La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.
Los fogones de una pareja. Parece que el amor perfecto no se da tan fácil, ¿eh?
Ahora, digo yo, para vengarse de un tio hay que acostarse con medio pueblo? Ufff que desgaste.
Me hiciste sonreir.
Salud.
Me ha encantado la frescura y la honestidad del relato. A medio camino de la lectura fantasié un poco que los poemas de Enrique fuesen realmente para Juani y todo hubiese sido un estrepitoso malentendido. La venganza es, al parecer, un plato muy dulce que se suele ingerir ya frío. La mecánica de las relaciones de pareja sigue siendo un manojo de interacciones afectadas y controversiales.
Consigues desatar la consciencia con la vuelta que da este relato. Me gusta la manera en la que has intercalado esas misivas a modo de poemas, para desentrañar dos visiones de una misma realidad. Dicen que los recuerdos de cada uno no son exactamente eso que hemos vivido, sino una mezcla, de lo que pasó, y de lo que nos hubiera gustado que pasase. Siempre hay una protección inconsciente de la memoria, que busca preservar, para poder componer una historia propia. Quizás esa primera mirada se ajusta a eso. A querer mirar lo que no hay, porque al fin y al cabo, en esos resquicios de lo posible se esconde una probabilidad de lo que pudo ser. Sin embargo, la realidad golpea, y tras eso, solo queda recoger los pedazos, y seguramente, quemar esa carta para poder, de nuevo, recomponer una memoria llevadera.
Un abrazo y gracias por compartir