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Culpables de inocencia
Publicado: Lun, 19 Ene 2015 13:06
por Rafel Calle
El derecho de amar aún les pertenece,
porque en vez de amor tuvieron sucedáneos
de escasas dimensiones
e incomprensibles apaños
como desdichadas soluciones
en las cosas sensoriales.
Y ahora no saben cómo desgranar el suceso que les une,
no saben si se trata de simiente de cariño o cariño primordial
o si vuelven del futuro para engendrar un delirio
de carácter pedigüeño,
en ellos tan casual como la descomposición de los sentidos
cuando todo parece levedad en la memoria
de lo vivido en su fase marital.
Ella es un diseño emocional a cartabón y escuadra,
que propone la estética de los dones marinos,
a la vez que dibuja maneras revoltosas,
quizá como energía de los impulsos cansados
o, sencillamente, desconocidos.
En el sol de su cara las arrugas son mimos
cálidos, retadores; son tatuajes y odiseas
de Ulises y Penélope al límite de todos lo sentidos.
Él toma la feminidad y la medición de su cintura
con un largo deseo, por tentar la sentina
de su faz marinera,
y quisiera hablarle de ciertas incursiones
en los dominios de la edad urgente,
todo al margen, claro está, de los malentendidos
que surgen de mezclar lo sugerente
de la ternura y los recuerdos del amor
en estado vegetativo.
Y ella es un pecho de luz y evocación de retos,
que amamanta los rumbos de una vela que gime
en un mar de pezones instintivos.
Mástil en la pasión de las mareas,
brújula en el temblor de los velámenes
y, al final, un tránsito de inocencia
si hubiese una pareja convertida en un río.
Y él, se quiere referir a conclusiones de la voluntad
opuesta al escalofrío, de rarezas
inhóspitas y constantes temblores
en los cuerpos hallados sin abrigo,
inesperadamente, pecados
sin rubores,
algo así como el alba de los mitos
sensuales que siempre fueron fugitivos
de sí mismos.
Los dos: de inocentes se trata, cuando hablamos de velas henchidas,
la decoración del alma, el gusto por los aromas audaces,
intensamente mediterráneos, o vientres preñados
de palabras que son entrañables silbidos
en los almanaques de invierno
que fechan la fusión del afecto y la libido.
re: Culpables de inocencia
Publicado: Lun, 19 Ene 2015 13:34
por Julio Gonzalez Alonso
Del amor tratamos, el que van visitiendo la edad y los desengaños, pero necesario como el aire que respiramos aunque esté contaminado de temores y esperanzas. Llego para abrir los comentarios y las felicitaciones. Me alegra leerte algo nuevo después de tanto tiempo. Con un abrazo.
Salud.
re: Culpables de inocencia
Publicado: Lun, 19 Ene 2015 13:41
por Pilar Morte
Ay, Rafel, te diría muchas cosa de este magnífico poema que tan bien retrata parte de la vida. Tú comprendes y sabes bien de qué hablamos, hoy de la belleza y buen hacer que esconden tus versos. Me gustó mucho el poema.
Un abrazo grande
Pilar
Publicado: Lun, 19 Ene 2015 16:10
por Luis M
Muy hermoso poema, Rafel. Destaco para mi gusto las estrofas 5,6 y 7 (en especial los últimos versos de la 6, y la 7 entera). Me sorprende un poco la forma de plantear el poema en cuanto al orden de las estrofas. Quizás ganara en atractivo para el lector haber alternado las estrofas que se refieren a él y las de a ella (al haber dos de cada uno) aunque por supuesto es solo una opinión personal; otra cosa que me genera dudas en el mismo sentido es que veo un poca "sola" la cuarta estrofa, que la veo más como continuación de la 3, aunque seguramente para juntarlas habría que modificar algo las rimas.
En cualquier caso, me gustó mucho este trabajo, amigo.
Mi sincera felicitación y un fuerte abrazo.
