soneto alejandrino en mágica expresión.
Por lechos de los ríos un caudal de emoción
fluye buscando el mar que guarda su amuleto.
Veleros de alas blancas van cantando el libreto
la espuma rosegando, de la roca, el rincón,
murmullos contenidos de agua y piedra fusión,
parece que nos cuentan, del mar, algún secreto.
Sólo el silencio rompe, de la noche ,el embrujo.
Silenciosas sus alas que hacen vibrar el aire
sombra de la lechuza oscurece la noche.
Un grito que es gemido suena como al desgaire,
súbito cliqueteo y huida sin tapujo
recibiendo callado, del silencio, reproche.
