La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Os meus ollos abritan unha leira de acougo
aquí, nos álamos de Area,
mentres sinto morrer ao mar.
É no bater costeiro onde o alma sucumbe.
Ah... as vizosas augas de fondas criadeiras!
Nesta quietude que respiro,
penetra en min o arcano dos insectos,
o aire maduro dun á,
a colleita nova da terra.
Alá, ao lonxe, os cumes do Vicedo
xiran a todo vento
o desatino dos muiños
aquí, moi preto, o varal
creba a súa luz de pau seco,
ceiba o ferreiro os seus filigranas no aire,
refulxen ao Sol os pedais no alto
a bicicleta, e detrás, ao fondo,
farfalla a escuma un remuíño excéntrico.
De súpeto, todo se aquieta.
Enmudece a prata dos álamos ao cegador azul.
Silencio.
Hoxe, a mañá
discorreu a través de min,
e ollei doutra maneira.
Version en castellano:
Mis ojos entretienen el aliento,
aquí, bajo los álamos de Area,
mientras siento morir al mar.
Es en el retumbar costero
donde mi alma se derrumba.
¡Ah… las fértiles aguas de profundas matrices!
En esta quietud que respiro,
penetra en mí el arcano de los insectos,
el aire maduro de un ala,
la cosecha reciente de la tierra.
Allá, lejanas, las cumbres de O Vicedo
giran a todo viento locuras de veleta,
aquí, muy cerca, la baranda
cruje su luz de palo seco,
un carbonero lanza al aire sus filigranas,
brillan al Sol los pedales en alto
la bicicleta, y detrás, al fondo,
balbucea la espuma un remolino excéntrico.
De repente, todo se aquieta.
Enmudece la plata de los álamos
al cegador azul.
Silencio.
Hoy, la mañana
ha fluido a través de mí,
y he mirado de otra manera.
J. J. M. Ferreiro escribió:
Mis ojos abren un taller de quietud,
aquí, bajo los álamos de Area,
mientras siento morir al mar.
Es en el retumbar costero
donde mi alma se derrumba.
¡Ah… las fértiles aguas de profundas matrices!
En este aire que respiro,
penetra en mí el arcano de los insectos,
la fruta madura de un ala,
la danza fresca de la tierra.
Allá, lejanas, las cumbres de O Vicedo
giran a todo viento locuras de veleta.
Y aquí, muy cerca, la baranda
cruje su luz de palo seco;
un carbonero lanza al aire sus limpias filigranas;
brillan al Sol los pedales en alto la bicicleta,
y muy al fondo murmuran las espumas
un remolino excéntrico.
Todo se aquieta de repente.
Enmudece la plata de los álamos
al cegador azul.
Silencio.
Hoy, la mañana se ha vertido a través de mí,
y he mirado de otra manera.
Aplaudo con entusiasmo este admirable poema donde se demuestra que es el hombre quien crea y recrea los mundos. Los chispazos surrealistas adheridos al tronco argumental preestablecido levantan el vuelo lírico hasta alturas asombrosas que emocionan. Para mi gusto, has escrito un poema que sobresale sobre el conjunto de tu obra. El Ritmo es un lujo de la forma; y el final es de antología (inundado de magia poética). Albricias.
Un abrazo grande, poeta.
Óscar
La compasión es la manifestación civilizada del desprecio.
Coincido con Óscar.
Para mi gusto, uno de los mejores poemas que te he leído. Me parece realmente espléndido, lo tiene todo para emocionar a un lector. Lo siento en un registro más cercano, ligeramente distinto al que acostumbras.
Te felicito, querido amigo.
Un abrazo.
J. Manuel
Ferreiro, me ha gustado mucho este poema, amigo. me ha gustado, sobre todo, que has conseguido condensar el paisaje
de tal manera que que el lector puede percibir un momento irreductible. Abrazo.
Óscar Distéfano escribió:Aplaudo con entusiasmo este admirable poema donde se demuestra que es el hombre quien crea y recrea los mundos. Los chispazos surrealistas adheridos al tronco argumental preestablecido levantan el vuelo lírico hasta alturas asombrosas que emocionan. Para mi gusto, has escrito un poema que sobresale sobre el conjunto de tu obra. El Ritmo es un lujo de la forma; y el final es de antología (inundado de magia poética). Albricias.
