La bestia domesticada por el dólar

[Marius Gabureanu]

¿Por qué tu alma se sabe peinar
sólo en sillas de Mercedes?
Acaso los orangutanes del viento
no han escarbado en la zanahoria espectral
que forma tu pudor con la canícula?
Acepta que eres un esqueleto de dios, el marfil despavorido de la mentira.
¿Acaso los cráteres saben más de ceniza
que el padre desposeído de sus hijos?
Piensa. Nuestras pupilas son pezones de la muerte,
pero tú lo sabías, verdad?
Pezones que se yerguen cuando el asiento 32 está ocupado por un anciano y
la punta de sus cejas cruza hacia un territorio helado
que intuimos en algunos abrazos
y él sonríe felizmente, rompe el candado de la incertidumbre,
se limpia las gafas de vapor, y pretende estar vivo otro instante.
¿Tú lo sabías, verdad?
Sangramos ojos adentro en anclas de olvido.
Somos sepias postergadas, la orilla de un mar de epilépticos, la definición
de una venganza del éter que se deshuesa.
Ya no hay hipérboles en tu pelo. Ahora tal vez
otros dedos acarician la bestia resignada,
la bestia domesticada por el dólar.

[Hallie Hernández Alfaro]

Este poema le pertenece al mundo (al conocido y tangible y al, por ahora, incógnito y afanosamente cubierto). El valor relativo y poco humano de una moneda que esclaviza, de un tirano que dicta normas en nombre del bien.

Marius, este registro lleva dinamita refinada y mucha luz; gracias por compartir.

Abrazo enorme.

[Marius Gabureanu]

Muchas gracias, querida amiga. Tu bondad es infinita. Como ya lo hemos hablado, y lo digo también para los amigos/as que me leen, no merezco ni pretendo que alguien haga sentida su presencia en mi espacio porque últimamente mi actividad en el foro ha sido muy limitada, sólo he publicado poema tras poema sin comentar a mi turno a los demás, por lo cual me siento culpable, pero, de momento, nada puedo hacer contra el silencio, contra la perdida de esa cualidad que hace que personas y poetas como tú dejen tan inspirados comentarios. Espero Marius, el de antes, vuelva. Mientras tanto adivino a los que aquí encuentran algo de poesía y lo mismo espero que ellos adivinen mi deleite cuando paso por su espacio.

Mis abrazos sinceros, querida Hallie.

[Simon Abadia]

Creo es la primera vez que disfruto de tu poema
y por ello te felicito.
Un placer leerte y gracias
Simon

[Óscar Distéfano]

Me ha gustado. Es una elegante forma de reclamo, de manifestación del compromiso social, de la protesta política. Aunque siempre he pretendido defender la independencia radical de la poesía en cuanto a las luchas sociológicas de una época, hoy, ante tu poema, me acomete la duda: quizás no sea lícito desentenderse de tanta problemática, de tanta injusticia, de tantos crímenes "legales" que abundan en nuestro tiempo. Si llego a pergeñar algún texto de esta corriente, te lo dedicaré.

Un abrazo grande, amigo.
Óscar

[Pilar Morte]

A mí me gustan tanbién los poemas de denuncia y compromiso y el tuyo está a gran altura de sensibilidad y delicadeza. Me gustó mucho y te lo agradezco.
Besos
Pilar

[curra anguiano]

Me ha gustado mucho
Gracias

[Miguel Ángel Martínez Góm]

Un placer disfrutar de tus acertados e inspirados versos, amigo Marius.
Un fuerte abrazo.