Publicado: Lun, 19 Ene 2015 20:11
por Macedonio Tracel
ah, me siento cerca de este poema, de su viaje que atraviesa aguas irredentas. La extensión establece un balanceo. las palabras pesan sobre uno y otro pie sientiendo el pálpito y la urgencia. me alegro de haberlo leído. saludos
Publicado: Lun, 19 Ene 2015 22:27
por Miguel Ángel Martínez Góm
Estupendo poema, Rafael. Contiene versos muy evocadores. Disfruté recorriéndolos.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Publicado: Mar, 20 Ene 2015 0:43
por Raul Muñoz
Me encantó, Rafael, es un poema muy sabio y dulce. Encuentro un gesto de complicidad recorriendo el poema, que con mucho cariño nos pinta el cuadro de una pareja, tras larga convivencia. Quizá siempre sea necesaria esa inocencia, ese no saber cómo fueron las cosas en un principio. Y en el amor, ya se sabe que siempre hay nuevas oportunidades.
Mi enhorabuena, y gracias por compartirlo.
Un abrazo, amigo.
Publicado: Mar, 20 Ene 2015 9:14
por curra anguiano
Y él, se quiere referir a conclusiones de la voluntad
opuesta al escalofrío, de rarezas
inhóspitas y constantes temblores
en los cuerpos hallados sin abrigo,
inesperadamente, pecados
sin rubores,
Me encanta ... no podrías imaginar, cuanto se de esos amores, que la vida inventa, porque mas que un rey, tienes un amigo ... y tienes que acudir al mundo para darte cuenta de que dios te dio un cuerpo !!!
gracias
Re: Culpables de inocencia
Publicado: Mar, 20 Ene 2015 14:38
por Óscar Distéfano
Rafel Calle escribió:El derecho de amar aún les pertenece,
porque en vez de amor tuvieron sucedáneos
de escasas dimensiones
e incomprensibles apaños
como desdichadas soluciones
en las cosas sensoriales.
Y ahora no saben cómo desgranar el suceso que les une,
no saben si se trata de simiente de cariño o cariño primordial
o si vuelven del futuro para engendrar un delirio
de carácter pedigüeño,
en ellos tan casual como la descomposición de los sentidos
cuando todo parece levedad en la memoria
de lo vivido en su fase marital.
Ella es un diseño emocional a cartabón y escuadra,
que propone la estética de los dones marinos,
a la vez que dibuja maneras revoltosas,
quizá como energía de los impulsos cansados
o, sencillamente, desconocidos.
En el sol de su cara las arrugas son mimos
cálidos, retadores; son tatuajes y odiseas
de Ulises y Penélope al límite de todos lo sentidos.
Él toma la feminidad y la medición de su cintura
con un largo deseo, por tentar la sentina
de su faz marinera,
y quisiera hablarle de ciertas incursiones
en los dominios de la edad urgente,
todo al margen, claro está, de los malentendidos
que surgen de mezclar lo sugerente
de la ternura y los recuerdos del amor
en estado vegetativo.
Y ella es un pecho de luz y evocación de retos,
que amamanta los rumbos de una vela que gime
en un mar de pezones instintivos.
Mástil en la pasión de las mareas,
brújula en el temblor de los velámenes
y, al final, un tránsito de inocencia
si hubiese una pareja convertida en un río.
Y él, se quiere referir a conclusiones de la voluntad
opuesta al escalofrío, de rarezas
inhóspitas y constantes temblores
en los cuerpos hallados sin abrigo,
inesperadamente, pecados
sin rubores,
algo así como el alba de los mitos
sensuales que siempre fueron fugitivos
de sí mismos.
Los dos: de inocentes se trata, cuando hablamos de velas henchidas,
la decoración del alma, el gusto por los aromas audaces,
intensamente mediterráneos, o vientres preñados
de palabras que son entrañables silbidos
en los almanaques de invierno
que fechan la fusión del afecto y la libido.
