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Rojo y amarillo

Publicado: Lun, 01 Jun 2015 8:41
por Raul Muñoz
Una perturbadora persona de cabellos rojos
viene cada noche a la cabecera de mi cama:

llora sobre mis manos ventiscas de otros amaneceres,
cuando recogíamos laureles
y las madres roían vigas de acero naranjas.

Hubo un tiempo en que los hipopótamos me sonreían,
se zambullían en los ojos y salpicaban mis pantalones;
un tiempo en el que mi madre freía huevos al aire libre
y mi padre relamía el televisor con la luz apagada.

Tiempos de blanco y negro, y correrías por el metro.
En los túneles cantaba mecano y encendíamos mecheros.
Y un cazador de sombras, con disgusto, miraba al escenario;
se arrancaba los dientes porque no prendían las canciones ñoñas de amor.

Volvía a mi casa, apesadumbrado por la música,
allí abría mi colección de mariposas y saltamontes;
los veía muy quietos y atravesados por dulces agujas de alfiler.
Brillaban mis ojos tras su regreso a la vida apacible,
llegaba a mi lengua de nata el aliento de la tierra mojada.

Pero, en la cocina, otra vez freían los aros de cebolla,
si seguíamos así acabaríamos por reventar.
No tuve más remedio, que introducir mis manos en el aceite hirviendo,
y ofrecer algo más de alimento a un mundo hambriento y voraz.

Y tampoco me arrepiento, ahora que mis manos arden en el infierno
y sujetan por el cuello al diablo.

Sólo siento lástima por un niño chamuscado,
que cada noche orina en el infierno
y pinta sus dibujos con dos plastidecores:

uno de color rojo y otro amarillo.

re: Rojo y amarillo

Publicado: Lun, 01 Jun 2015 9:11
por J. J. Martínez Ferreiro
Encantado de abrir este tema, rebosante de imágenes sugerentes, plásticas, que nos introducen de lleno en ese mundo de la infancia, donde el recuerdo sensaciones, cosas, actitudes casi se tocan, casi lastiman en su corte afilado.

Un grato placer de lectura, amigo Raúl.

Un abrazo.

Publicado: Lun, 01 Jun 2015 15:49
por curra anguiano
Volvía a mi casa, apesadumbrado por la música,
allí abría mi colección de mariposas y saltamontes;
los veía muy quietos y atravesados por dulces agujas de alfiler.
Brillaban mis ojos tras su regreso a la vida apacible,
llegaba a mi lengua de nata el aliento de la tierra mojada.

Querido Raul, que impresión te has derramado sobre tus versos.
Nadie mas sabio que el que vuelve a renacer en si mismo, niño, y de mano de su inocencia, comienza de nuevo.

Mil gracias y mil besos

Curra

Publicado: Lun, 01 Jun 2015 17:29
por Manuel Alonso
Raúl, un poema sensacional, lleno de imágenes y versos bellos de la infancia, del hombre que renace. Un placer y un abrazo, amigo.

Publicado: Lun, 01 Jun 2015 19:13
por Mitsy Grey
Raúl, un poema del hombre que renace o que volvió de la muerte? Impresionante testimonio de una experiencia vital, con metáforas duras y expositivas de una realidad que conturba. Bravo, amigo! Felicidades, poeta.

Besos. Mitsy

re: Rojo y amarillo

Publicado: Lun, 01 Jun 2015 20:02
por Julio Gonzalez Alonso
El poema, removiéndose por los vericuetos surrealistas, contiene un mensaje encriptado en la infancia, el ambiente familiar, los sueños y las pesadillas que llegan a los colores rojo y amarillo del final en donde -inevitablemente- lo fácil es adivinar el color de una bandera. ¿La posguerra civil española? No es que se necesite demasada concreción para entender y vivir la angustia de tus versos, pero me gustaría saber si ando algo cerca de la intención primera que te movió a escribir este poema.
Con un abrazo. Salud.

Re: re: Rojo y amarillo

Publicado: Mar, 02 Jun 2015 18:52
por Raul Muñoz
J. J. M. Ferreiro escribió:Encantado de abrir este tema, rebosante de imágenes sugerentes, plásticas, que nos introducen de lleno en ese mundo de la infancia, donde el recuerdo sensaciones, cosas, actitudes casi se tocan, casi lastiman en su corte afilado.

Un grato placer de lectura, amigo Raúl.

Un abrazo.

Muchas gracias Ferreiro, amigo. Me alegro de que te haya gustado este recorrido por el recuerdo.

Un abrazo

Publicado: Mar, 02 Jun 2015 18:54
por Raul Muñoz
curra anguiano escribió:Volvía a mi casa, apesadumbrado por la música,
allí abría mi colección de mariposas y saltamontes;
los veía muy quietos y atravesados por dulces agujas de alfiler.
Brillaban mis ojos tras su regreso a la vida apacible,
llegaba a mi lengua de nata el aliento de la tierra mojada.

Querido Raul, que impresión te has derramado sobre tus versos.
Nadie mas sabio que el que vuelve a renacer en si mismo, niño, y de mano de su inocencia, comienza de nuevo.

Mil gracias y mil besos

Curra

Algo de eso tiene mi poesía, Curra. Acudo a rescatar una voz infantil. Muchas gracias por dejarme unas palabras.

Un fuerte abrazo, amiga.

Publicado: Mar, 02 Jun 2015 20:04
por Marius Gabureanu
Todo eso lo que evocas, amigo Raúl, las potentes imágenes que sitúan el poema en un marco surrealista, y elegir los colores de la decadencia, le confiere al poema un aire inmortal. Me ha encantado, amigo. Recibe mis abrazos sinceros y felicitaciones.



