Poema

[Eduardo R. de la Cruz]

este es un poema que escribi hace ya tiempo, en verdad bastante tiempo, es un poco largo lo se y que necesidad de justificarlo ante lectores que son a su vez poetas; pues bien, este mismo es el reflejo de mi posicion ante "el poema"....
saludos.

_________________________________________

Poema
I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.

II.
El poema es despertar:
Cráneos blancos que suben al diván de un antro.
Buscan mediante la música, brazos de enfermos.
Un día entraron a los míos como un resplandor.
Adentro ya: te van bebiendo los ojos;
por eso, pozos como ves los míos,
han perdido ese dolor de ver, ese regocijo
de saber que sólo duermen
Cráneos blanco-marrón que persiguen jinetes.
Yeguas que bailan sobre los territorios de sus amos.
Allí llegan los cráneos a preñar la hierba que tragan
las yeguas.
Corren entonces los jinetes sobre animales muertos.
Huele allí a devastación, a placentas secas.
Allí nacen aquellos que conocen la verdadera noche.
Lumbres primigenias que beben de los hombres,
sus extremidades prohibidas.
Arden como el mar y sus oleajes humanos.

III.
El poema es despertar:
Pájaros que han abandonado la facultad del vuelo.
Vehemencia de pájaros que bailan sobre
la oscuridad de palabras extrañas.
Buscan enloquecidos, pero no encuentran esa paz.
Oran a la media noche por los favores recibidos.
Sueñan en la madrugada con ramas con alas.
-No me lleven, no se lleven mi canción-

Carguen ahora:
árboles con nidos hechos de mis dedos.
-ellos los arrullarán cuando regresen los azahares y,
cuando bajo la sombra de hojas que se mecen,
llegue la hora del apareamiento.
Cuando el miedo al aire, se desvanezca
por el tiritar de los nudillos de mis dedos-

IV.
El poema es despertar:
Sismos que se apropian de los únicos impulsos
que conservan las singladuras.
Dejan sedimentar tras el impudor de las horas
esa frialdad que recorre el cuerpo.
Esa llama invisible que sale por nuestros ojos,
para quemar aquello que sabemos,
no nos ha pertenecido.
Por eso es que lloramos del mar su único
nombre. Su extensión hirviente.
El llanto que esconde una máscara
riendo al conocer el sismo que sale
de nuestros márgenes óseos.
El peregrinar de ese sismo es quien
nos conduce la sangre.
El discurrir de esa fiebre, por nuestras
escamas
es quien verdaderamente
nos sacude llanto y rabia, admiración o nostalgia.

V.
El poema es despertar:
La veracidad de la locura. Porque:
Sólo vive quien se sabe un loco.
Sólo los locos pueden leer a los poetas,
los demás
no aspiramos sino a balbucearlos,
como un náufrago mientras se ahoga.
Hay en esa angustia -el naufragio:
un momento
en el que al saberse perdido
puede reconocerse el secreto
de la existencia.
Y al ser azotado por la siguiente singladura,
no se agita el cuerpo por miedo, no,
sino que al conocer
aquella revelación
se enciende el espíritu y
se empeña por pervivir, sólo por heredarle
a cualquiera,
su recién descubrimiento.

[Ligia Calderón Romero]

Grandes versos, un maravilloso resumen nos has hecho declamar en este magno poema, con sus bellas imágenes deslizandose en cada acto para regalarnos tan grata lectura.
Un honor llegar hasta tus generosos versos.
Saludos y mi admiración!!!!!!!!!

[Hallie Hernández Alfaro]

este es un poema que escribi hace ya tiempo, en verdad bastante tiempo, es un poco largo lo se y que necesidad de justificarlo ante lectores que son a su vez poetas; pues bien, este mismo es el reflejo de mi posicion ante "el poema"....
saludos.

_________________________________________

Poema
I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.

