El fracaso

[Ramón Carballal]

Hubo tal vez un páramo, las calles oscuras,
las farolas muertas en no sé qué día
de los ojos primeros.

Languidece hoy el esmalte de los años,
su curva o su seno,
el ajedrez antiguo de las horas
o el monstruo que se maquilla
como un soldado sin paz.

Mira en el desorden,
comprueba la historia inacabable del murmullo
y piensa en la cicatriz de un coro
cuando la mudez fue un grito
en las fotografías que bautizan
el claroscuro del azar.

Vuelve al ovillo de las celdas,
el mensaje de los insectos es simple:
un resumen de horarios,
una simpatía de roces
o la desnudez de los juegos
en pasillos de tiniebla.

¿Y el germen del gusano
que va lloviendo sobre los días
con su comezón inigualable
de lágrimas soñadas
bajo un cobertor que ampara
los sonidos de la luz?

No pienses ahora en las orillas del mar,
tampoco en las estrías de las catedrales
o en el sonoro aullido de un tren.
Piensa en la virginidad que atisba tu noche
mientras las golondrinas del futuro
se pasean frágiles
entre arrabales de sinsabor
y misterio.

Cada recorrido vigila los besos
y sufre la traición de los azules,
desoyendo a la ninfa de los ríos
en extrañas ciudades
donde la felicidad escondió su virgo
para ser sacrificio de longevidad,
añoranza en los ojos perdidos de la ausencia.

Cuando en la similitud de los espejos
una sombra del ayer se columpia
yo logro acariciar la singladura de mi voz;
y este espacio que hoy descubro,
próximo a mí como la divina
insensatez del orgullo
es mi fugaz locura
o mi muerte encendida.

[Gerardo Mont]

Bueno, hace muy poco estuviste destacado en el poema de la semana y van a tener que ponerte otra vez allá. Bellísimo poema, en el que los recursos son exquisitos y el mensaje diáfano, en ese lenguaje poético que tan bien dominas. Aplausos y un gran abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Qué bien escribes, Ramón:

Todos los versos son muy hermosos. Orfebrería poética lo tuyo.

Un beso, felicitaciones
y...
aplausos
Ana

[Hallie Hernández Alfaro]

El poema representa una profunda belleza anudada a la emoción. Es tan imponente el mundo Carballal, tan rico en matices y luces. Entrar a cualquiera de tus versos es un acto de valentía y un placer asegurado. Digo acto de valentía porque despierta en el lector infinidad de mundos (hasta ahora dormidos o ignorados) y presenciar cómo se incorporan sanguíneos/fuertes ante las asombradas retinas, reclama atrevimiento en los hinojos del sentir.

Aplausos en primera fila y avanti siempre (como solía decir muchas veces).

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Hubo tal vez un páramo, las calles oscuras,
las farolas muertas en no sé qué día
de los ojos primeros.

Languidece hoy el esmalte de los años,
su curva o su seno,
el ajedrez antiguo de las horas
o el monstruo que se maquilla
como un soldado sin paz.

Mira en el desorden,
comprueba la historia inacabable del murmullo
y piensa en la cicatriz de un coro
cuando la mudez fue un grito
en las fotografías que bautizan
el claroscuro del azar.

Vuelve al ovillo de las celdas,
el mensaje de los insectos es simple:
un resumen de horarios,
una simpatía de roces
o la desnudez de los juegos
en pasillos de tiniebla.

¿Y el germen del gusano
que va lloviendo sobre los días
con su comezón inigualable
de lágrimas soñadas
bajo un cobertor que ampara
los sonidos de la luz?

No pienses ahora en las orillas del mar,
tampoco en las estrías de las catedrales
o en el sonoro aullido de un tren.
Piensa en la virginidad que atisba tu noche
mientras las golondrinas del futuro
se pasean frágiles
entre arrabales de sinsabor
y misterio.

Cada recorrido vigila los besos
y sufre la traición de los azules,
desoyendo a la ninfa de los ríos
en extrañas ciudades
donde la felicidad escondió su virgo
para ser sacrificio de longevidad,
añoranza en los ojos perdidos de la ausencia.

Cuando en la similitud de los espejos
una sombra del ayer se columpia
yo logro acariciar la singladura de mi voz;
y este espacio que hoy descubro,
próximo a mí como la divina
insensatez del orgullo
es mi fugaz locura
o mi muerte encendida.

Un poema de extraordinaria lucidez, Ramon. Ricas imágenes que posan la pregunta existencial del individuo. Un abrazo, ERA

[Ventura Morón]

Querido amigo, me parece de una belleza imponente. Todo el poema está lleno de una naturaleza que se moldea hasta exprimir la belleza.
Mi sincera felicitación.
Un abrazo Ramón

[Guillermo Cumar.]

Al leer tu poema vinóseme a la mente ese deambular que lucha y rinde según la animadversión de los conceptos.
Me encantó pasar de estrofa a estrofa encontrando el signo de ataque y defensa comos fuera una ajedrez lo que
la vida va poniendo bien de frente o en la espalda.

un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

Un gran poema, Ramón. Otra muestra mas de tu buen decir y clase poética. Ha sido todo un placer de lectura. Mi enhorabuena y atronadora ovación para ti y tus letras.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Bueno, hace muy poco estuviste destacado en el poema de la semana y van a tener que ponerte otra vez allá. Bellísimo poema, en el que los recursos son exquisitos y el mensaje diáfano, en ese lenguaje poético que tan bien dominas. Aplausos y un gran abrazo.

