El cerdo
El dirigente, al oírme,
me tachará de ordinario,
de tener poquita clase
y ningún vocabulario,
dirá de mí, que estoy loco
y que soy un desgraciado,
si eso dice el dirigente,
será porque esté dañado,
pues para herirles el alma
mis palabras he afilado,
por ver si con mis verdades,
puedo enderezar sus pasos,
ni se, ni me gusta hablar
diciendo medias palabras,
al cerdo lo llamo cerdo,
salga el Sol por donde salga,
hablo palabras del pueblo,
llamar al cerdo, porcino,
es algo que ellos no hacen,
al cerdo llaman, cochino
y al hablar yo para el pueblo,
sus mismas palabras digo,
para que todos me entienda
en plata les voy a hablar,
y si alguien se ofendiera,
que me trate de callar,
no creo que ningún cerdo
me haga a mí de hocicar,
pues soy poeta del pueblo,
de la palabra un juglar,
y ningún cochino cerdo
mis palabras frenará.
el cerdo
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
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curra anguiano
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Jorge de Córdoba
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- Ubicación: 20°23'11"N - 100°0'9" O
Buenos octosílabos estilo romance.
Para pensar.
Entre las ideas que traen a mi mente, llega una fábula de Samaniego:
"EL ASNO Y EL COCHINO
Envidiando la suerte del Cochino,
un Asno maldecía su destino.
"Yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfía".
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos. "
Gracias Malak por compartir tu versar.
Saludos.
Para pensar.
Entre las ideas que traen a mi mente, llega una fábula de Samaniego:
"EL ASNO Y EL COCHINO
Envidiando la suerte del Cochino,
un Asno maldecía su destino.
"Yo, decía, trabajo y como paja;
él come harina, berza y no trabaja:
a mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfía".
Así se lamentaba de su suerte;
pero luego que advierte
que a la pocilga alguna gente avanza
en guisa de matanza,
armada de cuchillo y de caldera,
y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento,
dijo entre sí el jumento:
Si en esto para el ocio y los regalos,
al trabajo me atengo y a los palos. "
Gracias Malak por compartir tu versar.
Saludos.
Toda verdad está en el aire...
y en todo el aire está nuestra única verdad.
Nada está escrito... aún.
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Malak D. Ffiomme
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Guillermo Cumar.
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