
para hallar un atajo o sendero
por si logro encontrar lo que yo espero,
sepultar el pasado y cambiar mis destinos.
Estoy ya muy cansado, como los peregrinos,
vacilante andador, triste viajero,
solitario y nefasto prisionero
de senderos mezquinos.
He gastado gran parte de mi vida
como un ruin mendicante en estado salvaje
siempre en busca de la ilusión perdida,
Y es en este camino, adornando el paisaje,
se encontraba, como una flor perdida,
la mujer de mis sueños... ¡compañera de viaje!.