Fragmentos

[Hallie Hernández Alfaro]

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A Marius Gabureanu

I

Agua destilada en la boca del guerrero
(el guerrero eres tú)
Trizas que piden a la lengua el descanso
(azul de la infancia movediza)
Ciervos olfateados por la tormenta
(rastros perseguidos en la lluvia)

II

Del otro lado un puño de soledad,
cuerpos en desatino;
centuria de errática mirada
que miente a las nanas del llanto
y tironea de la verdades apenas soñadas.

III

Quiero tocarte la húmeda vestimenta
y morder a noviembre
en la retórica del pasado.
Escorpio en los deberes del roble,
en su corteza renacida,
en la impunidad del lodo.
Apareada en los besos que crecen en la cintura.
renuncio a la propia saliva
a cambio del invierno en tus manos.

/

[Ramón Carballal]

Siempre hay magia en tus versos. Me gustó especialmente el III. Un abrazo.

[José Manuel F. Febles]

Indudablemente es poema de quitarse el sombrero, y saludar a la poeta con la reverencia que se merece. Al igual que el genial Ramón Carballal, no sé si por coincidir en los sentimientos, comulgo con la gran labor de tu poema, y me agrada todo él, pero la última estrofa, es para releerla muchas veces, hasta que llegue a la memoria. Un gran aplauso, un beso, un abrazo, todo con la sinceridad de mi corazón.

José Manuel F. Febles, desde la soledad de mi isla

[Hallie Hernández Alfaro]

Siempre hay magia en tus versos. Me gustó especialmente el III. Un abrazo.

Muchas gracias por dejar tu valiosa huella, querido amigo.

Abrazo y felicidad.

[Hallie Hernández Alfaro]

Indudablemente es poema de quitarse el sombrero, y saludar a la poeta con la reverencia que se merece. Al igual que el genial Ramón Carballal, no sé si por coincidir en los sentimientos, comulgo con la gran labor de tu poema, y me agrada todo él, pero la última estrofa, es para releerla muchas veces, hasta que llegue a la memoria. Un gran aplauso, un beso, un abrazo, todo con la sinceridad de mi corazón.

José Manuel F. Febles, desde la soledad de mi isla

José Manuel, amigo mío, agradezco tanto tu apoyo y generosidad.
He cambiado el último verso de II. Pienso que se adapta más a lo que quería decir.

Abrazos y felicidad.

[Marius Gabureanu]

Querida amiga, es un poema soberbio. Que me lo dediques, lo considero un privilegio. Ahora me encuentro frente al espejo de los últimos años de mi vida y sólo veo tu rostro. Me has apoyado tanto en eso de la poesía que empece a creer que el torbellino de olvidos no puede arrasar a las palabras del alma. Ojalá podamos compartir lo mejor de nosotros así como lo hemos hecho hasta ahora,y seguir creyendo en Alaire, en el amor y la amistad que esta casa de poesía ha permitido que florezcan y las identidades de los que aquí escribimos se han dejado mezclar, y hemos formado algo inseparable, somos un dogma. Recibe mis abrazos sinceros, Hallie. La tercera estrofa es para leer mil veces.

[Rafel Calle]

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A Marius Gabureanu

I

Agua destilada en la boca del guerrero
(el guerrero eres tú)
Trizas que piden a la lengua el descanso
(azul de la infancia movediza)
Ciervos olfateados por la tormenta
(rastros perseguidos en la lluvia)

II

Del otro lado un puño de soledad,
cuerpos en desatino;
centuria de errática mirada
que miente a las nanas del llanto
y tironea de la verdades apenas soñadas.

III

Quiero tocarte la húmeda vestimenta
y morder a noviembre
en la retórica del pasado.
Escorpio en los deberes del roble,
en su corteza renacida,
en la impunidad del lodo.
Apareada en los besos que crecen en la cintura.
renuncio a la propia saliva
a cambio del invierno en tus manos.

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Me quedo con todos los comentarios, pero Marius está especialmente inspirado y no solo en este mensaje sino en muchos otros (me gusta leerlos).
Amiga Hallie, dejas un pedazo de ti en cada verso, carne viva en una cruzada mitológica. Consigues hacer el amor con la esencia de cada metáfora. Exhausta, rendida, a tus pies hallamos la palabra. El mito se encarama por el afecto del aire, el tiempo y la saliva. Siempre tendremos que agradecerte el gran amor que le profesas a todo cuanto significa Alaire.
Abrazos, querida amiga y admirada poeta.

[Mirta Elena Tessio]

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A Marius Gabureanu

I

Agua destilada en la boca del guerrero
(el guerrero eres tú)
Trizas que piden a la lengua el descanso
(azul de la infancia movediza)
Ciervos olfateados por la tormenta
(rastros perseguidos en la lluvia)

II

Del otro lado un puño de soledad,
cuerpos en desatino;
centuria de errática mirada
que miente a las nanas del llanto
y tironea de la verdades apenas soñadas.

