Por si llegara esta noche

[María José Honguero Lucas]

Por si llegara esta noche
con su mirada blanca y un gorrión dormido,
con sus manos inversas
y mi mundo en un frasco ante mis ojos,
por si me dijera ven a la mitad de un sueño
y se me quedaran, sin quererlo,
las ciudades huérfanas de otoños,
o se presentara, acaso,
antes de ese arrumaco donde baña la luna
sus perspectivas vírgenes
y se hiciera la lluvia en las palabras
sin haberlas bebido.

Si no me sobrara el tiempo ya
para contar insomnios
y mi piel fuese vidrio condenado,
o mirara hacia el cielo
y me nacieran galaxias en los hombros,
tal vez liberara a los presos que me escoltan el pecho
y les mostrara
la cima de ese idioma donde esconde la voz
sus silencios más largos
a punto de romperse.

Les diría
que fundieran sus gargantas
para vestir las rosas con tu nombre,
que te gritaran fuego en los inviernos,
horizonte en la espera,
aplastaría sus grilletes
hasta inventar la materia más pulida
con que acariciarte,
una sin recodos donde guardar para luego
lo que fuera esencia de la risa.

Les enseñaría a tocarte
con el abismo y la sed con que contemplan
los niños el océano,
con la paciencia rota
de aquéllos que se buscan a sí mismos.

Y justo antes de irme
te hablaría de esas islas donde el tiempo es un árbol
que cobija el amor de los náufragos
perdidos en tu cuerpo.
Allí te esperaría,
como flor desconocida que llevarte a los labios.

[Óscar Distéfano]

Por si llegara esta noche
con su mirada blanca y un gorrión dormido,
con sus manos inversas
y mi mundo en un frasco ante mis ojos,
por si me dijera ven a la mitad de un sueño
y se me quedaran, sin quererlo,
las ciudades huérfanas de otoños,
o se presentara, acaso,
antes de ese arrumaco donde baña la luna
sus perspectivas vírgenes
y se hiciera la lluvia en las palabras
sin haberlas bebido.

Si no me sobrara el tiempo ya
para contar insomnios
y mi piel fuese vidrio condenado,
o mirara hacia el cielo
y me nacieran galaxias en los hombros,
tal vez liberara a los presos que me escoltan el pecho
y les mostrara
la cima de ese idioma donde esconde la voz
sus silencios más largos
a punto de romperse.

Les diría
que fundieran sus gargantas
para vestir las rosas con tu nombre,
que te gritaran fuego en los inviernos,
horizonte en la espera,
aplastaría sus grilletes
hasta inventar la materia más pulida
con que acariciarte,
una sin recodos donde guardar para luego
lo que fuera esencia de la risa.

Les enseñaría a tocarte
con el abismo y la sed con que contemplan
los niños el océano,
con la paciencia rota
de aquéllos que se buscan a sí mismos.

Y justo antes de irme
te hablaría de esas islas donde el tiempo es un árbol
que cobija el amor de los náufragos
perdidos en tu cuerpo.
Allí te esperaría,
como flor desconocida que llevarte a los labios.

Con emoción digo que es este uno de los más hermosos poemas de amor que he leído en este foro. El hilo argumental es sólido, formal y lírico. El sentimiento de la voz poética se me ha clavado en el alma, gracias a un neorromanticismo basado en una muy creíble realidad (sin importar que el suceso amatorio haya existido), y en la belleza copiosa de sus originales metáforas.
En este punto quiero decirte, admirable amiga, que manejas encantadoramente el arte de hacerte comprender a través de puras y sorprendentes metáforas. Has escrito un poema sin desperdicios. Hasta el ritmo, que lo siento intuitivo, te ha salido sin cortes, como si la concentración (la inspiración) no fuese interrumpida hasta el último verso, lo que permitió un ritmo interior, un ritmo de pensamiento absolutamente armónico. Un ritmo que nace de la respiración poética, prescindiendo de cualquier conteo de sílabas. Creo que has logrado un hermoso ejemplo del verso multimétrico que tanto se valora en este foro. Todo el poema es un canto de serena felicidad ante la conciencia de amar y de saberse amado. Mis aplausos.

Un abrazo grande.
Óscar

[Carmen López]

A mí me ha encantado, es algo que llega y cala hasta los huesos. Una voz lírica que teje verso a verso un confín de ternura, en que el lector puede sentir su belleza. Aplausos, muchos.

Un abrazo grande.

Carmen

[M. Sánchez]

¡Caramba, María José! ¡este poema es fantástico! Te has marcado un derroche de expresividad donde se pone de manifiesto un talento sobrado para escribir poesía. Ha sido un auténtico placer leerte.

