La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Apenas despertada a la mañana
lor cordones de mis zapatos
saltando sobre mí
me empujaban,
querían urgente
ser atados al corsín del corredero.
Y más que rápido
montara
al alazán
de cuero y barro.
Así lo hice,
me puse los botines
y con las bridas ya en mis manos
sentí esa ansiedad
que corren mil puñales
desde el alba hasta el ocaso.
Respiré
el aire oxigenado
que entraba por ventana.
Vi la luz dorada en un tapiz
albiceleste
y comprendí
al instante en mi morada
que todo toca en vida
tal un concierto
de guitarras.
La música que entonan
es flor naciente
de la emoción épica, humana.
Entra despacito
a los adentros,
fustiga la piel como
chicharra abandonada
a la orilla de un puñado
de guijarros.
Y suena tan doliente,
como florida, o alegre serenata
por la que dos farolas
se enamoran
con un suave mirar adolescente.
Sentimental y vívida
la clásica guitarra
que porta en la mochila
nuestras típicas vidalas
es la compañera de juegos
más solicitada
y aunque nadie sepa
que también tiene memoria,
ella muy hábil
se la ingenia
para guardar en su caja apretada,
los ayes de resonancia.
Caminé por mi ciudad... me dí
unas cuantas vueltas..
es un domingo frío
que invita al mate calentito
con galletas...
Fui rodando por lugares
muy diversos,
desde callejones tristes
con muros despintados
y techos de chapa gris
por donde amuran gatos
hasta lugares más
residenciales
con verjas y jardines
chimeneas humeantes
encofrados de tejas;
pasando por los verdes
del bullicio ingenuo,
vaiven de hamacas y
vértigo de bicicletas...
Todo, pasó por mis ojos,
casi, la vida entera...
Les pregunté a mis cordones
si no era suficiente ya
la caminata
para volver al calor
del amor que en casa
me esperaba...
me guiñaron un ojo
complacidos... ellos mismos
se desensillaron
soltando sus amarres y
andaban revoltosos
a los ponchazos limpios
con el asfalto.
Agradecí
a esos cordeles encabritados
que me hicieran ver los grises,
los azules, los morados...
Que me señalaran
la bondad de las piedras
en su canto rodado.
Que me obligaran a sentir
que cada mañana
define su glosario
y que alegre aún estando
triste...
tengo una guitarra que suena
dentro mío
acompañando el ánimo.
Y agradecí la vida,
en todos sus formatos.
Vidala: música de voz doliente, generalmente acompañada por quena o flauta dulce pequeña,
del Norte argentino.
Mitsy Grey escribió: ** ATADA AL CORDÓN DE MIS ZAPATOS **
Apenas despertada a la mañana
lor cordones de mis zapatos
saltando sobre mí
me empujaban,
querían urgente
ser atados al corsín del corredero.
Y más que rápido
montara
al alazán
de cuero y barro.
Así lo hice,
me puse los botines
y con las bridas ya en mis manos
sentí esa ansiedad
que corren mil puñales
desde el alba hasta el ocaso.
Respiré
el aire oxigenado
que entraba por ventana.
Vi la luz dorada en un tapiz
albiceleste
y comprendí
al instante en mi morada
que todo toca en vida
tal un concierto
de guitarras.
La música que entonan
es flor naciente
de la emoción épica, humana.
Entra despacito
a los adentros,
fustiga la piel como
chicharra abandonada
a la orilla de un puñado
de guijarros.
Y suena tan doliente,
como florida, o alegre serenata
por la que dos farolas
se enamoran
con un suave mirar adolescente.
Sentimental y vívida
la clásica guitarra
que porta en la mochila
nuestras típicas vidalas
es la compañera de juegos
más solicitada
y aunque nadie sepa
que también tiene memoria,
ella muy hábil
se la ingenia
para guardar en su caja apretada,
los ayes de resonancia.
Caminé por mi ciudad... me dí
unas cuantas vueltas..
es un domingo frío
que invita al mate calentito
con galletas...
Fui rodando por lugares
muy diversos,
desde callejones tristes
con muros despintados
y techos de chapa gris
por donde amuran gatos
hasta lugares más
residenciales
con verjas y jardines
chimeneas humeantes
encofrados de tejas;
pasando por los verdes
del bullicio ingenuo,
vaiven de hamacas y
vértigo de bicicletas...
Todo, pasó por mis ojos,
casi, la vida entera...
Les pregunté a mis cordones
si no era suficiente ya
la caminata
para volver al calor
del amor que en casa
me esperaba...
me guiñaron un ojo
complacidos... ellos mismos
se desensillaron
soltando sus amarres y
andaban revoltosos
a los ponchazos limpios
con el asfalto.
Agradecí
a esos cordeles encabritados
que me hicieran ver los grises,
los azules, los morados...
Que me señalaran
la bondad de las piedras
en su canto rodado.
Que me obligaran a sentir
que cada mañana
define su glosario
y que alegre aún estando
triste...
tengo una guitarra que suena
dentro mío
acompañando el ánimo.
Y agradecí la vida,
en todos sus formatos.
Vidala: música de voz doliente, generalmente acompañada por quena o flauta dulce pequeña,
del Norte argentino.
Hermosa música que me llevó a la resonancia de la guitarra lisonjera como el cuerpo de una mujer, que no tiene fondo ni formas definidas. Así creo que es la música, pura vida manifestándose. Algo de esto leo en este precioso poema que nos dejas.
Me gustó leerte, Mitsy.
Un abrazo, amiga.
Tu profecía, poeta.
-Mañana hablarán los mudos:
el corazón y la piedra.
-¿Mas el arte?..
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.
Espléndida metáfora "atada al cordón de mis zapatos". No son los zapatos los que determinan el movimiento; así que dejas un espacio para la decisión. Es la belleza. Elegimos. Los cordones son las bridas del caballo. Guía hacia espacios de creación.
Me ha encantado Mitsy, este poema evocador y bello, e imaginarte suspendida, flotando con estas alas tenues, delgadas, que fijan las huellas a un mundo que te reconoce.
Un beso amiga