
Mujer,
no voy a hablar de ti como góndola danzante
de un mar cautivo
en sus horas sacrificadas al abismo.
Eres madre, lo sé.
Secretaria ejecutiva de un destino.
Un hado primoroso
que recurre a ti, cada vez que arden
los oscuros desatinos
de una guerra sin premisas.
Sin hermanos.
Sin viudas que puedan verter
lágrimas dolientes.
En un mundo desarraigado
con hijos olvidadizos jactados de ser
Rebeldes:
Los grandes zombies del futuro...
cansino.
Eres mujer... amamantando, los mil
y un martirios...
Y eres mucho más,
que un simple relax, o un suspiro
Obsequiado a tu regazo,
permisivo.
Porque eres además,
golondrina,
que no sabe de vuelos sobre ocasos
endrinos...
vas y vienes,
Alfonsina,.
escapando de los velos del suicidio,
inmersa,
entre corales y fosforescencias
de acantilados sumergidos.
Antorcha viva,
del tiempo que se consume
conjugando a sus pretéritos.
Sirena, con sus cabellos de agua,
raptando al melodioso canto
de la madreperla
que acuna en el marfil de su vientre
caracolíneo... a su hipocampo marchito.
Tan eterna,
como los ecos,
resbalando en el murmullo burbujeante
de sus playas desiertas.
Y porque eres todo eso... omnisciente, poderosa,
Y perpetua,
no hablaré de ti, mujer, como una simple matrona.
La historia,
que de tu huella plantada se recobra,
es quién en el decir, así te graba
Y revela.
MITSY GREY
(En el día internacional de la mujer)
Derechos reservados
Marzo de 2015