Editorial Alaire

Vanesa lleva tres en el Pelufos. Boliviana.
Experta en malabarismos tailandeses
que aprendió de una monja budista.
Cuando termina el espectáculo, viene a mi: 
—Perro, ¿nos empujamos un par de tequilas
sin pedir certificado de origen?

N´akarbutú es una rara avis de Senegal.
Para el show bisnes de cowgirl, canta 
“You´re my wet dream”, llega junto a Renato
y después de un bourbon hecho en Nicaragua,
el hermano Vega 
le obsequia una verga Tica
que pronto juguetea entre sus piernas, depiladas 
por un judío de ascendencia búlgara.

Wendy es colombiana,
sus tetas las operó un médico polaco 
hijo de emigrantes con pedigrí alemán.
Se chinga cinco cervezas budweiser antes de salir al table 
vestida de carmelita 
y aunque empieza bailando la sardana,
termina encestando un consolador vietnamita
que vende un chino del todo a cien.

Inakuim, una esquimal que nació inadaptada y friolenta. 
Empezó a putear en el Congo y maldice en francés,
con San Armilo, la vida que le ha tocado vivir.
Su mamá le regaló un vestido de sultana iraquí.
Baila la danza de los siete velos 
que aprendió de un cura maricón portugués.

Sousiña es una brasileira apasionada del vino chileno.
Estudió sicoanálisis en Argentina para que sus clientes 
pudieran resolver los problemas que inventó 
un siquiatra austriaco llamado Freud.

Me pregunto entonces,
¿en qué antros de mala muerte vivimos
para sufrir tanta xenofobia,
            tanta intolerancia violenta?

Roger Nelson
elPrior

Me ha gustado esa especie de cabaret global, un paso más allá y sería intergaláctico. Sería una imagen perfecta para el bar de los contrabandistas de Star Wars si la película se desarrollara en la tierra. Aquí no hay sueño de la razón, por tanto no hay monstruos, solos seres humanos luciendo galas y competencias. Lo dicho, me ha gustado esta maraña de razas, personajes y sentires.

un fuerte abrazo.

Tu poema abre antros y otras obscenidades que reclaman su posición en este mundo en el que se enlazan todas las argollas
para tirar del carro de lo justo y lo envidiable. De colores y otras peripecias se visten los humanos para dar solución a tu dibujo
y tus esquemas que abren ciclo para todos los que piensan que supensamiento no tiene color no tono ajeno.

un abrazo

En las primeras lecturas y respondiendo a tu pregunta final te diría que no hay xenofobia en ciertas profesiones, incluso parece que gusta lo exótico.
También me hace pensar en lo difícil que es la integración con tanta variedad de culturas, costumbres, etc. Muy, muy difícil.
Te diré que en mi barrio quedan cuatro castellanos, no te puedes ni imaginar lo que ha cambiado el lugar y no siempre para bien.
Sigo disfrutando de la lectura ya mañana, son cositas que se me han ocurrido a bote pronto.
Un besazo, gracias por el regalo. Estás sembrado.

He vuelto a tu poema Miguel y me parece interesante la forma que usas para incluir (detalles) a tus amigos. La primera estrofa es una clara alusión a los congales de Villa y después haces un guiño a los Ticos, tu amigos costarricenses.
Y vas y me lo dedicas a mí.
Envuelves un tema con tus armas de dispersión, para que enfoquemos la mirada en varios sitios a la vez.
Increíble tu ingenio.
Un besazo.

P.D.: prepara y afila tus armas, porque vas a perder el siguiente reto, jajaja

Armilo: celebro esta imaginería notable; me ha encantado asistir al collage que supone y expone.

Felicitaciones sinceras y aplausos muchos.

Fabuloso poema, Armilo:

Parece que a la hora de buscar placeres no existe tal xenofobia o al menos no parece algo tan evidente.

La xenofobia surge más bien a la hora de la integración: económica, laboral, social...

Es un poema intenso, lleno de verdades y redactado de un modo muy particular que me ha gustado leer.

