Yo parada aquí, en medio de la curvatura del círculo,
siento que todo se desliza bajo mis pies.
Es como fuerza que va de adentro hacia afuera
y desde allí, vuelve a regresar.
Espiral que alarga su infinito y yo, solo un punto
que suma a su recta un final.
Un mero acontecer intermedio... un simple impasse.
Tan solo un eructo, escapando de su regurgitación.
Y se me va el Mundo, descalzándome la piel.
Porque no importa
De qué lado del abismo estés.
Al este o al oeste del horizonte, la pendiente
siempre está. Nos arrastra hacia abajo
pero mirando hacia arriba.... donde brilla
eterno ese Sol
Que cerrará mis ojos un día,
A la verdad.
Nadie, escucha bien... nadie,
es dueño plenipotenciario de su instante
del vivir.
Nos atraviesan reglas, mandatos, azares
Y alguna que otra distante voluntad
que no vemos ni podemos tocar... ¡Oh, bendita alucinación!
Que nos conecta con el afuera
de nuestro espacio interior... que nos muestra
lo que displicentemente, no queremos ver:
Tales frágiles veleros
buscando aguas profundas para naufragar.
Extiendo mis brazos al cielo
como queriendo treparme a sus nubes
Por la escalera de escape
tejida por mis nervios
Que ya se salen de su red en libertad.
Y no sé por qué
aún creo... que alguien me encontrará
en ese mismo punto
Perpendicular al planeta... ¡Equinoccial!
Quién quiera oír, que oiga...todo está ahí afuera...
No nos encerremos más.
MITSY GREY
Todos los derechos reservados
Abril de 2015