Muchas gracias, Gerardo, por tu comentario positivo hacia este poema. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Qué bien escribes, Ramón:

Todos los versos son muy hermosos. Orfebrería poética lo tuyo.

Un beso, felicitaciones
y...
aplausos
Ana

Gracias, Ana, por tu generosidad. Un abrazo.

[xaime oroza carballo]

Enorme, Ramón, toda a beleza que destilas da dor. Grazas polo teu canto, meu
Unha aperta

[Ramón Carballal]

El poema representa una profunda belleza anudada a la emoción. Es tan imponente el mundo Carballal, tan rico en matices y luces. Entrar a cualquiera de tus versos es un acto de valentía y un placer asegurado. Digo acto de valentía porque despierta en el lector infinidad de mundos (hasta ahora dormidos o ignorados) y presenciar cómo se incorporan sanguíneos/fuertes ante las asombradas retinas, reclama atrevimiento en los hinojos del sentir.

Aplausos en primera fila y avanti siempre (como solía decir muchas veces).

Un abrazo.

Gracias, Hallie, por tan bonito comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Hubo tal vez un páramo, las calles oscuras,
las farolas muertas en no sé qué día
de los ojos primeros.

Languidece hoy el esmalte de los años,
su curva o su seno,
el ajedrez antiguo de las horas
o el monstruo que se maquilla
como un soldado sin paz.

Mira en el desorden,
comprueba la historia inacabable del murmullo
y piensa en la cicatriz de un coro
cuando la mudez fue un grito
en las fotografías que bautizan
el claroscuro del azar.

Vuelve al ovillo de las celdas,
el mensaje de los insectos es simple:
un resumen de horarios,
una simpatía de roces
o la desnudez de los juegos
en pasillos de tiniebla.

¿Y el germen del gusano
que va lloviendo sobre los días
con su comezón inigualable
de lágrimas soñadas
bajo un cobertor que ampara
los sonidos de la luz?

No pienses ahora en las orillas del mar,
tampoco en las estrías de las catedrales
o en el sonoro aullido de un tren.
Piensa en la virginidad que atisba tu noche
mientras las golondrinas del futuro
se pasean frágiles
entre arrabales de sinsabor
y misterio.

Cada recorrido vigila los besos
y sufre la traición de los azules,
desoyendo a la ninfa de los ríos
en extrañas ciudades
donde la felicidad escondió su virgo
para ser sacrificio de longevidad,
añoranza en los ojos perdidos de la ausencia.

Cuando en la similitud de los espejos
una sombra del ayer se columpia
yo logro acariciar la singladura de mi voz;
y este espacio que hoy descubro,
próximo a mí como la divina
insensatez del orgullo
es mi fugaz locura
o mi muerte encendida.

Un poema de extraordinaria lucidez, Ramon. Ricas imágenes que posan la pregunta existencial del individuo. Un abrazo, ERA

Muchas gracias, ERA. Un fuerte abrazo.

[Mirta Elena Tessio]

Hubo tal vez un páramo, las calles oscuras,
las farolas muertas en no sé qué día
de los ojos primeros.

Languidece hoy el esmalte de los años,
su curva o su seno,
el ajedrez antiguo de las horas
o el monstruo que se maquilla
como un soldado sin paz.

Mira en el desorden,
comprueba la historia inacabable del murmullo
y piensa en la cicatriz de un coro
cuando la mudez fue un grito
en las fotografías que bautizan
el claroscuro del azar.

Vuelve al ovillo de las celdas,
el mensaje de los insectos es simple:
un resumen de horarios,
una simpatía de roces
o la desnudez de los juegos
en pasillos de tiniebla.

¿Y el germen del gusano
que va lloviendo sobre los días
con su comezón inigualable
de lágrimas soñadas
bajo un cobertor que ampara
los sonidos de la luz?

No pienses ahora en las orillas del mar,
tampoco en las estrías de las catedrales
o en el sonoro aullido de un tren.
Piensa en la virginidad que atisba tu noche
mientras las golondrinas del futuro
se pasean frágiles
entre arrabales de sinsabor
y misterio.

Cada recorrido vigila los besos
y sufre la traición de los azules,
desoyendo a la ninfa de los ríos
en extrañas ciudades
donde la felicidad escondió su virgo
para ser sacrificio de longevidad,
añoranza en los ojos perdidos de la ausencia.

Cuando en la similitud de los espejos
una sombra del ayer se columpia
yo logro acariciar la singladura de mi voz;
y este espacio que hoy descubro,
próximo a mí como la divina
insensatez del orgullo
es mi fugaz locura
o mi muerte encendida.

Belleza cada verso , cada estrofa, un aplauso, y un gran abrazo. Gracias por compartir.

[Carmen Pla]

Llevas al lector a extasiarse de poesía, marcando el tono adecuado, eres un mago en el manejo de las metáforas.
Un abrazo