El río

[jose manuel saiz]

EL RÍO

El río
parece siempre el mismo…
pero nunca es el mismo.
Tampoco yo soy el de entonces:
el niño que jugaba en sus orillas
con un futuro y una vida
por delante.
De pequeño
me gustaba escuchar al río
tumbado entre los sauces.
Con guijarros hacía
murallas y castillos,
bajo el lodo guardaba
secretos y tesoros...
cuántas veces sus peces fueron
amigos que jugaban
nadando entre mis pies.
Yo crecía, él fluía, yo escuchaba
y él me hablaba, y sus aguas cristalinas
significaron para mí,
en ese tiempo,
la dicha de una estable
y dulce compañía.
Todo era claro y puro
a orillas de este río.
Percibí tantas veces
su cálida armonía
que la vida llegaba a mi encuentro
como una ola
de paz y de ternura
(y el mundo, agazapado,
colmaba de ilusiones mi presente).
No siempre he sido niño.
No siempre estuve solo.
A veces un amor me sonreía
y, entre abrazos, promesas y caricias,
mi alma se estremecía entre las ramas
serenas de los sauces.
…Y de pronto, hoy, aquí,
pescando en el umbral de mis recuerdos,
siento que mi pasado se abre paso
dichoso como entonces.

Sin embargo,
ya nada será igual,
ni alumbrará la misma luz,
azul, de aquellos días.
Pronto llegará esa aurora
que borre de este valle
mis huellas para siempre.
Y ya no habrá un futuro y un amor
con qué soñar.
El río seguirá su curso, tierra adentro,
cuando me vaya;
y mi espíritu, cándido y nostálgico,
se alejará en silencio,
prendido a los meandros
tranquilos de la tarde.
Cuando me haya ido, cada primavera
se llevará más lejos mi legado
y solo quedará mi nombre
al sur de alguna parte;
sin amores, sin sueños,
sin rastro de los peces que nadaban
jugando entre mis pies.
El valle será otro,
el presente será distinto, el río
tampoco será el mismo
(me olvidará,
seguirá fluyendo
y ya no habrá ni rastro de mi paso
por el mundo…
Seré solo uno más de mis barquitos
de papel).

Pero no todo
acabará conmigo.
Y, lo mismo que otro niño
antes que yo
creció a su amparo,
mañana habrá otro joven
pescando en sus orillas,
alguien con un presente y un futuro
como el mío: radiante como el valle,
sereno como el aire
y dulce como el agua
de este río…
y a la espera de un primer
amor que le sonría.


--oOo--

[Pilar Morte]

Me ha encantado volver a leer este poema con un ritmo estupendo y una nostalgia muy bien plasmada. Felicidades, tu poesía se perfecciona.
Besos
Pilar

[E. R. Aristy]

EL RÍO


El río,
parece el mismo… sí,
parece… incluso, creí sentir, por un instante... Pero no, yo sé
que nunca será el mismo. Tampoco yo soy el de entonces:
el niño que jugaba en sus orillas con un futuro y una vida
por delante.

De chiquillo
me gustaba escuchar al río escondido entre los álamos.
Con guijarros hacía mi castillo, bajo las cañas
guardaba algún tesoro y, cuántas veces,
sus peces de colores fueron juguetes vivos
huyendo de mis manos.

Yo jugaba, él fluía, yo crecía
y él me hablaba, y sus aguas cristalinas significaron para mí
durante mucho tiempo, la dicha de una estable
y dulce compañía. Todo me parecía claro y puro
a orillas de este río. Sentí tantas veces su cálida armonía
que el futuro llegaba a mi encuentro como una ola de ternura
(y el mundo, agazapado, colmaba de ilusiones mi presente).

No siempre estuve solo.
A veces, un amor me sonreía y, entre promesas,
miradas y caricias, jugábamos a escondernos bajo las ramas
cómplices de los sauces.

Y de pronto, hoy aquí, a solas con mis recuerdos,
siento surgir de nuevo lo mejor de mi pasado; y la vida sale al paso
hermosa como entonces.

Sin embargo, ya nada será igual, ni tendrá la misma luz
azul de aquellos días.

Con el tiempo
llegará esa aurora que ponga fin a mi aliento
y se lleve de este valle mi rastro para siempre.
Se irán desvaneciendo poco a poco las huellas de mi paso
discreto por el mundo y, entonces, ya no habrá un futuro
radiante con el qué soñar, ni un amor que me sonría,
ni siquiera un vestigio de esperanza de estar aquí presente.
El agua seguirá su curso, río abajo, cuando yo me vaya,
y mi espíritu, cándido y nostálgico, vagará confuso, solitario,
prendido a los meandros tranquilos de la tarde.

Cuando me haya ido, cada primavera se llevará
mi nombre más adentro. Y, entonces, me quedaré solo,
sin amores, sin álamos, sin indicio de los peces
que huían de mis manos.

El valle será otro, el mundo se hará distinto, el río
tampoco será el mismo (me olvidará, seguirá su curso)
y de nuevo habrá otro niño jugando entre los sauces
y haciendo en esta orilla castillos formidables.

Y la vida
volverá a ser hermosa, cálida, transparente para él,
…como el agua,
como el viento…
¡Como siempre!.

--oOo--

Te percibo asi, como un caudaloso rio. Hermoso poema alegorico a la vida. Un abrazo Jose Manuel. ERA

[Guillermo Cumar.]

Recónditas nostalgias que ponen sus facultades a atender aquellos signos que apuntaban a un desconocido futuro.
no querer mirar hacia adelante y volver la vista atrás es dar sentido a la realidad presente.

Felicito tu poema equipado de vida y juventud. La corriente no cambiará ni de signo ni de dirección hasta empezar
de nuevo en no se sabe cómo, en no se sabe dónde.

Tu decir es fundamento casi "sine qua non" para que lo que nos rige y rodea tenga sentido.

un abrazo

[Rafel Calle]

Hermoso trabajo de José Manuel.

[Arturo Rodríguez Milliet]

Tu torrente fluye cantarino en esta hermosa analogía,
la efimera presencia humana en los paisajes
en un canto tan dulce como nostálgico.

Gracias por salpicarnos con la magia de este rio.
Un afectuoso abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Me alegra encontrarte en estas aguas de primavera y reconocerme en el río que deja correr sus aguas y en cada instante es distinto y siempre es el mismo. Siempre un placer y un regalo tu poesía, José Manuel.
Salud.

[jose manuel saiz]

Amigos, muchas gracias por los comentarios.
Abrazos
J. Manuel

[Ricardo López Castro.]

Muy bueno Jose.
Me ha encantado el fluir del río y del poema.
Abarcas incluso trascendencia en estos versos.
Me ha gustado mucho este recorrido de tiernas realidades.
Gracias por compartirlo.
Abrazos y felicidad, amigo poeta.

[jose manuel saiz]

Muchas gracias Ricardo.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel

[Lunamar Solano]

Instantes luminosos que trinan en el alma querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Pablo Ibáñez]

José Manuel,

esto poema yo lo había leído cuando lo publicaste. Creí que lo había comentado, pero veo que no. Aprovecho ahora para decirte que me gusta mucho.

Abrazos.

[Óscar Distéfano]

Fue grato para mí adentrarme en ese mundo y recuperar mi niñez, muy parecido a lo que describes. Enhorabuena. El ritmo le da esa agradable sensación de levedad, como si las palabras estuvieran danzando.

Un abrazo fuerte.
Óscar

[Ramón Castro Méndez]

Muy hermoso poema, José Manuel. El río como hilo conductor de la vida.
Un placer de lectura.

Un abrazo.