Se está cavando un túnel
Publicado: Dom, 15 Feb 2015 17:39
..........................
Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
Muchas gracias Pilar, siempre le dedicas unos minutos a lo que publico, y siempre amable. De verdad GRACIAS.Pilar Morte escribió:Me ha encantado el poema. Tiene ritmo, preciosas imágenes y ese culto al buen hacer que se desprende de tus versos. Escribes muy bien.
Besos
Pilar
Quinteño de Greda escribió:El final, da que pensar... como bien digo siempre, sólo el que escribe, sabe lo que escribe y porqué lo escribe.
Me quedo con las imágenes, el ritmo, y la cadencia.
Un gran abrazo.
PD. Amigo Manuel, al igual que tú, y creo que como todos los que escribimos, somos parcos en dar explicaciones de nuestros escritos.
Concha Vidal escribió:He condenado a todos mis escritos
a ser leídos siempre por hombres sin cabeza.... "
Debo ser hoy hombre y encima, decapitado, porque la condena me ha llegado profundamente y encima, ha sido un placer.
Abrazos mediterráneos.
Manuel Sánchez escribió:
Nuestro frío sonríe como actinia violácea,
y el aire es subrayado por llanto de tormenta.
He podido entender
el mundo que no es mío
y que ha lanzado el mar hacia el desprecio.
En mi espera se está cavando un túnel,
un túnel que pretende
la parte más oculta y navegable, una noche
abriéndose al espacio,
una isla de pétalos,
el color
de una luz tectónica alejándose.
Vuelvo a tener diez años.
La nieve es mi esperanza.
Se rompe el arcoiris donde quiero estar solo.
Un corazón que flota, sobre-muere.
Las horas hacen guardia. Construyen
un árbol de derrotas para ahorcarse.
La conciencia
que alcanza un punto mínimo al cerrar el piano,
y la onda
que alarga la sonata hasta arruinar la mente.
Están tus días cerca, y duermes a su sombra.
Vendrán las glaciaciones de venas desbordadas,
de esquinas verdaderas.
Quizás seremos viejos.
Hay demasiado aspecto en los salones
para morirme hoy.
Igual que tú, te espero.
He condenado a todos mis escritos
a ser leídos siempre por hombres sin cabeza.
Marisa Peral escribió:Manuel Sánchez escribió:
Nuestro frío sonríe como actinia violácea,
y el aire es subrayado por llanto de tormenta.
He podido entender
el mundo que no es mío
y que ha lanzado el mar hacia el desprecio.
En mi espera se está cavando un túnel,
un túnel que pretende
la parte más oculta y navegable, una noche
abriéndose al espacio,
una isla de pétalos,
el color
de una luz tectónica alejándose.
Vuelvo a tener diez años.
La nieve es mi esperanza.
Se rompe el arcoiris donde quiero estar solo.
Un corazón que flota, sobre-muere.
Las horas hacen guardia. Construyen
un árbol de derrotas para ahorcarse.
La conciencia
que alcanza un punto mínimo al cerrar el piano,
y la onda
que alarga la sonata hasta arruinar la mente.
Están tus días cerca, y duermes a su sombra.
Vendrán las glaciaciones de venas desbordadas,
de esquinas verdaderas.
Quizás seremos viejos.
Hay demasiado aspecto en los salones
para morirme hoy.
Igual que tú, te espero.
He condenado a todos mis escritos
a ser leídos siempre por hombres sin cabeza.
Hola Manuel, te dejo subrayados los versos que más me hasn gustado, la segunda estrofa es muy buena y este final... te digo como dice Concha... podríamos leerte hasta sin cabeza.
Un abrazo, amigo.
Manuel Sánchez escribió:Nuestro frío sonríe como actinia violácea,
y el aire es subrayado por llanto de tormenta.
He podido entender
el mundo que no es mío
y que ha lanzado el mar hacia el desprecio.
En mi espera se está cavando un túnel,
un túnel que pretende
la parte más oculta y navegable, una noche
abriéndose al espacio,
una isla de pétalos,
el color
de una luz tectónica alejándose.
Vuelvo a tener diez años.
La nieve es mi esperanza.
Se rompe el arcoiris donde quiero estar solo.
Un corazón que flota, sobre-muere.
Las horas hacen guardia. Construyen
un árbol de derrotas para ahorcarse.
La conciencia
que alcanza un punto mínimo al cerrar el piano,
y la onda
que alarga la sonata hasta arruinar la mente.
Están tus días cerca, y duermes a su sombra.
Vendrán las glaciaciones de venas desbordadas,
de esquinas verdaderas.
Quizás seremos viejos.
Hay demasiado aspecto en los salones
para morirme hoy.
Igual que tú, te espero.
He condenado a todos mis escritos
a ser leídos siempre por hombres sin cabeza.