Bien por esta descripción poética, rica en metáforas sorprendentes e imágenes originales. El tema es universal. Nos atañe a todos los seres humanos que amamos, o hemos amado, o buscamos afanosamente amar, a todos los que experimentamos la plenitud del amor, y a todos los que resignamos nuestras esperanzas. El contenido del poema, además de profundamente humano, es un alegato contra la soledad, la necesidad del hombre de adaptarse, mal que le pese, a la vida en pareja. Muestra las grandes virtudes y los pequeños martirios que el tiempo nos impone lentamente. Tremendas y admirables verdades se desprenden de este monumental trabajo poético. Y deberíamos también decir que el poema tiene, por razón de su naturaleza simbólica, otros mensajes ocultos que nos llegan como susurros de la diosa Poesía. Esto le da al poema esa virtud de inducirnos a más lecturas.
Su formato lo veo multimétrico, según constato que no existe regularidad métrica, y sí una ausencia de premeditación silábica. Ese 'dejarse llevar' por los dictados del estro, sin preocupación por una simertría acentual o tonal, y desechando la lima canónica que buscaría un ritmo más familiar, le brinda ese aire de espontaneidad, de 'inspiración sagrada', aunque con una evidente y temeraria inclinación al aire de la prosa.
En fin, estimado colega, creo que nos traes un trabajo que reafirma las convicciones formales que se engendraron en este foro. Yo admiro esto, y buscaré ser un propiciador más de esta libérrima forma de componer.
Ha sido una sorpresa agradable saberte escribiendo así, siempre vanguardista y valiente.
Un abrazo grande.
Óscar
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 18:09
por Rafel Calle
Muchas grcias, amigo Julio, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Amor, siempre el amor... Y sí, escribo poca poesía, a ver si me animo y logro subir la producción.
Abrazos.
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 18:14
por Rafel Calle
Muchas gracias, amiga Pilar, te agradezco el cometario y me alegra que te haya gustado el poema.
En este poema trato de narrar algunas peculiaridades de una pareja en ciernes, cuyos anteriores emparejamientos no fueron muy afortunados. Y sí, este caso es frecuente y claro que sabemos de qué hablamos, compañera.
Un fuerte abrazo.
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 18:18
por Rafel Calle
LUIS MARIÑO escribió:Muy hermoso poema, Rafel. Destaco para mi gusto las estrofas 5,6 y 7 (en especial los últimos versos de la 6, y la 7 entera). Me sorprende un poco la forma de plantear el poema en cuanto al orden de las estrofas. Quizás ganara en atractivo para el lector haber alternado las estrofas que se refieren a él y las de a ella (al haber dos de cada uno) aunque por supuesto es solo una opinión personal; otra cosa que me genera dudas en el mismo sentido es que veo un poca "sola" la cuarta estrofa, que la veo más como continuación de la 3, aunque seguramente para juntarlas habría que modificar algo las rimas.
En cualquier caso, me gustó mucho este trabajo, amigo.
Mi sincera felicitación y un fuerte abrazo.
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Muchas gracias, amigo Luis, te agradezco el comentario y me alegro de que te haya gustado el poema.
Como puedes ver, he considerado todas tus recomendaciones, las he visto muy apropiadas; en fin, otra vez gracias, has sido muy amable.
Abrazos.
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 22:54
por Luis M
Rafel Calle escribió:
Muchas gracias, amigo Luis, te agradezco el comentario y me alegro de que te haya gustado el poema.
Como puedes ver, he considerado todas tus recomendaciones, las he visto muy apropiadas; en fin, otra vez gracias, has sido muy amable.
Abrazos.
Me alegra haber podido servirte en algo de ayuda, Rafel. En mi opinión el poema gana de esta forma. Un abrazo amigo.
Re: Culpables de inocencia
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 23:14
por E. R. Aristy
Rafel Calle escribió:El derecho de amar aún les pertenece,
porque en vez de amor tuvieron sucedáneos
de escasas dimensiones
e incomprensibles apaños
como desdichadas soluciones
en las cosas sensoriales.