Un fuerte abrazo.

[curra anguiano]

Es impresionante !!!
Estoy profundamente de acuerdo con oscar

Les enseñaría a tocarte
con el abismo y la sed con que contemplan
los niños el océano,
con la paciencia rota
de aquéllos que se buscan a sí mismos.

Si me lo permites me lo guardo en el alma

Gracias y mil besos


Curra

[Miguel Ángel Martínez Góm]

o se presentara, acaso,
antes de ese arrumaco donde baña la luna
sus perspectivas vírgenes
y se hiciera la lluvia en las palabras
sin haberlas bebido.

Me ha parecido un poema precioso, María José, adornado de brillantes versos.
Un abrazo fuerte.

[Marisa Peral]

Y justo antes de irme
te hablaría de esas islas donde el tiempo es un árbol
que cobija el amor de los náufragos
perdidos en tu cuerpo.
Allí te esperaría,
como flor desconocida que llevarte a los labios.

¡Ay, amiga María José! yo no tengo palabras que puedan mejorar lo que te han dicho así que te dejo este final espectacular, como todo el poema y te felicito por esta maravilla.
Un abrazo grande y lleno de envidia sana... o no tanto

[Pilar Morte]

Maravilloso poema, digno de mano brillante. Me ha encantado, es tierno, con imágenes logradísimas, con ritmo, y, sobre todo, llega al lector en línea recta. Aplausosssssss, que se oigan.
Abrazo grande
Pilar

[Rafel Calle]

Muy hermoso poema de María José.

[Pablo Ibáñez]

Sí, muy hermoso poema.

[F. Enrique]

Aún no repuesto de la agradable sorpresa de tus primeros poemas compruebo que tu idilio con la poesía no solo se mantiene sino que asciende, este poema, María José, da fe de ello, es una inmersión en la belleza, un dominio del ritmo.

Un abrazo.

[Rosa Marzal]

Mª José, tus poemas son una delicia (y mira que es difícil escribir un buen poema de amor; yo jamás lo he conseguido).
Mi sincera admiración, compañera. Un abrazo.

[María José Honguero Lucas]

Óscar no sabes cómo te agradezco el comentario, por la amabilidad y por tus conocimientos, de los que intento empaparme cada día. Aunque pueda pensarse que por escribir un poema medianamente aceptable ya es una capaz de hacer un análisis como este tuyo sobre mis versos, nada más lejos de la realidad. Como bien dices mi ritmo es intuitivo, así como tantas otras cosas que, cuando una va conociendo algo más este mundillo, sabe que están ahí, pero simplemente por puro azar, no por primera intención.
Gracias de nuevo y un fuerte abrazo

[Miguel Angel Fernández Lu]

Por si llegara esta noche
con su mirada blanca y un gorrión dormido,
con sus manos inversas
y mi mundo en un frasco ante mis ojos,
por si me dijera ven a la mitad de un sueño
y se me quedaran, sin quererlo,
las ciudades huérfanas de otoños,
o se presentara, acaso,
antes de ese arrumaco donde baña la luna
sus perspectivas vírgenes
y se hiciera la lluvia en las palabras
sin haberlas bebido.

Si no me sobrara el tiempo ya
para contar insomnios
y mi piel fuese vidrio condenado,
o mirara hacia el cielo
y me nacieran galaxias en los hombros,
tal vez liberara a los presos que me escoltan el pecho
y les mostrara
la cima de ese idioma donde esconde la voz
sus silencios más largos
a punto de romperse.

Les diría
que fundieran sus gargantas
para vestir las rosas con tu nombre,
que te gritaran fuego en los inviernos,
horizonte en la espera,
aplastaría sus grilletes
hasta inventar la materia más pulida
con que acariciarte,
una sin recodos donde guardar para luego
lo que fuera esencia de la risa.

Les enseñaría a tocarte
con el abismo y la sed con que contemplan
los niños el océano,
con la paciencia rota
de aquéllos que se buscan a sí mismos.

Y justo antes de irme
te hablaría de esas islas donde el tiempo es un árbol
que cobija el amor de los náufragos
perdidos en tu cuerpo.
Allí te esperaría,
como flor desconocida que llevarte a los labios.

Un poema hermoso sin duda que destaca por su exacerbado romanticismo.
Es bueno a veces, establecer la creencia de que es posible que a pesar de
los inconvenientes, el alma pueda enamorarse.
Soberbio trabajo.

Un abrazo.

Miguel Angel.

[Manuel Alonso]

Por si llegara esta noche amiga Maria José, un poema muy bello, con versos profundos y hermosos, un placer y un abrazo.