La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.
¿Vale la pena vivir por vivir, ser pasado sin saberlo, despertar del sueño de la vida, convertirse en un asiduo de la barra de algún bar donde todos te sonríen y nadie te comprende, confesar que nunca rezaste por la muerte de una revolución, que te enamoraste de la sensación de volar porque siempre tuviste los pies en el suelo y aún te arrastras en tus propias huellas preguntándote donde está tu voluntad? Sabes, Laura, hablaré de Dylan como si le conociera, ¿a quién le importa que un día me cruzara con la sombra de un judío de Duluth? Alguna vez escuché en la playa Acabó todo chica triste y me creí un tipo interesante, ya podía subir hasta mi casa, sin mirar atrás, como si llevara una guitarra y la cabeza llena de melodías. Ahora todo lo que queda es aguantar en las trincheras, escribir acaso un cuento de amor con otros protagonistas para que podamos creérnoslo, pensar que respirar es hermoso. Han pasado muchos años desde nuestro primer encuentro, el mundo se ha ido alejando de nuestra capacidad de comprensión, pero tú sigues moviendo la emotividad del amor en el recuerdo. Es solo una canción, preciosa, eso sí, piensa que me gusta mucho, pero no tengas en cuenta lo que dice.
(Conversaciones con Laura - 15/11/2014)
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Hablar de Bob Dylan, Fanny, siempre es un reto, sobre todo si te conjuras para no recurrir a la leyenda. Empiezo a sentirme un poco triste cuando percibo la conciencia que suelen tener los anglosajones de encontrarse ante algo irrepetible y decirlo antes de que sea demasiado tarde y a nosotros nos falta. It's all over now, baby blue es una canción de despecho en la línea de It Ain't Me babe (Ese no soy yo, niña) en la que muestra una capacidad extraordinaria para encontrar metáforas imposibles y para utilizar las puntas más afiladas de la belleza para hacer daño. La calidad literaria de esta canción nos recuerda las múltiples veces que sonó el nombre de Bob Dylan como candidato al Nobel. ¿Qué falta le hace ese premio confuso y que tantas veces nos dio la impresión de que se jugaba a los dados al único e irrepetible trovador de Minnesota?
The empty-handed painter from your streets
Is drawing crazy patterns on your sheets.
El pintor miserable de tus calles
dibuja esbozos locos en tus lienzos.
Sí también yo creo que los pintores miserables de cualquier calle suelen descargar su frustración dibujando bocetos irreflexivos en las sábanas que compartieran con su última amante cuando nadie les hace caso y comen una vez al día. Ya ves, la gitanilla que toca la pandereta en el Harlem Hispano ha desplazado a esta chica triste en mis preferencias, después de tantos años juntos, de mantenerse imperturbablemente joven mientras yo envejecía. No me preguntes por qué, pero siempre he sentido un impulso irrefrenable por alinearme, como ese Dios huraño y desconocido, al lado de los que nacieron con un estigma en la frente.
24 de noviembre de 2014
Los besos por escrito no llegan, se los beben los fantasmas por el camino.
(Franz Kafka)
Hay una calidez eterna en la nostalgia que derraman tus palabras, en la mirada al pasado como si aun existiese la posibilidad de atraparlo, y a la vez, en la suave disyuntiva de dejarlo ir, tal como vino, a la memoria rendida.
Me gusta mucho esa forma de ponerle música al tiempo, de referenciar el paso, aquí traes al mítico Dylan, y se siente vibrar la mirada al llegar a él, como otras veces traes el carrete revelado de imágenes que despiertan cada vez nuevas en tus ojos, y cada vez eternas, pues están instaladas con una fuerza, que parece que se revivan cada día.
Es un placer leerte amigo y compañero.
Un fuerte abrazo
Muy bueno ésto, F. Enrique. Se derrama una lucidez emocional contagiosa. Un texto para el disfrute y el aprendizaje.
Abrazos y felicidad.
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"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Bob Dylan tendría unos 23 años cuando escribió esta canción, por lo tanto es muy probable que la destinataria de su resentimiento de entonces fuera Joan Baez ¿Había empezado la ruptura antes de que no la dejara subir al escenario? No cabe la menor duda de que fue Bob quien decidió acabar con el romance, ya no le parecían irresistibles aquellos ojos negros ni aquella voz que sumía en un ensueño. Pero es más que probable que los motivos artísticos y políticos influyeran más en aquella separación; Bob pensaba que llevaba demasiado tiempo clamando en el mismo desierto, Joan le pedía que insistiera hasta que llegaran las flores con el agua que brotara de la oscuridad de un país que ondeaba la libertad y permitía la segregación y la pobreza inducida. Era 1964 y aquella relación empezaba a resentirse. Joan admiraba con fervor a un Bob que simplemente la respetaba, aunque, a esas alturas, no le hacía gracia su activismo, y que había decidido dejar de frecuentar los bares que rodeaban Greenwich Village y de conversar con aquellos amigos cada vez más comprometidos con las ideas y menos con la música que estaba cambiando, ante la que ponían un gesto contrariado y hacían un llamamiento desesperado a la pureza de la auténtica música folk.
Sea como fuere, vamos a pensar que los poetas, a veces, tienen imaginación, esa chica triste podía haberla extraído de su adolescencia, bastante oscura por cierto, o no haber tenido nunca un nombre. A partir de entonces no se resistiría al incuestionable valor poético de sentirse un muchacho abandonado que navega entre la lluvia y se debate entre la rabia y el dolor, que solo encuentra consuelo arrancando cristales de las metáforas de las flores, de la mesita de noche del olvido cuando las ilusiones se han quebrado y todos los jarrones se han perdido.
Muchas gracias, Ventura, es un auténtico detalle por tu parte.
Los besos por escrito no llegan, se los beben los fantasmas por el camino.
(Franz Kafka)
Cuando has descubierto algo, Hallie, aunque no estés en lo cierto, sientes unos deseos irrefrenables de manifestarlo, es algo parecido a lo que te ocurre cuando encuentras un primer verso. Sabía lo del romance de Bob Dylan y Joan Baez pero lo suponía más corto y ni siquiera sospechaba que hubiera habido, al menos, una segunda vez. Dylan nunca ha sido muy aficionado a reconocer sus errores, hizo una excepción con Joan, es probable que ninguna mujer lo amara como ella y aceptara las excentricidades de su carácter huraño, desconcertante y quebradizo como algo inherente a su capacidad creadora. Nunca he querido entrar en la realidad del genial poeta, me he reservado los retales confusos de su leyenda para hablar un poco de él sin sentirme perdido.
Muchas gracias, Hallie, un abrazo.
Los besos por escrito no llegan, se los beben los fantasmas por el camino.
(Franz Kafka)