pa no golver nunca, tantas cosas güenas...
esperanzas, quereres, suores...
¡tó se jue por ella!
Vicente Medina (Murcia, España 1866 - † Rosario, Argentina 1937)
d´ esfardomar los escorreores
nos arrebujábamos en c´ a la Machacanta
a comer tramusos, cascarujas
y un chato de vino nos embolicaba?
Y tú siempre con tus palabricas,
que t´ asemejas a tío Conejo
con sus trovas y dicharacheres;
¡qué bien se te da la hablaúra!
La güerta se murió
con la esparda consumía,
y yo en lo de siempre, sentao en el atrio,
liando una miaja tabaco;
con un coñá a escondías de mi nuera, abonico,
p´ a mirar cómo pasa la gente
con sus afanaúras.
Ya ni p´ a las milindris voy,
mi Adrián dice que tome viagra
¡demonio mañaco!
Si me está enseñando el feisebuk
p´ a platicar contigo;
¡pero yo lo que quiero es tenerte aquí
y espachurrarte con un buen arrechuchón,
joío!
No sé compadre, toda ha cambiao
y ando con la cansina;
la mitad de la rondalla espichó,
ni siquiera sé cómo tirar p´ alante;
achaques d´ agüelo.
Tu te juiste par mundo buscando nuevas vereas,
aquí el aire era rancio
y ahora se marcha p´ allá Arfonsico,
el de mi Carmen,
que aquí no encuentra naíca la criatura
pa ir tirando.
¡Cagondiós Armelo,
tú sabes que no soy un blandengue,
c´ a pasao la vida y no entiendo na,
que echo di menos los tramusicos,
el vino y la jota a las zagalicas; pero
¿ande pijo estás
que no vienes a morirte conmigo?
Tío Ros