La montaña sobre los párpados

[J. J. Martínez Ferreiro]

Desde Lugo, bajando los montes de “A gañidoira” se llega a Viveiro.

Centellea el silencio sobre un tiempo
trasnochado de caras, frío y sórdido;
podrido de años quietos que se olvidan
en la floja tiniebla de la altura.
El alma arcana del invierno
ha nacido esta vez con mucho espanto.
La hierba se arrincona.
Sueña el hongo agua y tierra pausada.
Despierta la montaña desafiante
a la errática alma de los potros,
a la tristeza de las vacas
y al denso planear de los miñatos.

Tarde o más lejos,
el fulgor verde de los bosques
azulea sobre las aguas
y enardece pequeñas lanchas quietas;
cavila gris el humo de los barcos;
atrapa en manos francas, enseres y aparejos,
cantos y resplandor de peces
que tal vez algún ahogado
pinceló, ocres, en Celeiro.
Toda esta impalpable nervadura,
izada por corrientes locas,
transborda el gusto a mar hasta el rocío de los pinos,
encandeciendo la mirada gris
de gentes y lugares, penados y otras sombras
―muchedumbre callada sin el rigor de los relojes;
flores raras, colores desplomados
de la montaña quieta sobre los párpados,
en el rumor de oro
de una mañana que se muere sola.

[Marisa Peral]

[quote="J. J. M. Ferreiro"]

Hermoso el paisaje -y el paisanaje-

Y hermoso este poema que llevo para leer y releer.
Me ha gustado mucho todo, el ritmo el color, y esos versos sentidos y llenos de vida.
Gracias por el regalo J.J. y biquiños.

[M. Sánchez]

Aprovecho para dejarte mi impresión muy grata de este poema. Es la impresión que suele dejar la buena poesía. Ha sido un gusto leerte. El poema tiene versos brillantes, como por ejemplo el que da nombre al poema, que resulta bello y muy eficaz.

Un fuerte abrazo, amigo.

[Guillermo Cumar.]

Un Arca de Noé, equilibrado y bien dispuesto, reflota retratos de poesía natural bajo la ecuación de metáforas
consagradas y afines.

Un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

Desde Lugo, bajando los montes de “A gañidoira” se llega a Viveiro.

Centellea el silencio sobre un tiempo
trasnochado de caras, seco y sórdido;
podrido de años quietos que se olvidan
en la floja tiniebla de la altura.
El alma arcana del invierno
ha nacido esta vez con mucho espanto.
La hierba se arrincona.
Sueña el hongo agua y tierra pausada.
Despierta la montaña desafiante
a la errática alma de los potros,
a la tristeza de las vacas
y al denso planear de los miñatos.

Tarde o más lejos,
el fulgor verde del pinar
azulea sobre las aguas
y enardece pequeñas lanchas quietas;
cavila gris el humo de los barcos;
atrapa en manos francas, enseres y aparejos,
cantos y resplandor de peces
que tal vez algún ahogado
pinceló, ocres, en el puerto.
Toda esta impalpable nervadura,
izada por corrientes locas,
transborda el gusto a mar hasta el rocío de los pinos,
encandeciendo la mirada gris
de gentes y lugares, penados y otras sombras
―muchedumbre callada sin el rigor de los relojes;
flores raras, colores desplomados
de la montaña quieta sobre los párpados,
en el rumor de oro
de una mañana que se muere sola.

Me ha gustado mucho el poema, que me parece fabuloso. Esa estampa marinera, la descripción del paisaje, me recuerda mucho a la costa occidental asturiana. Vienen a mí el color desde el que atalaya la pizarra, el olor a salitre y los verdes y azules aromas en los que se encuentran inmersos esos pueblos. Te felicito por tan bella obra.
Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Es un gran poema, amigo Ferrreiro, que hace posible que el pinar de olvidos acomode sus agujas para que existan paisajes come este, exentos de la dulcificación innecesaria de la palabra. Mis abrazos. Me gusta que, en tus poemas, la percepción sobre el universo tiene que ver con el habito de cuervos del alma. Sí, creo que eres un poeta gótico, pero no estoy seguro del resultado de esta afirmación mía. Abrazos.

[E. R. Aristy]

Desde Lugo, bajando los montes de “A gañidoira” se llega a Viveiro.

Centellea el silencio sobre un tiempo
trasnochado de caras, seco y sórdido;
podrido de años quietos que se olvidan
en la floja tiniebla de la altura.
El alma arcana del invierno
ha nacido esta vez con mucho espanto.
La hierba se arrincona.
Sueña el hongo agua y tierra pausada.
Despierta la montaña desafiante
a la errática alma de los potros,
a la tristeza de las vacas
y al denso planear de los miñatos.


Tarde o más lejos,
el fulgor verde del pinar
azulea sobre las aguas
y enardece pequeñas lanchas quietas;
cavila gris el humo de los barcos;
atrapa en manos francas, enseres y aparejos,
cantos y resplandor de peces
que tal vez algún ahogado
pinceló, ocres, en el puerto.
Toda esta impalpable nervadura,
izada por corrientes locas, u
transborda el gusto a mar hasta el rocío de los pinos,
encandeciendo la mirada gris
de gentes y lugares, penados y otras sombras
―muchedumbre callada sin el rigor de los relojes;
flores raras, colores desplomados
de la montaña quieta sobre los párpados,
en el rumor de oro
de una mañana que se muere sola.

Ferreiro me maravillas, es n poema de extraordinaria belleza y maestría.
Abrazos, ERA

[Carmen Pla]

Una descripción de bellas imágenes, recorres mientras lees el paisaje.
Un placer de lectura.
Un abrazo.

[Pilar Morte]

Me gustan mucho este tipo de poemas, llenos de naturaleza y vida. Felicidades
Abrazos
Pilar

[Ventura Morón]

Se siente desde la emoción, el paisaje. Se vive en los versos, traspasa su recuerdo, y uno se apropia de tu mirada, como si fuera propia. Unos versos para deleitarse, amigo.
Abrazos

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Ferreiro.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Hermoso el paisaje -y el paisanaje-

Y hermoso este poema que llevo para leer y releer.
Me ha gustado mucho todo, el ritmo el color, y esos versos sentidos y llenos de vida.
Gracias por el regalo J.J. y biquiños.

Gracias Marisa, por tan generosos comentarios en la apertura de este tema.

Un bico

[Rosa Marzal]

Gran poema, amigo Ferreiro, un hermoso viaje que impronta en la mirada y araña la memoria.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Aprovecho para dejarte mi impresión muy grata de este poema. Es la impresión que suele dejar la buena poesía. Ha sido un gusto leerte. El poema tiene versos brillantes, como por ejemplo el que da nombre al poema, que resulta bello y muy eficaz.

Un fuerte abrazo, amigo.

Gracias, amigo Manuel, por tan generosos comentarios. Celebro que los hayas disfrutado.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Bellísimo poema, J.J. Vienen a mi cabeza las imágenes de "A gañidoira" y sobre ellas me deleito con la maestría de tus versos. Felicidades e unha aperta.

PD Mi familia es originaria de Muras, así que puedes suponer que conozco bien el sitio.