Hubo un tiempo en que los hipopótamos me sonreían,
se zambullían en los ojos y salpicaban mis pantalones;
un tiempo en el que mi madre freía huevos al aire libre
y mi padre relamía el televisor con la luz apagada - es una estrofa maravillosa.

Publicado: Mar, 02 Jun 2015 20:49
por Raul Muñoz
Manuel Alonso escribió:Raúl, un poema sensacional, lleno de imágenes y versos bellos de la infancia, del hombre que renace. Un placer y un abrazo, amigo.

Muchas gracias Manuel, amigo, me alegra que te guste.

Un abrazo

Publicado: Mar, 02 Jun 2015 20:51
por Raul Muñoz
Mitsy Grey escribió:Raúl, un poema del hombre que renace o que volvió de la muerte? Impresionante testimonio de una experiencia vital, con metáforas duras y expositivas de una realidad que conturba. Bravo, amigo! Felicidades, poeta.

Besos. Mitsy

Muchas gracias Mitsy, por tus generosas palabras. Creo que se condensan vivencias muy amenazantes para mi psique.

Un abrazo, amiga.

Re: re: Rojo y amarillo

Publicado: Mar, 02 Jun 2015 20:59
por Raul Muñoz
Julio González Alonso escribió:El poema, removiéndose por los vericuetos surrealistas, contiene un mensaje encriptado en la infancia, el ambiente familiar, los sueños y las pesadillas que llegan a los colores rojo y amarillo del final en donde -inevitablemente- lo fácil es adivinar el color de una bandera. ¿La posguerra civil española? No es que se necesite demasada concreción para entender y vivir la angustia de tus versos, pero me gustaría saber si ando algo cerca de la intención primera que te movió a escribir este poema.
Con un abrazo. Salud.

Muchas gracias, Julio, por detenerte en este poema. En este caso, la imagen que lo desencadena es el recuerdo de una época de mi infancia, en la que, de manera casi obsesiva, pintaba el fuego (mezclando los colores rojo y amarillo ). Quizá era el detalle que faltaba, los colores se mezclan.

Sería un símbolo más personal. Aunque, igualmente, en mucho del dolor que siento, siempre encuentro alguna vinculación con la represión franquista. Dicen que los traumas son colectivos, queda una memoria a través de las sucesivas generaciones. De hecho yo nací en el 1976, período de transición.

Otra vez gracias, amigo, por todo lo que me aportas siempre, de manera tan generosa.

Te envío un fuerte abrazo.

Re: Rojo y amarillo

Publicado: Mié, 03 Jun 2015 11:25
por Begoña Egüen
Raul Muñoz escribió:Una perturbadora persona de cabellos rojos
viene cada noche a la cabecera de mi cama:

llora sobre mis manos ventiscas de otros amaneceres,
cuando recogíamos laureles
y las madres roían vigas de acero naranjas.

Hubo un tiempo en que los hipopótamos me sonreían,
se zambullían en los ojos y salpicaban mis pantalones;
un tiempo en el que mi madre freía huevos al aire libre
y mi padre relamía el televisor con la luz apagada.

Tiempos de blanco y negro, y correrías por el metro.
En los túneles cantaba mecano y encendíamos mecheros.
Y un cazador de sombras, con disgusto, miraba al escenario;
se arrancaba los dientes porque no prendían las canciones ñoñas de amor.

Volvía a mi casa, apesadumbrado por la música,
allí abría mi colección de mariposas y saltamontes;
los veía muy quietos y atravesados por dulces agujas de alfiler.
Brillaban mis ojos tras su regreso a la vida apacible,
llegaba a mi lengua de nata el aliento de la tierra mojada.

Pero, en la cocina, otra vez freían los aros de cebolla,
si seguíamos así acabaríamos por reventar.
No tuve más remedio, que introducir mis manos en el aceite hirviendo,
y ofrecer algo más de alimento a un mundo hambriento y voraz.

Y tampoco me arrepiento, ahora que mis manos arden en el infierno
y sujetan por el cuello al diablo.

Sólo siento lástima por un niño chamuscado,
que cada noche orina en el infierno
y pinta sus dibujos con dos plastidecores:

uno de color rojo y otro amarillo.
¡ Impresionante, poema, colmado de metáforas, bellamente expresadas. Te felicito.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Publicado: Mié, 03 Jun 2015 13:53
por F. Enrique
Me ha gustado mucho el poema, Raúl, cada vez te veo más entonado, se me viene a la mente aquella excelente Carta al padre. La niñez y un mundo distinto se deshacen en un mundo surrealista que no puede ocultar una verdad que duele.

Un abrazo.

Publicado: Mié, 03 Jun 2015 18:33
por Ventura Morón
Amigo Raúl, me ha gustado mucho el poema. Dentro de tu camino, que tenemos la suerte de compartir, atisbo los elementos y las formas que vienen a poblar tus versos de forma recurrente. Ese reconocimiento de tus obras, es ya en si mismo, el encontrar una voz reconocible, una voz que evoluciona a un ritmo y en una dirección espléndidos.
La niñez no es tan inocente, la visión adulta tizna los recuerdos, agolpa una sangre mancillada en unos ojos tiernos que no saben de lluvia, pero que se pasean por el averno en plena tormenta.
Muy sugerente el lenguaje, las imágenes, en conjunto, una obra que me ha encantado en toda su extensión y profundidad.
Un abrazo querido amigo