Y ahora no saben cómo desgranar el suceso que les une,
no saben si se trata de simiente de cariño o cariño primordial
o si vuelven del futuro para engendrar un delirio
de carácter pedigüeño,
en ellos tan casual como la descomposición de los sentidos
cuando todo parece levedad en la memoria
de lo vivido en su fase marital.
Ella es un diseño emocional a cartabón y escuadra,
que propone la estética de los dones marinos,
a la vez que dibuja maneras revoltosas,
quizá como energía de los impulsos cansados
o, sencillamente, desconocidos.
En el sol de su cara las arrugas son mimos
cálidos, retadores; son tatuajes y odiseas
de Ulises y Penélope al límite de todos lo sentidos.
Él toma la feminidad y la medición de su cintura
con un largo deseo, por tentar la sentina
de su faz marinera,
y quisiera hablarle de ciertas incursiones
en los dominios de la edad urgente,
todo al margen, claro está, de los malentendidos
que surgen de mezclar lo sugerente
de la ternura y los recuerdos del amor
en estado vegetativo.
Y ella es un pecho de luz y evocación de retos,
que amamanta los rumbos de una vela que gime
en un mar de pezones instintivos.
Mástil en la pasión de las mareas,
brújula en el temblor de los velámenes
y, al final, un tránsito de inocencia
si hubiese una pareja convertida en un río.
Y él, se quiere referir a conclusiones de la voluntad
opuesta al escalofrío, de rarezas
inhóspitas y constantes temblores
en los cuerpos hallados sin abrigo,
inesperadamente, pecados
sin rubores,
algo así como el alba de los mitos
sensuales que siempre fueron fugitivos
de sí mismos.
Los dos: de inocentes se trata, cuando hablamos de velas henchidas,
la decoración del alma, el gusto por los aromas audaces,
intensamente mediterráneos, o vientres preñados
de palabras que son entrañables silbidos
en los almanaques de invierno
que fechan la fusión del afecto y la libido.
Qué bello tema sobre el amor maduro. Lo tratas con muy buen gusto. Un placer leerte Rafel.
Publicado: Mié, 21 Ene 2015 23:45
por Hallie Hernández Alfaro
Bello y muy hondo, querido amigo; se me hace amor a toda vista. Las acuarelas limpias y profundas de ella y él comparten el honor de la luz en un rincón de la galeria. Colores y formas ingeniosamente plasmados en pos de verdades tan humanas como reconocibles. Dos en la letanía irreductible de los campos vitales, dos enunciándose en el abrazo de un espejo mutuo.
Me gustaba mucho la primera versión, creo que de ambos había mucho que decir porque el amor tiene un lenguaje imparable; quizá por eso salían -con mucha y repetida fuerza- cosas de él y de ella (o viceversa). Me gusta también así, con esta voluntad alterna, que tan buenamente te ha señalado Luis.
El derecho de amar aún les pertenece
o si vuelven del futuro para engendrar un delirio
Ella es un diseño emocional a cartabón y escuadra,
En el sol de su cara las arrugas son mimos
cálidos, retadores; son tatuajes y odiseas
de Ulises y Penélope al límite de todos lo sentidos.
en los dominios de la edad urgente,
Y él, se quiere referir a conclusiones de la voluntad
opuesta al escalofrío, de rarezas
inhóspitas y constantes temblores
en los cuerpos hallados sin abrigo,
inesperadamente, pecados
sin rubores,
o vientres preñados
de palabras que son entrañables silbidos
en los almanaques de invierno
que fechan la fusión del afecto y la libido.
Maravillosa nervadura de la obra, el poema se mece en las sienes de un milagro exhaustivo, enlazado. Los lectores complacidos y francamente emocionados aplaudimos tus buenas letras.
Abrazo fuerte.