Hilando

[Raul Muñoz]

Estirándola con mis manos,
pregunté a la mustia tarde:
-¿Seguirá soñando conmigo,
será un ovillo en mis manos?
-Va mirando un cielo callado,
ya no recuerda tu canción;
es en vano que afinas tu voz.

Dijo la tarde su canción,
retirándose con cansancio,
y enturbiando mi pensamiento.

-¿A dónde vas tú? -pregunté
a la tarde que se ocultaba.
-Busco al hombre que un día amó.
Creo que aún está cosiendo
con el hilo de un claro cielo
enredándose en su recuerdo.
-Dime soledad, ¿es posible
bordar pañuelos de claridad,
con tristes manos de cartón?
-No dejes de hilar en mi ausencia.

Se acabó de apagar la tarde.
Y la luna vio su soledad,
queriendo acariciar cabellos,
y sosteniendo su silencio.

-Gracias a ti, hombre sin amor,
por nombrarme con tu canción.
Tú bordas, con cariño senil,
de negro azabache mi cielo,
y yo te regalo mis sueños
iluminados y esféricos.
-Gracias a ti, luna de cristal.

En tu espejo veo mi soledad.

[Pilar Morte]

Me gustó ese mirarse a sí mismo en la tarde que borda nostalgia. Un placer
Besos
Pilar

[Miguel Ángel Martínez Góm]

Bello poema, Raúl. La tarde, la soledad, la luna; evocan un sentimiento de nostalgia en unos versos sosegados y hermosos.
Feliciades.
Un abrazo

[José Manuel F. Febles]

La nostalgia invade el poema, escrito con la pulcritud de un excelente poeta. Me gustado y mucho.

Un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

[Gonzalo Martínez]

Estirándola con mis manos,
pregunté a la mustia tarde:
-¿Seguirá soñando conmigo,
será un ovillo en mis manos?
-Va mirando un cielo callado,
ya no recuerda tu canción;
es en vano que afinas tu voz.

Dijo la tarde su canción,
retirándose con cansancio,
y enturbiando mi pensamiento.

-¿A dónde vas tú? -pregunté
a la tarde que se ocultaba.
-Busco al hombre que un día amó.
Creo que aún está cosiendo
con el hilo de un claro cielo
enredándose en su recuerdo.
-Dime soledad, ¿es posible
bordar pañuelos de claridad,
con tristes manos de cartón?
-No dejes de hilar en mi ausencia.

Se acabó de apagar la tarde.
Y la luna vio su soledad,
queriendo acariciar cabellos,
y sosteniendo su silencio.

-Gracias a ti, hombre sin amor,
por nombrarme con tu canción.
Tú bordas, con cariño senil,
de negro azabache mi cielo,
y yo te regalo mis sueños
iluminados y esféricos.
-Gracias a ti, luna de cristal.

En tu espejo veo mi soledad.

Amigo Raul, me gustó tu poema escribes muy bien y te envidio, eres un poeta (de los buenos)

un fuerte abrazo




gonzalo

[Raul Muñoz]

Me gustó ese mirarse a sí mismo en la tarde que borda nostalgia. Un placer
Besos
Pilar

Muchas gracias Pilar por tu lectura. Me alegro de que te gustara.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Bello poema, Raúl. La tarde, la soledad, la luna; evocan un sentimiento de nostalgia en unos versos sosegados y hermosos.
Feliciades.
Un abrazo

Muchas gracias Martinez, me alegro de que te guste.

Un abrazo.

[Virginia Nas]

He pasado por aquí

[Manuel Alonso]

Muy bello el poema y la segunda estrofa magnífica, un placer y un abrazo.

[Raul Muñoz]

La nostalgia invade el poema, escrito con la pulcritud de un excelente poeta. Me gustado y mucho.

Un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, amigo, por tus generosas palabras. Un gusto para mi tu lectura.

Te envío un abrazo.

[Raul Muñoz]

Estirándola con mis manos,
pregunté a la mustia tarde:
-¿Seguirá soñando conmigo,
será un ovillo en mis manos?
-Va mirando un cielo callado,
ya no recuerda tu canción;
es en vano que afinas tu voz.

Dijo la tarde su canción,
retirándose con cansancio,
y enturbiando mi pensamiento.

-¿A dónde vas tú? -pregunté
a la tarde que se ocultaba.
-Busco al hombre que un día amó.
Creo que aún está cosiendo
con el hilo de un claro cielo
enredándose en su recuerdo.
-Dime soledad, ¿es posible
bordar pañuelos de claridad,
con tristes manos de cartón?
-No dejes de hilar en mi ausencia.

Se acabó de apagar la tarde.
Y la luna vio su soledad,
queriendo acariciar cabellos,
y sosteniendo su silencio.

-Gracias a ti, hombre sin amor,
por nombrarme con tu canción.
Tú bordas, con cariño senil,
de negro azabache mi cielo,
y yo te regalo mis sueños
iluminados y esféricos.
-Gracias a ti, luna de cristal.

En tu espejo veo mi soledad.

Amigo Raul, me gustó tu poema escribes muy bien y te envidio, eres un poeta (de los buenos)

un fuerte abrazo




gonzalo

Gonzalo, amigo, agradezco tus palabras llenas de elogios para mis humildes garabatos.

Te envío otro abrazo.

[Raul Muñoz]

He pasado por aquí

Me alegro que pasaras, Virginia.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Muy bello el poema y la segunda estrofa magnífica, un placer y un abrazo.

Muchas gracias, amigo, por tus amables palabras. Me alegro que te gustara.

Un abrazo.

[Rafael Valdemar]

Buen poema el que nos dejas Raul. Me gustó y lo disfruté leyendo
saludos

rafael

[Josefa A. Sánchez]

La soledad, el silencio, la tarde y la nostalgia atados en un poema. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa