de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Marius Gabureanu
- Mensajes: 3500
- Registrado: Jue, 29 Nov 2012 4:09
- Ubicación: Reino Unido
de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
Tal vez ese barril no tenia otra necesidad.
Antes que el alba, adentro, resonaban aullidos.
Era la hora cuando mi padre solía despertarse
a afilar las guadañas.
Después el rezo atroz de las venas que brotaban de su brazo.
Duraba por horas.
Creo que pensaba en la nada mientras, arrodillado
y a golpes de martillo recibía los primeros rayos del sol.
Y los perros del barril aullaban.
La representación de sus edades era un coro perfecto de la muerte.
Doce, cuatro, siete, dos meses, 3 minutos.
3 minutos no alcanzan para verle los ojos a un perro recién nacido,
3 minutos, a veces, no son siquiera un párpado.
(Dios, has hecho las cosas muy mal,
hay demasiado barriles y demasiada fruta podrida en los otoños.
Yo quisiera
lamer Tu sien
como un perro sin ojos
como un hombre que tiene todos los amaneceres vendidos
para conseguirles a sus hijos una luna de maíz.)
Mi padre tenía una primavera diferente, más temprana que la nuestra.
Veía a sus manos alargarse para oprimir la tristeza de los duraznos.
Ciertos arboles decaían y los usábamos para colgar ropa de sus ramas.
Por la mañana lavaba su lengua en el silencio, el silencio era muy líquido.
No le hablaba a mi madre porque ella salía a responderle despelucada
y con ángeles en la garganta.
- Macedonio Tracel
- Mensajes: 1996
- Registrado: Dom, 24 Feb 2013 17:03
- Ubicación: Argentina
re: de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
sin el poema que rejunte una a una las migajas"
Alberto Szpunberg
- Marius Gabureanu
- Mensajes: 3500
- Registrado: Jue, 29 Nov 2012 4:09
- Ubicación: Reino Unido
Gracias. Recibe mis abrazos, querido amigo.
-
- Mensajes: 29825
- Registrado: Mié, 09 Abr 2008 10:21
re: de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
Un lujo para Alaire, compañeros.
Besos
Pilar
- Rosa Marzal
- Mensajes: 3902
- Registrado: Jue, 02 May 2013 20:05
- Ubicación: España
- Contactar:
Por cierto, me gusta cómo vas destapando los recovecos de la memoria, desnudado sus frutos estériles.
Mi sincera felicitación, querido amigo.
- Óscar Bartolomé Poy
- Mensajes: 2183
- Registrado: Dom, 04 Ene 2009 15:55
- Ubicación: Entre Bilbao y Vigo
- Contactar:
Un placer leerte, Marius. Un abrazo.
I loved you like the darkness loves the brightness of a dying star
http://laluzdetufaro.blogspot.com.es
- Pablo Ibáñez
- Mensajes: 5020
- Registrado: Lun, 29 Jun 2009 10:59
- Ubicación: Ovetense en La Granja de San Ildefonso
- Contactar:
re: de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
me ha gustado mucho este poema, amigo. Me gusta la crudeza de la composición, la fuerza de las imágenes, me estremece el recuerdo de los padres, de los perros. El lenguaje aparentemente deslavazado pero repleto de sentido. Me gusta mucho.
Un abrazo.
- Israel Liñán
- Mensajes: 4087
- Registrado: Lun, 02 Mar 2009 0:38
- Ubicación: Allá donde se cruzan los caminos...
- Contactar:
"No sé por qué mi padre guardaba las escorias de los perros que tuvimos".
"Antes que el alba, adentro, resonaban aullidos".
"La representación de sus edades era un coro perfecto de la muerte.
Doce, cuatro, siete, dos meses, 3 minutos.
3 minutos no alcanzan para verle los ojos a un perro recién nacido,
3 minutos, a veces, no son siquiera un párpado".
"(Dios, has hecho las cosas muy mal,
como un hombre que tiene todos los amaneceres vendidos..."
"Mi padre tenía una primavera diferente, más temprana que la nuestra".
"Por la mañana lavaba su lengua en el silencio, el silencio era muy líquido.
No le hablaba a mi madre porque ella salía a responderle despelucada
y con ángeles en la garganta".
Sin desmerecer el resto de la obra, que tiene sentido y alcanza su culmen en la unidad, estos versos son impresionantes.
Un abrazo, compañero.
- Rafel Calle
- Mensajes: 24370
- Registrado: Dom, 18 Nov 2007 18:27
- Ubicación: Palma de Mallorca
-
- Mensajes: 3268
- Registrado: Vie, 21 Nov 2014 8:08
Veía a sus manos alargarse para oprimir la tristeza de los duraznos.
Ciertos arboles decaían y los usábamos para colgar ropa de sus ramas.
Por la mañana lavaba su lengua en el silencio, el silencio era muy líquido.
Como de duro ha de ser el recuerdo de ese silencio
Macedonio menos choteos... que voy a abrazarte eh !!!
Mil besos y mil gracias
Curra
- María José Honguero Lucas
- Mensajes: 555
- Registrado: Vie, 31 Oct 2014 19:10
re: de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
Te felicito.
Un abrazo
http://honguero.blogspot.com.es/
- Marisa Peral
- Mensajes: 10137
- Registrado: Mié, 30 Jun 2010 19:06
- Contactar:
Re: de cómo no pude dedicarle otro poema a mi olvido
Marius Gabureanu escribió:
No sé por qué mi padre guardaba las escorias de los perros que tuvimos.
Tal vez ese barril no tenia otra necesidad.
Antes que el alba, adentro, resonaban aullidos.
Era la hora cuando mi padre solía despertarse
a afilar las guadañas.
Después el rezo atroz de las venas que brotaban de su brazo.
Duraba por horas.
Creo que pensaba en la nada mientras, arrodillado
y a golpes de martillo recibía los primeros rayos del sol.
Y los perros del barril aullaban.
La representación de sus edades era un coro perfecto de la muerte.
Doce, cuatro, siete, dos meses, 3 minutos.
3 minutos no alcanzan para verle los ojos a un perro recién nacido,
3 minutos, a veces, no son siquiera un párpado.
(Dios, has hecho las cosas muy mal,
hay demasiado barriles y demasiada fruta podrida en los otoños.
Yo quisiera
lamer Tu sien
como un perro sin ojos
como un hombre que tiene todos los amaneceres vendidos
para conseguirles a sus hijos una luna de maíz.)
Mi padre tenía una primavera diferente, más temprana que la nuestra.
Veía a sus manos alargarse para oprimir la tristeza de los duraznos.
Ciertos arboles decaían y los usábamos para colgar ropa de sus ramas.
Por la mañana lavaba su lengua en el silencio, el silencio era muy líquido.
No le hablaba a mi madre porque ella salía a responderle despelucada
y con ángeles en la garganta.
Marius, tu poesía no deja indiferente, tienes poemas verdaderamente buenos y este, me daja un sabor muy amargo, quieres olvidar pero le dedicas poemas al olvido. Es demoledor.
Me gusta leerte, mi joven amigo... eres más joven que mis hijos
Un abrazo grande, grande.
Marisa Peral Sánchez