Diosa coronada

[Óscar Distéfano]

Diosa coronada

Era yo un dios náufrago
voluptuosamente anclado en su cama,
y la sal
de sus olas níveas
y el efluvio del misterio
eran mis aromas.

A veces, cavernario, observaba
sus muslos a la lumbre y al aceite,
su ensoñación de ave entre mis manos,
su risa que afilaba las piedras,
y la amaba
con la dicha que hace vencer las intemperies.

"Ah, traviesa gacela de las horas del día."

Cuando todos mis esfuerzos
confluyeron en su boca,
me hice omnipotente entre sus sábanas,
y a ella le nació
una diadema de diosa entre las sienes

[Rafel Calle]

Bienvenido, amigo Óscar, es un placer tenerte entre nosotros.
Tiempo habrá de comentarnos la poesía, mientras tanto recibe un cordial saludo.

[Alonso de Molina]

un texto de letra ágil y elocuente
del que selecciono estos versos, muy sugerentes:


A veces, cavernario, observaba
sus muslos a la lumbre y al aceite


te doy la bienvenida


.

[julián borao]

Amigo Óscar, te deseo la bienvenida a este foro y me alegro de encontrarte. Sé que disfrutaremos con la calidad de tus versos de los que hoy nos entregas este magnífico aperitivo.
Un fuerte abrazo.
Julián Borao

[Óscar Distéfano]

Bienvenido, amigo Óscar, es un placer tenerte entre nosotros.
Tiempo habrá de comentarnos la poesía, mientras tanto recibe un cordial saludo.

Te agradezco el gesto, estimado poeta.
Trataré de merecer estar entre vosotros.

Un abrazo.
Óscar

[Susana Palma]

Precioso poema, Óscar, como esa ensoñación de ave... Una alegría inmensa volverme a reencontrar contigo. Mi abrazo enorme.

Susana

[Alejandra Goerne]

Óscar hermoso poema. Bienvenido al foro poeta. El final...me encantó.

[Óscar Distéfano]

un texto de letra ágil y elocuente
del que selecciono estos versos, muy sugerentes:


A veces, cavernario, observaba
sus muslos a la lumbre y al aceite


te doy la bienvenida


.

Agradecido por los conceptos y por la recepción.
Gratamente sorprendido de encontrar en este foro
tan buenos poetas.

Un abrazo.
Óscar

[Lourdes Spin]

*

Estimado ÖScar, me entusiasma verlo por aquî, después de un intenso recorrido. Bienvenido a este foro de poesîa, en donde, para hacerle compañîa, encontrarâ esclavos de la esencia de la búsqueda.

Mi saludo cordial

Lourdes Spin

[Santiago Redondo Vega]

Querido Óscar, es una inmensa alegría encontrarte en este lugar de versos. Tus hermosas letras y tus ansias por matizar y redescubrir cada forma y cada esquina, cada recoveco que se instala en los poemas es siempre un aliciente.

Bello el poema que nos traes a compartir. Con un clasicismo sensual y apoderado del amor cuerpo a cuerpo. Me llama la atención, entre otras cosas, el que te dirijas en pasado a tu musa y no en un presente de tú a tú. Y no te dirijes a ella en diálogo fluido, sino que nos describes, nos narras, sus estepas y sus lugares cálidos. Quizá es que añoras lo que perdiste, o alimentas sólo de recuerdo el tuyo, o elevas a real el ideal de un sueño esquivo. Y es que todo tiene sentido a poco que se piense. Cuando el poeta habla de tú a tú, vive de tú a tú, sacia de tú a tú su amor y su ego, entonces, sólo entonces, el poeta no es poeta, es hombre, y en lugar de escribir sencillamente disfruta y vive como hombre lo que luego sabrán decir -verdad o mentira- las entretelas de sus versos. Como un quejido, como un alarido, como un estertor imprescindible le brotará la necesidad de la palabra. Porque entiende la poesía como un estado de ánimo, casi siempre ante la falta de algo, un algo que se haya tenido o no siempre se desea, nunca se colma. Hasta el amor, coronado de diosa.

Un hermoso poema Óscar. Ávido y sugerente, cierto.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega.

[Óscar Distéfano]

Para mí es una agradabilísima sorpresa encontrarte en este foro.
Estoy seguro que, leyéndote, me encontraré siempre con uno
de tus bien elaborados poemas. Y tu opinión es siempre, para mí,
de mucha importancia.

Gracias por el recibimiento, estimado poeta.
Un abrazo.
Óscar

[E. R. Aristy]

Era yo un dios náufrago
voluptuosamente anclado en su cama,
y la sal
de sus olas níveas
y el efluvio del misterio
eran mis aromas.

A veces, cavernario, observaba
sus muslos a la lumbre y al aceite,
su ensoñación de ave entre mis manos,
su risa que afilaba las piedras,
y la amaba
con la dicha que hace vencer las intemperies.

"Ah, traviesa gacela de las horas del día."

Cuando todos mis esfuerzos
confluyeron en su boca,
me hice omnipotente entre sus sábanas,
y a ella le nació
una diadema de diosa entre las sienes

Bellisimo poema, estimado Oscar. Una joya mas para tu diosa. Un placer leerte.

[Óscar Distéfano]

Precioso poema, Óscar, como esa ensoñación de ave... Una alegría inmensa volverme a reencontrar contigo. Mi abrazo enorme.

Susana

La alegría es también mía, apreciada Susana, porque, siendo yo
un admirador de tu poesía, tus palabras llegan con más fuerza.

Un abrazo afectuoso.
Óscar

[Luis Oroz]

Es un precioso poema, Óscar, donde sabes engarzar a la perfección primeros y últimos versos.

Esa imagen de los Dioses, que lleva el peso del poema, es todo un acierto, más cuando se habla del todopoderoso amor.

Sé bienvenido y recibe un sincero abrazo.

Luis Oroz.

[Óscar Distéfano]

Óscar hermoso poema. Bienvenido al foro poeta. El final...me encantó.

Me hace feliz tu comentario. Lo importante es que te haya gustado.
Gracias por la bienvenida.
Un saludo cordial.
Óscar