Enhorabuena
Besos
Ana

Ramón Castro Méndez escribió:Me ha gustado esa especie de cabaret global, un paso más allá y sería intergaláctico. Sería una imagen perfecta para el bar de los contrabandistas de Star Wars si la película se desarrollara en la tierra. Aquí no hay sueño de la razón, por tanto no hay monstruos, solos seres humanos luciendo galas y competencias. Lo dicho, me ha gustado esta maraña de razas, personajes y sentires.

un fuerte abrazo.

Me parece un comentario de una gran sensibilidad. La misma que demuestras en tus versos Ramón.
Estas letras son la metáfora del mundo globalizado en el que vivimos.
Tenemos la posibilidad de aprender otras formas de ver la vida por los viajes, por la gente de otros países que se asientan junto a nosotros, por internet, etc. Y percibo que cada día nos radicalizamos más.

Un abrazo y te agradezco tus palabras.

Guillermo Cuesta escribió:Tu poema abre antros y otras obscenidades que reclaman su posición en este mundo en el que se enlazan todas las argollas
para tirar del carro de lo justo y lo envidiable. De colores y otras peripecias se visten los humanos para dar solución a tu dibujo
y tus esquemas que abren ciclo para todos los que piensan que supensamiento no tiene color no tono ajeno.

un abrazo

Así es Guillermo. Se trataba de exponer la obscenidad de ciertas intolerancias incongruentes con el tiempo que vivimos. Un mundo en que nos comunicaos con gentes y lugares de cualquier índole y en lugar de sacar el máximo provecho solo buscamos la forma de generar violencia.

Un abrazo.

Tigana Nelson escribió:En las primeras lecturas y respondiendo a tu pregunta final te diría que no hay xenofobia en ciertas profesiones, incluso parece que gusta lo exótico.
También me hace pensar en lo difícil que es la integración con tanta variedad de culturas, costumbres, etc. Muy, muy difícil.
Te diré que en mi barrio quedan cuatro castellanos, no te puedes ni imaginar lo que ha cambiado el lugar y no siempre para bien.
Sigo disfrutando de la lectura ya mañana, son cositas que se me han ocurrido a bote pronto.
Un besazo, gracias por el regalo. Estás sembrado.

Bien Ana. Has dado en la clave del tema en tus primeras frases. La xenofobia es una ilusión de la mente que se enerag cuando nos sentimos agredidos. Crece la xenofobia cuando la crisis es más profunda y deseamos encontrar un chivo expiatorio. Casi nunca nos miramos a nosotros. Otros siempre tienen la culpa.
¿Dónde estar el error de permitir que alguien desplace a una comunidad en sus ideas y costumbres? ¿Por qué la gente debe marcharse? Los que llegan y los que se van del barrio por miedo.

Dejo aquí la reflexión para continuar en el siguiente comentario que dejas.

Un besazo. Siempre tus puntitos.

Enhorabuena por el sabio decir en la descripción de la panoplia de vuelos de mariposa que nos regalas, para rematar, trayéndonos al suelo tras el vuelo con la pregunta final.
Un placer
Abrazos

Yo no veo xenofobia, son realidades de la vida. Tú expresas el ambiente con maestría.
Abrazos
Pilar

En un mundo cada vez más globalizado, más entremezclado, la xenofobia debería ser una idea trasnochada pero en un mundo cada vez más sacudido por la incertidumbre, buscamos un foco en el que verter nuestros miedos. Lo curioso es que si nos hiciésemos una prueba de A.D.N. muchos nos llevaríamos más de una sorpresa. Me ha gustado tu elaborada y lúcida propuesta.
Un abrazo.
Pepa

Como siempre un poemazo y un tema profundo, necesario, que con el bisturí´` de tu mirada y de tu pluma nos expones. Llevas razón en lo que dices y cuestionas, y lo expones además de manera admirable. Sólo bueno, mop. Un gran abrazo estimado amigo.

Magnífico poema, amigo, que lo descubrí ahora porque era la hora de descubrirlo. Aparte de ser un análisis agudo sobre la globalización, expuesta a tu ironía, explicas, de alguna manera, el ser humano y sus inconveniencias. Poemas así, cristalizados, sólo tú sabes escribir. Me han encantado todos esos personajes que pude visualizar. Mis abrazos, Armilo.