![Imagen](http://i1061.photobucket.com/albums/t471/Rachelnefty/Cuba2010203_zps62f2d46_edit_1400388207020_zpstrh6bhtb.jpg)
Hay una especie de vergüenza
en ser feliz a la vista de ciertas
miserias.
Jean de la Bruyere.
Todo el mundo quiere protestar por el ruido.
Y ahora porque el gallo canta,
el perro ladra,
y el niño grita.
Han sentido la necesidad de levantar un acta.
Fabricar dos o tres conceptos constitutivos.
Castigar la falta,
con dos o tres pretextos como motivos:
-para que cante el gallo,
-y para que calle el niño.
¿Quién se atreve contra la norma,
que al final se adorna con la piel de armiño?
En su torpe empeño potestad de encierro.
Se cuestiona el punto del que la redacta:
Si el señor es dueño de aquel mismo perro,
que le lame el culo y le da la pata.
¿Cómo hará posible balancear la “falta”,
en un mundo errante por su desaliño,
al querer que un gallo,
como un perro ladre,
al buscar que un niño,
como un gallo cante?
10/19/14
O. Llombart.