II.
El poema es despertar:
Cráneos blancos que suben al diván de un antro.
Buscan mediante la música, brazos de enfermos.
Un día entraron a los míos como un resplandor.
Adentro ya: te van bebiendo los ojos;
por eso, pozos como ves los míos,
han perdido ese dolor de ver, ese regocijo
de saber que sólo duermen
Cráneos blanco-marrón que persiguen jinetes.
Yeguas que bailan sobre los territorios de sus amos.
Allí llegan los cráneos a preñar la hierba que tragan
las yeguas.
Corren entonces los jinetes sobre animales muertos.
Huele allí a devastación, a placentas secas.
Allí nacen aquellos que conocen la verdadera noche.
Lumbres primigenias que beben de los hombres,
sus extremidades prohibidas.
Arden como el mar y sus oleajes humanos.

III.
El poema es despertar:
Pájaros que han abandonado la facultad del vuelo.
Vehemencia de pájaros que bailan sobre
la oscuridad de palabras extrañas.
Buscan enloquecidos, pero no encuentran esa paz.
Oran a la media noche por los favores recibidos.
Sueñan en la madrugada con ramas con alas.
-No me lleven, no se lleven mi canción-

Carguen ahora:
árboles con nidos hechos de mis dedos.
-ellos los arrullarán cuando regresen los azahares y,
cuando bajo la sombra de hojas que se mecen,
llegue la hora del apareamiento.
Cuando el miedo al aire, se desvanezca
por el tiritar de los nudillos de mis dedos-

IV.
El poema es despertar:
Sismos que se apropian de los únicos impulsos
que conservan las singladuras.
Dejan sedimentar tras el impudor de las horas
esa frialdad que recorre el cuerpo.
Esa llama invisible que sale por nuestros ojos,
para quemar aquello que sabemos,
no nos ha pertenecido.
Por eso es que lloramos del mar su único
nombre. Su extensión hirviente.
El llanto que esconde una máscara
riendo al conocer el sismo que sale
de nuestros márgenes óseos.
El peregrinar de ese sismo es quien
nos conduce la sangre.
El discurrir de esa fiebre, por nuestras
escamas
es quien verdaderamente
nos sacude llanto y rabia, admiración o nostalgia.

V.
El poema es despertar:
La veracidad de la locura. Porque:
Sólo vive quien se sabe un loco.
Sólo los locos pueden leer a los poetas,
los demás
no aspiramos sino a balbucearlos,
como un náufrago mientras se ahoga.
Hay en esa angustia -el naufragio:
un momento
en el que al saberse perdido
puede reconocerse el secreto
de la existencia.
Y al ser azotado por la siguiente singladura,
no se agita el cuerpo por miedo, no,
sino que al conocer
aquella revelación
se enciende el espíritu y
se empeña por pervivir, sólo por heredarle
a cualquiera,
su recién descubrimiento.

Este poema es un árbol movilizado de impulsos, sensaciones, vidas mil que se llevan entre la piel y las vértebras...galope preciso y bello de jinetes sanguíneos que mojan la travesía con palabras, esa fuerza misteriosa que arrastra y fecundiza ciertos ejes del espíritu humano.


En este caso la longitud ha sido un bono de regalo!


Se escuchan mis aplausos allá??

Abrazo y beso

Hallie

[Víctor Vergara Valencia]

I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.

II.
El poema es despertar:
Cráneos blancos que suben al diván de un antro.
Buscan mediante la música, brazos de enfermos.
Un día entraron a los míos como un resplandor.
Adentro ya: te van bebiendo los ojos;
por eso, pozos como ves los míos,
han perdido ese dolor de ver, ese regocijo
de saber que sólo duermen
Cráneos blanco-marrón que persiguen jinetes.
Yeguas que bailan sobre los territorios de sus amos.
Allí llegan los cráneos a preñar la hierba que tragan
las yeguas.
Corren entonces los jinetes sobre animales muertos.
Huele allí a devastación, a placentas secas.
Allí nacen aquellos que conocen la verdadera noche.
Lumbres primigenias que beben de los hombres,
sus extremidades prohibidas.
Arden como el mar y sus oleajes humanos.

