al mismo tiempo, intraestrofa, la potencia metafórica no deja descanso, se estira y se retuerce, se detiene en detalles inesperados (mobiliarios, anatomías...) y vuela después al símbolo.

Bueno, a mí me encanta.
Un abrazo.

[Marisa Peral]

No me basta tu imagen
cuando el aire te columpia.

No me basta el susurro que llega extraño
entre la claridad y los pronombres
que nunca dije.

Quisiera poblarte con las lámparas de la noche,
tú junto a mí o yo junto a ti,
en ese vagón de cristales
donde los licores tiemblan y las sonrisas se elevan
con sus alas de murciélago
hacia los prismas
que derrotan la luz.

Ven a mi orilla,
ven si tus rodillas pueden sucumbir
al espacio de los cometas,
al viaje y al adiós,
a la cúpula de un mar en invierno.

Se agitan volcanes y en los labios llora la duda,
yo te imploro que estés conmigo,
que la música sea unísono grito de bienvenida
mientras libamos el silencio
y entre los dos crece la planta de la felicidad.

No es una invitación hacia el devenir,
es tan solo el reflejo de una arcadia
que simpatiza contigo.

Si la respuesta finge un arrullo inanimado
olvida los prejuicios y entrégate a la verdad
que en tus tobillos crece.

Quizá en la dormida esencia de los años
nos encontremos con las ajadas pieles del sinsabor,
ejerce entonces tu encanto,
silabea esa palabra que nunca oí
aunque sea mentira
y los dos, como las heridas de un río,
no encontremos un delta
ni una mueca ni un coro
que nos salve.

Mágico, precioso, perfecto... maravilloso. Lo he resaltado todo.
Gracias Ramón, este poema me parace que debería estas en la galería de Antológicos.
Es un privilegio poder disfrutar de tu poesía.
Biquiños.

[Ramón Carballal]

Esta súplica llega nítida con el sabor del amor y la belleza que siempre tienen tus versos. Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu amabilidad. Un beso.

[Ana Muela Sopeña]

Bellísima esta súplica, Ramón:

Buenas metáforas e imágenes en un lenguaje poética muy bien labrado. Orfebrería poética.

Aplausos
Besos a montones
Ana

[Maria Pilar Gonzalo]

Belleza y sensibilidad.
Un placer leerte.

Abrazos.

[Armilo Brotón]

Un poema que sangra ternura a través de las rendijas de una súplica entrecomillada, porque más bien es un llamado a la pasión desnuda de palabras. Los sentimientos, con el paso del tiempo, son cuerdas compartidas, filtrados a través de la experiencia y que desembocan irremediablemente en la verdad del otro, en su necesidad.
Muy sugerente y emotivo tu poema Ramón.
Un abrazo

[Carmen Pla]

Este poema te define como el gran poeta que eres.
Es increíblemente bello.
Felicidades, Ramón
Un abrazo

[Ramón Carballal]

Lección de poesía a cargo de un autor verdaderamente increíble. Conviene estudiar detenidamente el proceso creativo de este poema, se puede aprender mucho.
Por su gran evolución en una obra inmensamente constante, Ramón Carballal se ha ganado a pulso el reconocimiento como un autor importante y un maestro de la versificación de ayer, de hoy y de siempre.
Mi más sentida enhorabuena, estimado amigo.
Un fuerte abrazo.

Gracias, estimado Rafel, por tu enorme generosidad. Es, sin duda, un estímulo para mí la opinión de alguien al que respeto y admiro. Un fuerte abrazo.

[Luis M]

Muy hermoso poema, Ramón. Mis felicitaciones y abrazo.

[E. R. Aristy]

No me basta tu imagen
cuando el aire te columpia.

No me basta el susurro que llega extraño
entre la claridad y los pronombres
que nunca dije.

Quisiera poblarte con las lámparas de la noche,
tú junto a mí o yo junto a ti,
en ese vagón de cristales
donde los licores tiemblan y las sonrisas se elevan
con sus alas de murciélago
hacia los prismas
que derrotan la luz.

Ven a mi orilla,
ven si tus rodillas pueden sucumbir
al espacio de los cometas,
al viaje y al adiós,
a la cúpula de un mar en invierno.

Se agitan volcanes y en los labios llora la duda,
yo te imploro que estés conmigo,
que la música sea unísono grito de bienvenida
mientras libamos el silencio
y entre los dos crece la planta de la felicidad.

No es una invitación hacia el devenir,
es tan solo el reflejo de una arcadia
que simpatiza contigo.

Si la respuesta finge un arrullo inanimado
olvida los prejuicios y entrégate a la verdad
que en tus tobillos crece.

Quizá en la dormida esencia de los años
nos encontremos con las ajadas pieles del sinsabor,
ejerce entonces tu encanto,
silabea esa palabra que nunca oí
aunque sea mentira
y los dos, como las heridas de un río,
no encontremos un delta
ni una mueca ni un coro
que nos salve.

Tu poesia caudalosa sigue emanando versos maravillosos, Ramon. Abrazos, ERA

[Ramón Carballal]

Ramón,

otro apabullante poema nos traes, amigo. Me maravilla el equilibrio que consigues entre el riesgo metafórico y la inteligibilidad del conjunto. Cada estrofa es un eslabón de una cadena que acaba conformando un relato reconocible. Al mismo tiempo, intraestrofa, la potencia metafórica no deja descanso, se estira y se retuerce, se detiene en detalles inesperados (mobiliarios, anatomías...) y vuela después al símbolo.

Bueno, a mí me encanta.
Un abrazo.

Gracias, Pablo, por el generoso comentario. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

No me basta tu imagen
cuando el aire te columpia.

No me basta el susurro que llega extraño
entre la claridad y los pronombres
que nunca dije.

Quisiera poblarte con las lámparas de la noche,
tú junto a mí o yo junto a ti,
en ese vagón de cristales
donde los licores tiemblan y las sonrisas se elevan
con sus alas de murciélago
hacia los prismas
que derrotan la luz.

Ven a mi orilla,
ven si tus rodillas pueden sucumbir
al espacio de los cometas,
al viaje y al adiós,
a la cúpula de un mar en invierno.

Se agitan volcanes y en los labios llora la duda,
yo te imploro que estés conmigo,
que la música sea unísono grito de bienvenida
mientras libamos el silencio
y entre los dos crece la planta de la felicidad.

No es una invitación hacia el devenir,
es tan solo el reflejo de una arcadia
que simpatiza contigo.

Si la respuesta finge un arrullo inanimado
olvida los prejuicios y entrégate a la verdad
que en tus tobillos crece.

Quizá en la dormida esencia de los años
nos encontremos con las ajadas pieles del sinsabor,
ejerce entonces tu encanto,
silabea esa palabra que nunca oí
aunque sea mentira
y los dos, como las heridas de un río,
no encontremos un delta
ni una mueca ni un coro
que nos salve.

Mágico, precioso, perfecto... maravilloso. Lo he resaltado todo.
Gracias Ramón, este poema me parace que debería estas en la galería de Antológicos.
Es un privilegio poder disfrutar de tu poesía.
Biquiños.

Gracias, Marisa. Me alegra que te haya gustado el poema. Bicos grandes.