Murió a la manera de las olas cuando enferman de castas, de ciudad: sin pestañeo, sin arena blanca ni cocoteros. Murió sencillo en sus nudos de sal y gaviota; amando la vida. Alguien se lo regaló, ese cuadro de Punta Cocles, para que durara más en su jodeura de viejo bello y cansado. —¿Ves, Perro, como se mueven las olas? —¡Ostias Tanga! Yo no veo nada. Y me hacía reír. Azul y verde en sus pestañas y un pernil de pirata griego corriendo por la playa cuando, entre juegos, metía su mano bajo el bikini de unas erizadas neoyorquinas. Mis ojos se llenan de lágrimas al recordarlo y también a su negra, que le dejaba versos entre los labios del Rice and beans. No quiso verlo morir llorando en la noche equivocada. Cada Atlántico, cada uno de mis sueños, pasea hoy su panga por la orilla de nuestra felicidad, por la comisura de los pargos y las estrellas. Murió al comenzar el invierno, hace un año hoy, y la habitación olía a salitre con alga de hierbabuena que sólo podía emanar de aquel cuadro. Yo lo tengo en mi casa y hay veces, os juro, que se mueven las olas. elPerro Vil* Punta Cocles es un paraíso del Caribe costarricense.
* Rice and beans es un delicioso plato caribeño, de arroz con frijoles rojos, cocido en leche de coco.