III.
El poema es despertar:
Pájaros que han abandonado la facultad del vuelo.
Vehemencia de pájaros que bailan sobre
la oscuridad de palabras extrañas.
Buscan enloquecidos, pero no encuentran esa paz.
Oran a la media noche por los favores recibidos.
Sueñan en la madrugada con ramas con alas.
-No me lleven, no se lleven mi canción-


V.
El poema es despertar:
La veracidad de la locura. Porque:
Sólo vive quien se sabe un loco.
Sólo los locos pueden leer a los poetas,
los demás
no aspiramos sino a balbucearlos,

No hace mucho, en un comentario, me surgió como un decálogo ñoño de mi bitácora de vuelo, jaja. Este pentálogo tuyo, queda a su lado como una obra esencial. "El poema es derpertar", ya es pura esencia y contundencia.

¿Un poco gótico?. Creo que es mucho más que eso. No sé porqué algunas veces que te leo me surge el pensamiento de la estrecha y peculiar relación que tiene tu cultura con -la muerte- (ese saber o querer mirarla de frente). Al mismo tiempo me enlaza mucho con el espíritu romántico del XIX (admirado Bécquer en sus -leyendas-, por ejemplo). Y al mísmo tiempo con corrientes de toda época que entienden lo esotérico (o la esencia de lo esencial de las energías vitales). En todo momento no se me ha quitado de la cabeza "Riders on the storm" de the doors, pisas firme nuestro tiempo.
Una mezcla explosiva (y sobrada en riquezas) que roza el tuétano de la vida y lo hace sentir. Toca un poco mi gusto por el tremendísmo.

Perdona por toda esta etiquetación tonta e innecesaria, todo para decirte que me ha parecido un magnífico poema, para ser antiguo . Lo he releído.
Un abrazo.


.

[E. R. Aristy]

[quote="Eduardo R. de la Cruz"]
este es un poema que escribi hace ya tiempo, en verdad bastante tiempo, es un poco largo lo se y que necesidad de justificarlo ante lectores que son a su vez poetas; pues bien, este mismo es el reflejo de mi posicion ante "el poema"....
saludos.

_________________________________________

Poema
I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.

II.
El poema es despertar:
Cráneos blancos que suben al diván de un antro.
Buscan mediante la música, brazos de enfermos.
Un día entraron a los míos como un resplandor.
Adentro ya: te van bebiendo los ojos;
por eso, pozos como ves los míos,
han perdido ese dolor de ver, ese regocijo
de saber que sólo duermen
Cráneos blanco-marrón que persiguen jinetes.
Yeguas que bailan sobre los territorios de sus amos.
Allí llegan los cráneos a preñar la hierba que tragan
las yeguas.
Corren entonces los jinetes sobre animales muertos.
Huele allí a devastación, a placentas secas.
Allí nacen aquellos que conocen la verdadera noche.
Lumbres primigenias que beben de los hombres,
sus extremidades prohibidas.
Arden como el mar y sus oleajes humanos.

III.
El poema es despertar:
Pájaros que han abandonado la facultad del vuelo.
Vehemencia de pájaros que bailan sobre
la oscuridad de palabras extrañas.
Buscan enloquecidos, pero no encuentran esa paz.
Oran a la media noche por los favores recibidos.
Sueñan en la madrugada con ramas con alas.
-No me lleven, no se lleven mi canción-

Carguen ahora:
árboles con nidos hechos de mis dedos.
-ellos los arrullarán cuando regresen los azahares y,
cuando bajo la sombra de hojas que se mecen,
llegue la hora del apareamiento.
Cuando el miedo al aire, se desvanezca
por el tiritar de los nudillos de mis dedos-

IV.
El poema es despertar:
Sismos que se apropian de los únicos impulsos
que conservan las singladuras.
Dejan sedimentar tras el impudor de las horas
esa frialdad que recorre el cuerpo.
Esa llama invisible que sale por nuestros ojos,
para quemar aquello que sabemos,
no nos ha pertenecido.
Por eso es que lloramos del mar su único
nombre. Su extensión hirviente.
El llanto que esconde una máscara
riendo al conocer el sismo que sale
de nuestros márgenes óseos.
El peregrinar de ese sismo es quien
nos conduce la sangre.
El discurrir de esa fiebre, por nuestras
escamas
es quien verdaderamente
nos sacude llanto y rabia, admiración o nostalgia.

