GPS
Publicado: Mar, 22 Jul 2014 0:33
Me haces reír, eres un tipo realmente muy listo, sabes que la risa es la mejor de las medicinas cuando alguien está en horas bajas, que las dosis son las más certeras, aunque el paciente, a veces, se niegue a tomarlas, simplemente no puede evitarlas.
Hoy, mientras te perdías con el coche (como siempre) para enseñarme ese lugar junto al mar que tanto te gusta, me has dicho; No lo entiendo, cómo puedo ser capaz de perderme si he ido más de mil veces.Yo me reía por la reincidencia y tú lo has visto. Me has puesto cara de pícaro y me has jurado por tu madre que tienes un GPS que sólo utilizas para ocasiones importantes -como ésta- has añadido. Yo he mirado por el coche sin encontrar ningún aparato y te he mirado con cara de ¿qué me estás diciendo?, entonces te has tocado la sien con una mano como si de repente accionaras un botón imaginario y hemos encontrado en unos minutos ese lugar tranquilo y apacible para bañarnos que tanto te gusta.
Yo te dicho -entonces-¿ Tienes un GPS en la cabeza? y me has respondido que por supuesto y que yo también tengo que tener uno que quieres conocer. Yo me reía y te decía que yo tengo muy buena memoria y que no necesito ningún GPS, que no suelo perderme, entonces te has sonreído y me has dicho; No, no, no es el GPS que tú te estás imaginando es otro, aquel que guarda nuestra Geografía Privada de Sueños, seguro que el tuyo empieza a activarse cualquier día sin previo aviso...y me has dejado callada por unas décimas de segundo y luego me he reído con todas mis ganas, sin poder evitarlo.
Hoy, mientras te perdías con el coche (como siempre) para enseñarme ese lugar junto al mar que tanto te gusta, me has dicho; No lo entiendo, cómo puedo ser capaz de perderme si he ido más de mil veces.Yo me reía por la reincidencia y tú lo has visto. Me has puesto cara de pícaro y me has jurado por tu madre que tienes un GPS que sólo utilizas para ocasiones importantes -como ésta- has añadido. Yo he mirado por el coche sin encontrar ningún aparato y te he mirado con cara de ¿qué me estás diciendo?, entonces te has tocado la sien con una mano como si de repente accionaras un botón imaginario y hemos encontrado en unos minutos ese lugar tranquilo y apacible para bañarnos que tanto te gusta.
Yo te dicho -entonces-¿ Tienes un GPS en la cabeza? y me has respondido que por supuesto y que yo también tengo que tener uno que quieres conocer. Yo me reía y te decía que yo tengo muy buena memoria y que no necesito ningún GPS, que no suelo perderme, entonces te has sonreído y me has dicho; No, no, no es el GPS que tú te estás imaginando es otro, aquel que guarda nuestra Geografía Privada de Sueños, seguro que el tuyo empieza a activarse cualquier día sin previo aviso...y me has dejado callada por unas décimas de segundo y luego me he reído con todas mis ganas, sin poder evitarlo.