Para que fuéramos

[María José Honguero Lucas]

Para que llegaras a todos mis destinos
dibujaría el universo
al borde de mis labios,
sería elástico de tu huida,
suspiro inverso,
ilusión desvanecida, dolor,
ídolo,
la aridez de tu llanto más torcido
y ese aroma antiguo,
inexacto,
que desechan las piedras.

Moriría las veces oportunas
para que vinieras a mí en otros cuentos,
bajo el sauce inventor de las sonrisas,
para nacer en tu abrazo, en la aurora
parda de tus ojos,
como lo hace, ahora, el sol
que te pierde en sus ángulos.

Para que me vieras
como lo hiciste en aquel mar distorsionado,
en ese fugaz edén de tiritar fulgente,
para que me oyeras
como suenan los boleros en las sienes
del que lo ha perdido todo
y sintieras
el peso abandonado de tu cuerpo
desplomándose al vacío,
infinito,
de mis muslos.

Para que fuéramos
habría que desandar el tiempo y sus equívocos,
decirnos la piel,
desahuciar al adiós de sus altares
y rezarle al tornado
de los deseos dormidos,
con el alma y la carne muy desnudos
como un horizonte visto desde arriba.

Para que llegaras a mí
tendría que reinventar los subjuntivos,
encerrar en un tallo
la savia de todas mis derrotas
y asomarme flor reconvertida en ascua
en tu alféizar llovido.

Podría esculpirte la luna
en una cicatriz
y permitir que el leñador iluminara el beso
de todas las esperas,
gritarte que te amo en el desierto
donde las dunas
reflejaran mi anhelo a las ausencias.

Pero solo sé quedarme aquí,
sentada,
con un vaso que gira como el mundo

y esperarte.

[Ana Muela Sopeña]

Bellísimo poema, María José:

Tu lenguaje es como una cascada que huye de la periferia para llegar al centro de la belleza, el sentimiento y el amor.

Me ha encantado.
Felicitaciones por tanta belleza
Ana

[Hallie Hernández Alfaro]

Un poema extraordinario, María José. Se constata madurez, talento y buen hacer. También una hermosura rica e inteligente que nos lleva de la mano hasta lo más profundo del sentimiento.

Salud y mil aplausos.

[Lunamar Solano]

Profunda sensibilidad que cautiva amiga... tan lleno de emoción...
Muy bello leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Guillermo Cumar.]

De ti de pende que cunda en ti ese itinerario que te marcas para que la dificultad se rinda a la esperanza y esta al amor.
El lirismo y el sentir se funden en el deseo mismo de las imágenes calientes y precisas.


un abrazo

[Ricardo Serna G]

María José


Hermoso poema
calidad presente



Un abrazo fuerte

[Óscar Distéfano]

Un poema de amor, un derroche de metáforas que mantienen el interés en la lectura hasta el final. Un buen ritmo. Ha sido un gusto leerte.

Un abrazo de amistad.
Óscar

[Noemi Sánchez]

Hermoso poema de principio a fin.

Un fuerte abrazo, un gusto leerte.

[Pilar Morte]

Es maravilloso deslizarse por tus versos, no defraudan pues llevan belleza e inteligencia en cada uno de ellos.Me ha encantado el poema. Felicidades

[María José Honguero Lucas]

Ana gracias por tus hermosas palabras.
Un abrazo

[María José Honguero Lucas]

Hallie gracias por tu amabilidad y tus generosas palabras.
Un abrazo

[María José Honguero Lucas]

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[María José Honguero Lucas]

Lunamar te agradezco mucho tu paso y tus palabras.
Te envío un abrazo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Precioso, amiga Mª Jose, de una fuerza, ritmo, e imaginación desbordante.

Todo un placer de lesta, querida amiga.

Un bico.

[Julio Gonzalez Alonso]

Para que llegaras a todos mis destinos
dibujaría el universo
al borde de mis labios,
sería elástico de tu huida,
suspiro inverso,
ilusión desvanecida, dolor,
ídolo,
la aridez de tu llanto más torcido
y ese aroma antiguo,
inexacto,
que desechan las piedras.

Moriría las veces oportunas
para que vinieras a mí en otros cuentos,
bajo el sauce inventor de las sonrisas,
para nacer en tu abrazo, en la aurora
parda de tus ojos,
como lo hace, ahora, el sol
que te pierde en sus ángulos.

Para que me vieras
como lo hiciste en aquel mar distorsionado,
en ese fugaz edén de tiritar fulgente,
para que me oyeras
como suenan los boleros en las sienes
del que lo ha perdido todo
y sintieras
el peso abandonado de tu cuerpo
desplomándose al vacío,
infinito,
de mis muslos.

Para que fuéramos
habría que desandar el tiempo y sus equívocos,
decirnos la piel,
desahuciar al adiós de sus altares
y rezarle al tornado
de los deseos dormidos,
con el alma y la carne muy desnudos
como un horizonte visto desde arriba.

Para que llegaras a mí
tendría que reinventar los subjuntivos,
encerrar en un tallo
la savia de todas mis derrotas
y asomarme flor reconvertida en ascua
en tu alféizar llovido.

Podría esculpirte la luna
en una cicatriz
y permitir que el leñador iluminara el beso
de todas las esperas,
gritarte que te amo en el desierto
donde las dunas
reflejaran mi anhelo a las ausencias.

Pero solo sé quedarme aquí,
sentada,
con un vaso que gira como el mundo

y esperarte.

¡Cómo y de qué manera me he sentido identificado con tu poema! ¡Tantas veces, tantas...! Podría... extenderme en cada razón y emoción del poema, pero dejémoslo así, con su entera belleza.
Salud.