V.
El poema es despertar:
La veracidad de la locura. Porque:
Sólo vive quien se sabe un loco.
Sólo los locos pueden leer a los poetas,
los demás
no aspiramos sino a balbucearlos,
como un náufrago mientras se ahoga.
Hay en esa angustia -el naufragio:
un momento
en el que al saberse perdido
puede reconocerse el secreto
de la existencia.
Y al ser azotado por la siguiente singladura,
no se agita el cuerpo por miedo, no,
sino que al conocer
aquella revelación
se enciende el espíritu y
se empeña por pervivir, sólo por heredarle
a cualquiera,
su recién descubrimiento.

[/quote]


La odisea y necesidad inherente del poema se derraman aquí, se desdoblan y aparece su vórtice espiritual. Todo el poema está poblado de singulares imágenes. Destaco su cierre porque es un abrazo al lector, la entrega, el regalo de La poesía....tómalo, vuela, es nuestro, parece decir, y es realmente lo que completa el círculo espirtual del poema, su voz articulando lo que para muchos es inexpresable. Gracias estimado Eduardo por compartir el despertar de tu poema.

[Luna de Nos]

este es un poema que escribi hace ya tiempo, en verdad bastante tiempo, es un poco largo lo se y que necesidad de justificarlo ante lectores que son a su vez poetas; pues bien, este mismo es el reflejo de mi posicion ante "el poema"....
saludos.

_________________________________________

Poema
I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.

II.
El poema es despertar:
Cráneos blancos que suben al diván de un antro.
Buscan mediante la música, brazos de enfermos.
Un día entraron a los míos como un resplandor.
Adentro ya: te van bebiendo los ojos;
por eso, pozos como ves los míos,
han perdido ese dolor de ver, ese regocijo
de saber que sólo duermen
Cráneos blanco-marrón que persiguen jinetes.
Yeguas que bailan sobre los territorios de sus amos.
Allí llegan los cráneos a preñar la hierba que tragan
las yeguas.
Corren entonces los jinetes sobre animales muertos.
Huele allí a devastación, a placentas secas.
Allí nacen aquellos que conocen la verdadera noche.
Lumbres primigenias que beben de los hombres,
sus extremidades prohibidas.
Arden como el mar y sus oleajes humanos.

III.
El poema es despertar:
Pájaros que han abandonado la facultad del vuelo.
Vehemencia de pájaros que bailan sobre
la oscuridad de palabras extrañas.
Buscan enloquecidos, pero no encuentran esa paz.
Oran a la media noche por los favores recibidos.
Sueñan en la madrugada con ramas con alas.
-No me lleven, no se lleven mi canción-

Carguen ahora:
árboles con nidos hechos de mis dedos.
-ellos los arrullarán cuando regresen los azahares y,
cuando bajo la sombra de hojas que se mecen,
llegue la hora del apareamiento.
Cuando el miedo al aire, se desvanezca
por el tiritar de los nudillos de mis dedos-

IV.
El poema es despertar:
Sismos que se apropian de los únicos impulsos
que conservan las singladuras.
Dejan sedimentar tras el impudor de las horas
esa frialdad que recorre el cuerpo.
Esa llama invisible que sale por nuestros ojos,
para quemar aquello que sabemos,
no nos ha pertenecido.
Por eso es que lloramos del mar su único
nombre. Su extensión hirviente.
El llanto que esconde una máscara
riendo al conocer el sismo que sale
de nuestros márgenes óseos.
El peregrinar de ese sismo es quien
nos conduce la sangre.
El discurrir de esa fiebre, por nuestras
escamas
es quien verdaderamente
nos sacude llanto y rabia, admiración o nostalgia.

V.
El poema es despertar:
La veracidad de la locura. Porque:
Sólo vive quien se sabe un loco.
Sólo los locos pueden leer a los poetas,
los demás
no aspiramos sino a balbucearlos,
como un náufrago mientras se ahoga.
Hay en esa angustia -el naufragio:
un momento
en el que al saberse perdido
puede reconocerse el secreto
de la existencia.
Y al ser azotado por la siguiente singladura,
no se agita el cuerpo por miedo, no,
sino que al conocer
aquella revelación
se enciende el espíritu y
se empeña por pervivir, sólo por heredarle
a cualquiera,
su recién descubrimiento.

