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Aquel niño

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 10:31
por Ramón Carballal
Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.
Ya lo sé, no hay plantas ni nenúfares, ni corolas
ni serpientes, ni pétalos desvaídos ni tampoco
un abril desmayado en la fiebre de la nocturnidad.
Mi hogar permanece a la espera de un sello, una
huella o un perdón. La luz o las luces, dias y noches,
cristales viejos que reposan como solitarios jinetes
de la memoria inválida. Soy yo quien anuncia
la verdad, soy yo el paso, las paredes rugosas,
los cuadros y su eterna desnudez, el don de los
fantasmas que visitaron la historia, la casa, su
eco de brillantes láminas. Estoy aqui, bajo este
núcleo de sol que trae el dia, recordando antiguas
telarañas, libros caidos o palabras que han volado
hacia el ayer y respondo a mi cansancio con
las horas lúcidas que pase siendo el niño que
compró un balón o un misterio, febril alegría
del tiempo inusual que ha roto las vitrinas
de ese círculo al que llamamos vivir o madurez,
o quizás, simple predisposición a la muerte.

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 11:05
por Miguel Ángel Martínez Góm
Ramón te felicito por este gran poema que he disfrutado en su nostalgia. Me gustó mucho el lenguaje y las palabras que utilizaste que en mi humilde criterio fueron muy acertadas.
Un abrazo.

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 11:05
por pio espejo
Un poema que me lleva a la buhardilla de los recuerdos vividos, de la espera en el umbral del tiempo... Una vida que se ha vivido con madurez y que desemboca en la eterna predisposición a aceptar a la muerte como algo natural.

Un privilegio de poema y un placer su lectura.

Pio

Re: Aquel niño

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 11:48
por Minona McEwen
Ramón Carballal escribió:Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.
Ya lo sé, no hay plantas ni nenúfares, ni corolas
ni serpientes, ni pétalos desvaídos ni tampoco
un abril desmayado en la fiebre de la nocturnidad.
Mi hogar permanece a la espera de un sello, una
huella o un perdón.
La luz o las luces, dias y noches,
cristales viejos que reposan como solitarios jinetes
de la memoria inválida. Soy yo quien anuncia
la verdad, soy yo el paso, las paredes rugosas,
los cuadros y su eterna desnudez, el don de los
fantasmas que visitaron la historia, la casa, su
eco de brillantes láminas. Estoy aqui, bajo este
núcleo de sol que trae el dia, recordando antiguas
telarañas, libros caidos o palabras que han volado

hacia el ayer y respondo a mi cansancio con
las horas lúcidas que pase siendo el niño que
compró un balón o un misterio, febril alegría
del tiempo inusual que ha roto las vitrinas
de ese círculo al que llamamos vivir o madurez,
o quizás, simple predisposición a la muerte.
Me ha gustado especialmente lo que he subrayado, cuánta nostalgia en tus palabras. Un saludo

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 17:19
por Bruno Laja
Es muy bello, cada verso abre ventanas dentro de la respiración, tiene una densidad como de polvo alado, como de terciopelo donde quedó retenido un perfume, una prenda perdida en el armario y no hay modo de saber cuál es. Un placer, Ramón. Abrazos.

Re: Aquel niño

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 18:02
por Marisa Peral
Ramón Carballal escribió:
Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.
Ya lo sé, no hay plantas ni nenúfares, ni corolas
ni serpientes, ni pétalos desvaídos ni tampoco
un abril desmayado en la fiebre de la nocturnidad.
Mi hogar permanece a la espera de un sello, una
huella o un perdón. La luz o las luces, dias y noches,
cristales viejos que reposan como solitarios jinetes
de la memoria inválida. Soy yo quien anuncia
la verdad, soy yo el paso, las paredes rugosas,
los cuadros y su eterna desnudez, el don de los
fantasmas que visitaron la historia, la casa, su
eco de brillantes láminas. Estoy aqui, bajo este
núcleo de sol que trae el dia, recordando antiguas
telarañas, libros caidos o palabras que han volado
hacia el ayer y respondo a mi cansancio con
las horas lúcidas que pase siendo el niño que
compró un balón o un misterio, febril alegría
del tiempo inusual que ha roto las vitrinas
de ese círculo al que llamamos vivir o madurez,
o quizás, simple predisposición a la muerte.

