
La conocí una tarde en primavera
en un pequeño bar de un viejo puerto
y al ver una mirada placentera
creí estar soñando,aunque despierto.
De pronto se notó una suace brisa
saltaron las gaviotas y las olas
cuando vieron de cerca su sonrisa
de perlas,,, con fulgor de caracolas.
Me enamoró ese gesto tan hermoso
tal vez es un reclamo o un señuelo,
pues en verso un poeta muy famoso
por lo mismo llegó a ofrecer un cielo.
Sonrisa de mujer sutil figura
que a los hombres provoca una aventura.