Eduardo, los comentarios previos dicen mucho de este poema, aunque el poema por sì mismo lo haga.
Sòlo me queda decirte, que tu poesìa -en este poema, en todos- va màs allà y se distingue por peso estilìstico, contextual, pero a la vez tambièn atemporal, y creo eso es algo sumamente difìcil de lograr, mis respetos a ti como poeta , un beso, Luna.-

[Eduardo R. de la Cruz]

Grandes versos, un maravilloso resumen nos has hecho declamar en este magno poema, con sus bellas imágenes deslizandose en cada acto para regalarnos tan grata lectura.
Un honor llegar hasta tus generosos versos.
Saludos y mi admiración!!!!!!!!!

es mas grato para mi compartir esa llama que no cesa Ligia, gracias por tu lectura, siempre deja una sensación grata leer los comentarios de los poetas de este espacio. saludos y hasta pronto.

Este poema es un árbol movilizado de impulsos,sensaciones, vidas mil que se llevan entre la piel y lasvértebras...galope preciso y bello de jinetes sanguíneos que mojan latravesía con palabras, esa fuerza misteriosa que arrastra y fecundizaciertos ejes del espíritu humano.


En este caso la longitud ha sido un bono de regalo!


Se escuchan mis aplausos allá??

Abrazo y beso

Hallie

Hallie, "de qué servirán los poemas, si no nacen de la llama, de la necesidad o del espíritu de cada lector ...?"

¿que si se ha escuchado?, Hallie como un relámpago que anuncia el rugido del vientre del cielo, ni mas ni menos....

pd. y voto porque la próxima nos leamos desde donde Borges y Pizarnik. un beso.

Nohace mucho, en un comentario, me surgió como un decálogo ñoño de mibitácora de vuelo, jaja. Este pentálogo tuyo, queda a su lado comouna obra esencial. "El poema es derpertar", ya es pura esencia y contundencia.

¿Unpoco gótico?. Creo que es mucho más que eso. No sé porqué algunasveces que te leo me surge el pensamiento de la estrecha y peculiarrelación que tiene tu cultura con -la muerte- (ese saber o querermirarla de frente). Al mismo tiempo me enlaza mucho con el espírituromántico del XIX (admirado Bécquer en sus -leyendas-, porejemplo). Y al mísmo tiempo con corrientes de toda época queentienden lo esotérico (o la esencia de lo esencial de las energíasvitales). En todo momento no se me ha quitado de la cabeza "Riders onthe storm" de the doors, pisas firme nuestro tiempo.
Unamezcla explosiva (y sobrada en riquezas) que roza el tuétano de lavida y lo hace sentir. Toca un poco mi gusto por el tremendísmo.

Perdona por toda esta etiquetación tonta e innecesaria, todo para decirte que me ha parecido un magnífico poema, para ser antiguo . Lo he releído.
Un abrazo.

Victor, te he de decir que en mi vida personal no nonozco en carne y hueso a alguien que le apasione lanzar dardos de letras, que nadie entiende o siente o ya no digas interpreta; asi que este posteo de mi parte y donde quiera que lo lean y comenten es, un dialogo entre el poema y lo que deberia ser el poema y eso, nunca sera innecesario, muchisimas gracias por tus lineas.

personalmente creo que mi cultura mas que querer ver de frente a la muerte, lucha por ver de frente a la vida, tanto que dos dias al año en Mexico se celebra y se departe con los difuntos que al menos "vuelven" y unen a los suyos, es complejo si.

La odisea y necesidad inherente del poema sederraman aquí, se desdoblan y aparece su vórtice espiritual. Todo elpoema está poblado de singulares imágenes. Destaco su cierre porque esun abrazo al lector, la entrega, el regalo de La poesía....tómalo,vuela, es nuestro, parece decir, y es realmente lo que completa elcírculo espirtual del poema, su voz articulando lo que para muchos esinexpresable. Gracias estimado Eduardo por compartir el despertar detu poema.

gracias me has tocado eh, que bello lo que dices, porque me recuerda ese poema con el que la poesia compro mi alma, "coge la manzana, hincale el diente y andate silbando en el camino". ademas tienes gran razon en lo que manifiesta el poema al final, es el grito de Arquimides desnudo por la calle diciendo: lo encontre, lo encontre... como poetiza seguro me comprendes.