¡¡¡ P r e c i o s o !!!
Qué gusto leerte Ramón, que de similitudes en los recuerdos y qué hermosas palabras para hablarnos de "aquel niño"
Gracias por el regalo y biquiños por el buenísimo momento.

Re: Aquel niño

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 19:33
por Julio Gonzalez Alonso
Ramón Carballal escribió:Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.
Ya lo sé, no hay plantas ni nenúfares, ni corolas
ni serpientes, ni pétalos desvaídos ni tampoco
un abril desmayado en la fiebre de la nocturnidad.
Mi hogar permanece a la espera de un sello, una
huella o un perdón. La luz o las luces, dias y noches,
cristales viejos que reposan como solitarios jinetes
de la memoria inválida. Soy yo quien anuncia
la verdad, soy yo el paso, las paredes rugosas,
los cuadros y su eterna desnudez, el don de los
fantasmas que visitaron la historia, la casa, su
eco de brillantes láminas. Estoy aqui, bajo este
núcleo de sol que trae el dia, recordando antiguas
telarañas, libros caidos o palabras que han volado
hacia el ayer y respondo a mi cansancio con
las horas lúcidas que pase siendo el niño que
compró un balón o un misterio, febril alegría
del tiempo inusual que ha roto las vitrinas
de ese círculo al que llamamos vivir o madurez,
o quizás, simple predisposición a la muerte.

Silencio gris, melancolía azul, edad breve de mariposas, abriles, luces de días y de noches y así una verdadera catarata de hermosísimas imágenes para definir dónde estás tú, dónde estoy yo, dónde estamos y está la memoria. Al final se percibe lo efímero de la existencia de las cosas y la vida. Con aplausos.
Salud.

re: Aquel niño

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 19:37
por Felipe Fuentes García
Mi felicitación por tan magnífico poema, Ramón. He disfrutado con su lectura.

Recibe un abrazo, amigo.
Felipe.

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 20:08
por J. Paz
Yo también te felicito. Es un hermoso poema. Un abrazo,

Judit

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 22:35
por Carmen López
Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos

Hermoso poema, Ramón , es realmente bello, lleno de imágenes preciosas que cobran vida en cuanto las nombras.
Unha forte aperta.

Carmen

re: Aquel niño

Publicado: Jue, 13 Nov 2014 22:50
por Alfonso Espinosa
Tu poema te lleva de la mano por la realidad de nuestra efímera vida, en la que los recuerdos de infancia, van tomando importancia con los años.

Con afecto

Alfonso Espinosa

re: Aquel niño

Publicado: Vie, 14 Nov 2014 1:09
por Pilar Morte
Qué bien expresadas la infancia, los sueños, la memoria que guardas en el sentimiento. Un lujo
leerte. Aplausos a este hermoso poema
Besos
Pilar

Publicado: Vie, 14 Nov 2014 1:15
por Mitsy Grey
Ramón, sólo tú... poerta... puedes remontarnos a los albores del recuerdo de la infancia y sentir que es DISTINTO, así como lo expresas... así como nos llegas, hasta la médula... TE ADMIRO y TE APLAUDO.... un fuerte abrazo, da gusto perderse y nunca encontrarse sino, en tu poesía.

MITSY

re: Aquel niño

Publicado: Vie, 14 Nov 2014 3:24
por Raul Muñoz
Un poema muy grande Ramón, me encantó. Formidable rescate de la lucidez del tiempo infantil, frente a la monotonia del tiempo adulto. Un placer leerte.

Un abrazo.

Publicado: Vie, 14 Nov 2014 5:25
por Manuel Alonso
Un poema magnífico Ramón, es un placer leerte, un abrazo.