Un abrazo grande, poeta.
Óscar
Gracias, Óscar, por abrir este tema con tan generosos comentarios. Celebro que hayas disfrutado de estos instantes en "Area", un rincón litoral paradisíaco "da Mariña luguesa".
J. J. M. Ferreiro escribió:
Mis ojos abren un taller de aliento,
aquí, bajo los álamos de Area,
mientras siento morir al mar.
Es en el retumbar costero
donde mi alma se derrumba.
¡Ah… las fértiles aguas de profundas matrices!
En esta quietud que respiro,
penetra en mí el arcano de los insectos,
el aire maduro de un ala,
la cosecha reciente de la tierra.
Allá, lejanas, las cumbres de O Vicedo
giran a todo viento locuras de veleta,
aquí, muy cerca, la baranda
cruje su luz de palo seco,
un carbonero lanza al aire sus filigranas,
brillan al Sol los pedales en alto
la bicicleta, y detrás, al fondo,
balbucea la espuma un remolino excéntrico.
Todo se aquieta de repente.
Enmudece la plata de los álamos
al cegador azul.
Silencio.
Hoy, la mañana
ha fluido a través de mí,
y he mirado de otra manera.
Inspirados versos para un magnífico poema, donde el hombre se deja atrapar por la naturaleza para fundirse con ella.
Un abrazo y mi aplauso.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
J. J. M. Ferreiro escribió:
Mis ojos abren un taller de aliento,
aquí, bajo los álamos de Area,
mientras siento morir al mar.
Es en el retumbar costero
donde mi alma se derrumba.
¡Ah… las fértiles aguas de profundas matrices!
En esta quietud que respiro,
penetra en mí el arcano de los insectos,
el aire maduro de un ala,
la cosecha reciente de la tierra.
Allá, lejanas, las cumbres de O Vicedo
giran a todo viento locuras de veleta,
aquí, muy cerca, la baranda
cruje su luz de palo seco,
un carbonero lanza al aire sus filigranas,
brillan al Sol los pedales en alto
la bicicleta, y detrás, al fondo,
balbucea la espuma un remolino excéntrico.
Todo se aquieta de repente.
Enmudece la plata de los álamos
al cegador azul.
Silencio.
Hoy, la mañana
ha fluido a través de mí,
y he mirado de otra manera.
Si en otros poema te encuentro telúrico, en este estás casi etéreo de puro lírico. Emoción profunda imbricada al verso. Dan pero que muchas ganas de pasearse por tus paisajes. Un lujo, Ferreiriño. Bicos para toda la familia.
Un abrazo.
Pepa
Prefiero ser verbal
y no adjetiva.
Perfecta ¿para qué?
si no es amandote.
jose manuel saiz escribió:Coincido con Óscar.
Para mi gusto, uno de los mejores poemas que te he leído. Me parece realmente espléndido, lo tiene todo para emocionar a un lector. Lo siento en un registro más cercano, ligeramente distinto al que acostumbras.
Te felicito, querido amigo.
Un abrazo.
J. Manuel
Viejo amigo ¡Qué alegría volverte a ver en este sitio! Celebro que hayas disfrutado de estos versos.
Ya voy echando de menos una de esas noches de desmadre con Jim Morrisón de la mano.
Un fuerte abrazo.
Viejo amigo ¡Qué alegría volverte a ver en este sitio! Celebro que hayas disfrutado de estos versos.
Ya voy echando de menos una de esas noches de desmadre con Jim Morrisón de la mano.
Como ves, he escrito una versión en galego del poema, a ver si te gusta.
Ramón Carballal escribió:Conozco bien esa bellísima zona de nuestra tierra, por eso aplaudo más si cabe lo inspirado de estos versos. Un trabajo excelente. Unha aperta.
Graciñas, colega, celebro que o disfrutases, sobre todo coñecendo o lugar.
Como ve, colguei a versión en galego, á que lle din moitísimas voltas... a ver se gusta.
