Editorial Alaire

S.Castelar escribió:Uno no tiene palabras ante algo así, José Manuel, este poema es un grito de dolor interminable que no tiene consuelo. Precioso el gesto, precioso el amor que desprende.
Un abrazo emocionado

Sara

Alberto Batania escribió:Tienes una facultad grande, José Manuel, como es la de tocar temas humanos muy arriesgados, muy desgastantes, trágicos, y salir airoso. El poema lleva detonador.

Hasta pronto.

Pilar escribió:Siento tu dolor en mi alma. No obstante, el poema es precioso
Un fuerte abrazo
Pilar

Ramón Carballal escribió:Un poema muy emotivo, Jose Manuel. Aunque María ya no esté el amor de sus padres permanecerá por mucho tiempo. Excelente. Un abrazo.

Benjamín León escribió:Amigo José Manuel, yo leo tus poemas últimos, leo tu hondura en la temática y la búsqueda de voz y forma; veo crecer tu poesía, tu palabra y eso me alegra. Creo que tienes la idea, el fondo, que trabajas la emoción desde temáticas conmovedoras. A mi entender, vas a llegar a ser un poeta reconocido en el foro, sólo tienes que trabajar algunos detalles de la forma, evitar ciertas rimas cuando no correspondan, utilizar algunos recursos estéticos un poco más, aprendiendo la métrica, aunque utilices el verso libre. Decirte que el poema es conmovedor, sí; y que tienes mi voto en el poema a tu padre y a tu madre en el concurso. Creo que tienes que seguir trabajando amigo, porque está la hondura en tu palabra, y eso es quizás lo más importante en la poesía.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

José Manuel Sáiz escribió:MARIA

María se llevó el amor.
En realidad, María,
sólo se llevó el amor.

María nació con vida.
Pero el pequeño corazón
de María se paró.
¿Qué sentido tendrá para nadie
su breve paso por el mundo?

El cuerpo de María tenía el tamaño
justo de unas manos; y su vida duró
lo que dura un sueño.
Pero treinta latidos no son suficientes
para una madre. No, no lo son.

María nunca abrió los ojos;
María apenas movió los brazos;
los labios de María no respondieron nunca
al fugaz asombro de otros labios.
No, medio minuto no es suficiente
para tanto amor. No, no lo es.

María se derramó en unas manos.
En realidad, María,
sólo conoció unas manos.
Dicen que la esperanza
es lo último que se pierde
y que la fe
es más fuerte que el dolor.
Pero, aunque la esperanza fuera tan grande
como el amor de un padre,
y más doliera la herida
en el vientre de una madre,
toda la ternura de la tierra
no haría latir
un sólo corazón.

.......Ahí se acaba todo.
.......Así se apaga un mundo.
.......El dolor empieza ahora.

Una vida cabe
en treinta segundos…
No es posible en ese tiempo
llevarse tanto amor.

--oOo--

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Para Pamela y Juanma con cariño y consuelo.

Noemi Sánchez escribió:Manuel,

Tu letra es triste y lamentable, a veces solo es necesario un minuto para amar a esos pequeños Ángeles que están nueve meses en nuestro vientre y desde que ya están dentro de nosotras ya los amamos...

Me gusto como siempre disfrutar de tu letra, un abrazo y consuelo para aquellos que perdieron a María.