
Normal es que admiremos la belleza
y nos guste y gocemos del encanto
que derrocha sin más naturaleza
y nos llena de luz su extenso manto.
Mas al ver la hermosura en la persona
el concepto beldad se hace dudoso,
separemos aquello que apasiona
o seremos esclavos de lo hermoso.
Hay que obviar lo atractivo de su aspecto,
y observar lo que brilla permanente
ya que es de lo bello, lo perfecto,
es el halo de un ser inteligente
y es el don de bondad y el buen talante
que son de la belleza, lo importante.