Eduardo, los comentarios previos dicen mucho de este poema, aunque el poema por sì mismo lo haga.
Sòlo me queda decirte, que tu poesìa -en este poema, en todos- vamàs allà y se distingue por peso estilìstico, contextual, pero a lavez tambièn atemporal

Luna, eres una influencia grata para mi, y no se trata del juego del ping pong, siempre es muy grato poner a consideracion para mi esas cosillas y que vos me regales el tiempo para conversarlas. saludos y besos.

[Lourdes Spin]

*



Si, Eduardo, todo eso es el poema para ti y también para todos nosotros:

I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.


Y mucho mâs que iremos descubriendo en el camino mientras vayamos desertando de nosotros mismo.

El poema es directo, libre, reflexivo en su mensaje. He visto algunas asonancias que no te lo señalo como falla, simplemente para que lo tengas en cuenta, es un estilo, que en mi modesto entender me sabe a prosa.

Gracias por esta estrofa que te señalo a continuaciôn porque me ha llegado muy particularmente:

IV.
El poema es despertar:
Sismos que se apropian de los únicos impulsos
que conservan las singladuras.
Dejan sedimentar tras el impudor de las horas
esa frialdad que recorre el cuerpo.
Esa llama invisible que sale por nuestros ojos,
para quemar aquello que sabemos,
no nos ha pertenecido.
Por eso es que lloramos del mar su único
nombre. Su extensión hirviente.
El llanto que esconde una máscara
riendo al conocer el sismo que sale
de nuestros márgenes óseos.
El peregrinar de ese sismo es quien
nos conduce la sangre.
El discurrir de esa fiebre, por nuestras
escamas
es quien verdaderamente
nos sacude llanto y rabia, admiración o nostalgia.


Te saludo muy afectuosamente


Lourdes

[Eduardo R. de la Cruz]

*



Si, Eduardo, todo eso es el poema para ti y también para todos nosotros:

I.
El poema es despertar:
impulsos, que nos convidan su fuerza de voluntad.
Extremidades.
Escaleras de huesos, techos de uñas.
Grietas que han sido abiertas por esos techos.
Luz que ha encontrado en nuestra disposición
lechos.
Allí hacemos de los pecados veniales
una
confabulación de barcas que después
del naufragio, perduran en la memoria.
Los maderos de aquellas barcas,
despiertan para narrarnos
que extrañas fuerzas, inexplicables
nombres que vibran de miedo ante el polvo
los arrojaron del mar.


Y mucho mâs que iremos descubriendo en el camino mientras vayamos desertando de nosotros mismo.

El poema es directo, libre, reflexivo en su mensaje. He visto algunas asonancias que no te lo señalo como falla, simplemente para que lo tengas en cuenta, es un estilo, que en mi modesto entender me sabe a prosa.

Gracias por esta estrofa que te señalo a continuaciôn porque me ha llegado muy particularmente:

IV.
El poema es despertar:
Sismos que se apropian de los únicos impulsos
que conservan las singladuras.
Dejan sedimentar tras el impudor de las horas
esa frialdad que recorre el cuerpo.
Esa llama invisible que sale por nuestros ojos,
para quemar aquello que sabemos,
no nos ha pertenecido.
Por eso es que lloramos del mar su único
nombre. Su extensión hirviente.
El llanto que esconde una máscara
riendo al conocer el sismo que sale
de nuestros márgenes óseos.
El peregrinar de ese sismo es quien
nos conduce la sangre.
El discurrir de esa fiebre, por nuestras
escamas
es quien verdaderamente
nos sacude llanto y rabia, admiración o nostalgia.


Te saludo muy afectuosamente


Lourdes

Lourdes, te agradezco tus observaciones, primero porque es un texto ya entrado en años y al cabo de ellos esa selva se torna en fecundidad de valles y, cuando se es un lector rabioso no se entiende, sino hasta después de llegar a los horizontes y descubrir que allí delante siguen otros. encantado que pase por aquí una poetiza tan representativa. saludos cordiales.