
En la calma total del abandono
cuando el alma redime la materia
y el tormento convulso de la histeria
con la muerte se expresa como icono.
Fulminado en el trípode del trono
como un ángel sumido en la miseria,
sin resquicio de vida por la arteria
a la tierra regresa como abono.
Ya descansa de yugos opresores
y del vínculo hostil y nauseabundo
de la criba de látigos señores.
Al corcel de su sueño más profundo,
en el óbito rinde los honores
liberando cadenas de este mundo.
Copyright©2014
Exp. SE-755-14