Otras cosas

[Rosa Marzal]

Perdóname si hoy no he sangrado,
si no he tenido tiempo de morir un poquito.

He estado en otras cosas.
Me urgía vestir la tarde de reloj para cuadrar las cuentas
del abismo,
tantear el binomio de los ángeles,
desvirgar una a una las estrellas,
arrojar al infierno las libélulas.

Bien sabes mi vocación de canto rodado bajo el cielo.
Bien sabes que siembro raíces de uralita
para no hacerme añicos,
que puedo amedrentar a las lágrimas sin rozarles
ni un cabello siquiera.

El caso es que hoy no te he pensado, amor,
y ya ves, ni un rasguño,
ni una mínima sombra,
ni un verbo donde mecer tus pájaros
ausentes.

Perdona si hoy no he tenido tiempo de quebrarme.

Si no he vuelto a morir mientras no me soñabas.

[Guillermo Cumar.]

Nadie podrá negarte ese perdón que solicitas tan sugerente y entregada a otros avatares, a otras cosas.
por mi parte te perdono y un aplauso va en camino sideral hasta encontrarte desvirgando esrellas.

un abrazo

[Armilo Brotón]

Una enorme metáfora de la desilusión expuesta con humor ácido, más bien ironía.
Impecable en el formato, que siempre trabajas muy bien.

Un cordial saludo Rosa.

[Rafel Calle]

Hermoso y evocador poema de Rosa.

[Pilar Morte]

Me ha encantado deslizarme por tus versos, recrearme en el lirismo del poema. Me gustó mucho
Abrazos
Pilar

[Marius Gabureanu]

Un poema muy bello, querida amiga. Para mí es un poema de amor, que ha escondido su voz en los nenúfares de la meditación profunda sobre uno mismo y sobre el acto de crear, que a veces supone cruzar las barreras de lo imposible, arrojar al infierno las libélulas, convertir al tiempo en un café de recuerdos, del que yo disfruto al leerte. Muchas gracias por compartir tu arte, Rosa. Mis abrazos sinceros.

[Just Gafar]

Bien sabes mi vocación de canto rodado bajo el cielo.
Bien sabes que siembro raíces de uralita
para no hacerme añicos,
que puedo amedrentar a las lágrimas sin rozarles
ni un cabello siquiera.

El caso es que hoy no te he pensado, amor,
y ya ves, ni un rasguño,
ni una mínima sombra,
ni un verbo donde mecer tus pájaros
ausentes.

Versos de altísimo nivel, Rosa. Son bellísimos. Esta honestidad del no pensado, me ha sacudido el alma.
Me gustó muchísimo.

Un placer leerte.

[Mirta Elena Tessio]

Hola Rosa, te leo y te descubro en un lenguaje de dolor, hambriento de silencios rotos para decir,
........
Perdóname si hoy no he sangrado,
si no he tenido tiempo de morir un poquito.

He estado en otras cosas.
Me urgía vestir la tarde de reloj para cuadrar las cuentas
del abismo,
tantear el binomio de los ángeles,
desvirgar una a una las estrellas,
arrojar al infierno las libélulas.
...........

Me llevo tu poema, no es justo arrojar al infierno las libélulas, pero así te liberas.

Te veo como lectora, una bella libélula, que adorna un paraje de ternura.

¿Quién se atreve a no perdonarte?.

Gran entrega Poeta.
Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Un poema que se va enriqueciendo en las sucesivas lecturas. Intenso, lírico, irónico, bello. Para recordar.
Un abrazo.
Pepa

[Rosa Marzal]

Nadie podrá negarte ese perdón que solicitas tan sugerente y entregada a otros avatares, a otras cosas.
por mi parte te perdono y un aplauso va en camino sideral hasta encontrarte desvirgando esrellas.

un abrazo

Muchas gracias, amigo Guillermo, por tu generosidad con mis versos.

Un fuerte abrazo.

[Rosa Marzal]

Una enorme metáfora de la desilusión expuesta con humor ácido, más bien ironía.
Impecable en el formato, que siempre trabajas muy bien.

Un cordial saludo Rosa.

Gracias, Armilo, no sé si definirlo como humor, en cualquier caso, este poema decidió vestir de agridulce para expresarse adecuadamente.

Me alegra que te haya gustado.

Un abrazo, compañero.

[Rosa Marzal]

Hermoso y evocador poema de Rosa.

Gracias por tus apreciaciones, estimado amigo.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

El último verso pone broche de oro a este logrado poema. Lo he disfrutado. Un abrazo.