El cosmos, la vida y las amebas
Publicado: Sab, 23 Abr 2016 11:53
EL COSMOS, LA VIDA Y LAS AMEBAS
Poema en revisión
Poema en revisión
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jose manuel saiz escribió:EL COSMOS, LA VIDA Y LAS AMEBAS
Qué caprichoso, qué arbitrario es el existir.
¿Qué ventura, qué sino, qué ruleta concede
a cada ser, la forma de interpretar la vida?
Pude haber sido un hongo, un liquen, una bacteria,
un insecto, animal o vegetal, es decir,
cualquiera de los seres que habitan en la tierra.
Y pudo serlo usted también. Siendo así, tal vez,
¿veríamos el mundo y su entorno de otra forma?
¿Qué saben las amebas del cielo y las estrellas?
De todas las variables que admite la existencia
la probabilidad de ser humano es remota,
ínfima, pequeñísima. Por tanto, qué raro,
qué extraordinario, qué gran azar estar aquí,
qué albur tan peregrino el destino de los hombres.
¿Requiere lo creado conciencia de sí mismo?
¿Pudiera ser que el cosmos exista sin nosotros?
Hoy, a pocos les mueve todo esto. Se ha perdido
el vínculo que une a los hombres con los astros.
Sin embargo, vivimos pensando que la vida
es nacer, arraigarse, propagarse y creer
que el tiempo son las horas de un reloj o que el sol
está para anunciar un alba más. Y, un buen día
de pronto acaba todo y perdemos esas cosas
que fueron nuestro entorno y referencia: la casa,
la familia, el dinero, lo que fuimos... ¿Qué pasa
entonces con nosotros? ¿En qué lugar profundo
se entierran nuestros sueños? Realmente, ¿quiénes somos?
Para eso, es importante saber que nuestra sangre
nos une a las estrellas, que el corazón nos late
por culpa de un cometa o que el aire y las montañas
mucho antes fueron roca y gas de otro planeta.
Me resisto a pensar que somos nada. Por eso
de noche miro al cielo y me siento firmamento,
por eso, a veces sueño que soy la propia tierra.
Qué triste para el cosmos, qué ruina para el hombre
ser consciente de sí mismo y acabar sabiendo,
del mundo y de la vida, lo mismo que una ameba.
--oOo--
Muchas gracias amigo. Valoro mucho tus comentarios, son una referencia para mí.Óscar Distéfano escribió:jose manuel saiz escribió:EL COSMOS, LA VIDA Y LAS AMEBAS
Qué caprichoso, qué arbitrario es el existir.
¿Qué ventura, qué sino, qué ruleta concede
a cada ser, la forma de interpretar la vida?
Pude haber sido un hongo, un liquen, una bacteria,
un insecto, animal o vegetal, es decir,
cualquiera de los seres que habitan en la tierra.
Y pudo serlo usted también. Siendo así, tal vez,
¿veríamos el mundo y su entorno de otra forma?
¿Qué saben las amebas del cielo y las estrellas?
De todas las variables que admite la existencia
la probabilidad de ser humano es remota,
ínfima, pequeñísima. Por tanto, qué raro,
qué extraordinario, qué gran azar estar aquí,
qué albur tan peregrino el destino de los hombres.
¿Requiere lo creado conciencia de sí mismo?
¿Pudiera ser que el cosmos exista sin nosotros?
Hoy, a pocos les mueve todo esto. Se ha perdido
el vínculo que une a los hombres con los astros.
Sin embargo, vivimos pensando que la vida
es nacer, arraigarse, propagarse y creer
que el tiempo son las horas de un reloj o que el sol
está para anunciar un alba más. Y, un buen día
de pronto acaba todo y perdemos esas cosas
que fueron nuestro entorno y referencia: la casa,
la familia, el dinero, lo que fuimos... ¿Qué pasa
entonces con nosotros? ¿En qué lugar profundo
se entierran nuestros sueños? Realmente, ¿quiénes somos?
Para eso, es importante saber que nuestra sangre
nos une a las estrellas, que el corazón nos late
por culpa de un cometa o que el aire y las montañas
mucho antes fueron roca y gas de otro planeta.
Me resisto a pensar que somos nada. Por eso
de noche miro al cielo y me siento firmamento,
por eso, a veces sueño que soy la propia tierra.
Qué triste para el cosmos, qué ruina para el hombre
ser consciente de sí mismo y acabar sabiendo,
del mundo y de la vida, lo mismo que una ameba.
--oOo--
Bien, poeta.Me encuentro frente a un trabajo serio y sobrio de orfebrería lírica. Has desarrollado con tino y feliz resolución un tema filosófico. Esas preguntas retóricas que te haces son inquietudes que vienen girando en la mente del hombre durante milenios. El acierto de tu poema es la extraordinaria claridad con que profundizas una cuestión tan compleja, como es nuestra razón y causa de existir y, además, el entramado rítmico en base a la métrica imparisílaba, que cada vez lo vienes manejando con mayor maestría. Sintetizando: el conjunto, el corpus poético se presenta como una obra de admirable cohesión y acabado. Eres un poeta comprometido que lucha contra lo inexacto. Te felicito.
Un abrazo.
Óscar
jose manuel saiz escribió:EL COSMOS, LA VIDA Y LAS AMEBAS
Qué caprichoso, qué arbitrario es el existir.
¿Qué ventura, qué sino, qué ruleta concede
a cada ser, la forma de interpretar la vida?
Pude haber sido un hongo, un liquen, una bacteria,
un insecto, animal o vegetal, es decir,
cualquiera de los seres que habitan en la tierra.
Y pudo serlo usted también. Siendo así, tal vez,
¿veríamos el mundo y su entorno de otra forma?
¿Qué saben las amebas del cielo y las estrellas?
De todas las variables que admite la existencia
la probabilidad de ser humano es remota,
ínfima, pequeñísima. Por tanto, qué raro,
qué extraordinario, qué gran azar estar aquí,
qué albur tan peregrino el destino de los hombres.
¿Requiere lo creado conciencia de sí mismo?
¿Pudiera ser que el cosmos exista sin nosotros?
Hoy, a pocos les mueve todo esto. Se ha perdido
el vínculo que une a los hombres con los astros.
Sin embargo, vivimos pensando que la vida
es nacer, arraigarse, propagarse y creer
que el tiempo son las horas de un reloj o que el sol
está para anunciar un alba más. Y, un buen día
de pronto acaba todo y perdemos esas cosas
que fueron nuestro entorno y referencia: la casa,
la familia, el dinero, lo que fuimos... ¿Qué pasa
entonces con nosotros? ¿En qué lugar profundo
se entierran nuestros sueños? Realmente... ¿quiénes somos?
Para eso, es importante saber que nuestra sangre
nos une a las estrellas, que el corazón nos late
por culpa de un cometa o que el aire y las montañas
mucho antes fueron roca y gas de otro planeta.
Me resisto a pensar que somos nada. Por eso
de noche miro al cielo y me siento firmamento,
por eso, a veces sueño que soy la propia tierra.
Qué triste para el cosmos, qué ruina para el hombre
ser consciente de sí mismo y acabar sabiendo,
del mundo y de la vida, lo mismo que una ameba.
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