III



en la retórica del pasado.
Escorpio en los deberes del roble,
en su corteza renacida,
en la impunidad del lodo.
Apareada en los besos que crecen en la cintura.
renuncio a la propia saliva
a cambio del invierno en tus manos.

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Que buena dedicatoria y buenísmo tu lenguaje.
Acuerdo que la última estrofa es genial

"Quiero tocarte la húmeda vestimenta
y morder a noviembre"

Estos me los quedo.

Un abrazo Poeta.-

[Pilar Morte]

Calidad y calidez en tus versos, la maga del poema. Felicidades
Besos
Pilar

[Hallie Hernández Alfaro]

Querida amiga, es un poema soberbio. Que me lo dediques, lo considero un privilegio. Ahora me encuentro frente al espejo de los últimos años de mi vida y sólo veo tu rostro. Me has apoyado tanto en eso de la poesía que empece a creer que el torbellino de olvidos no puede arrasar a las palabras del alma. Ojalá podamos compartir lo mejor de nosotros así como lo hemos hecho hasta ahora,y seguir creyendo en Alaire, en el amor y la amistad que esta casa de poesía ha permitido que florezcan y las identidades de los que aquí escribimos se han dejado mezclar, y hemos formado algo inseparable, somos un dogma. Recibe mis abrazos sinceros, Hallie. La tercera estrofa es para leer mil veces.

Fragmentos es para ti, querido Marius. Nada de privilegio, sólo algo de justicia.
Y ojalá que así sea, que los guardianes de estas cosas en el universo acuerden un sí profundo.

Abrazos y felicidad.

[Ventura Morón]

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A Marius Gabureanu

I

Agua destilada en la boca del guerrero
(el guerrero eres tú)
Trizas que piden a la lengua el descanso
(azul de la infancia movediza)
Ciervos olfateados por la tormenta
(rastros perseguidos en la lluvia)

II

Del otro lado un puño de soledad,
cuerpos en desatino;
centuria de errática mirada
que miente a las nanas del llanto
y tironea de la verdades apenas soñadas.

III

Quiero tocarte la húmeda vestimenta
y morder a noviembre
en la retórica del pasado.
Escorpio en los deberes del roble,
en su corteza renacida,
en la impunidad del lodo.
Apareada en los besos que crecen en la cintura.
renuncio a la propia saliva
a cambio del invierno en tus manos.

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Maravilloso amiga Hallie. Ese Universo simbólico y polisémico de Marius, conjugando a la perfección con el tuyo propio, Profundidad de huella horadando un mundo de arena que se disuelve en cada llanto, y rebrota de ese rocío, germinando otros mundos en los que circula, esencial, un canto como de vertebras descosidas, que derrama un instante de abrumadora belleza.
Mi felicitación a ambos, mis queridos amigos, me uno a este homenaje en toda plenitud de mi conciencia.
Abrazos enormes

[C.P. Fernández]

Precioso este poema para Marius. Abrazos a los dos.

[Ramón Castro Méndez]

Magnífico poema, pleno de simbolismo con una fuerza expresiva que cala hasta la llaga. Coincido con muchos de mis compañeros, o posiblemente todos, la tercera estrofa es de enmarcar, sublime. Mi felicitación a ambos, y un maremágnum de aplausos.

Abrazos.

[Armilo Brotón]

Me uno la hermosa caricia a este gran poeta y amigo. Toda una referencia para nosotros, que lo queremos y admiramos su poesía. Todo un detalle Hallie.

Un cordial saludo.

[Hallie Hernández Alfaro]

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A Marius Gabureanu

I

Agua destilada en la boca del guerrero
(el guerrero eres tú)
Trizas que piden a la lengua el descanso
(azul de la infancia movediza)
Ciervos olfateados por la tormenta
(rastros perseguidos en la lluvia)

II

Del otro lado un puño de soledad,
cuerpos en desatino;
centuria de errática mirada
que miente a las nanas del llanto
y tironea de la verdades apenas soñadas.

III

Quiero tocarte la húmeda vestimenta
y morder a noviembre
en la retórica del pasado.
Escorpio en los deberes del roble,
en su corteza renacida,
en la impunidad del lodo.
Apareada en los besos que crecen en la cintura.
renuncio a la propia saliva
a cambio del invierno en tus manos.

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Me quedo con todos los comentarios, pero Marius está especialmente inspirado y no solo en este mensaje sino en muchos otros (me gusta leerlos).
Amiga Hallie, dejas un pedazo de ti en cada verso, carne viva en una cruzada mitológica. Consigues hacer el amor con la esencia de cada metáfora. Exhausta, rendida, a tus pies hallamos la palabra. El mito se encarama por el afecto del aire, el tiempo y la saliva. Siempre tendremos que agradecerte el gran amor que le profesas a todo cuanto significa Alaire.
Abrazos, querida amiga y admirada poeta.

Creo que eres muy generoso esta vez, amigo mío. Agradezco muchísimo tus valiosas impresiones y las guardo en lugar visible para reforzar el compromiso de dejar alguna cosilla más o menos digna en el camino poético.

Abrazos y toda la felicidad.