Fantasma

[Bruno Laja]

Por encima del oído, pero sin trastornarlo con iterativos modos
de hacerle empezar a pronunciar lo que ha visto, una masa de caudales espurios,
huracanados, se detiene a rezar ante el viajero:
Dame un nombre que no puedas repetir,
una larga inicial para quedarme en tus pulmones
sin que puedas ya nunca descargarla
ni siquiera sobre tu soledad,
ni siquiera sobre la mía.

[Daniela Miño]

Qué hermoso poema, Bruno. Sin pausa, melódico para que no pierda la cadencia justa de la lectura.

Gracias por compartir.

[Hallie Hernández Alfaro]

La inicial que da certeza al tejido; no hay vuelta atrás, Bruno.
Nombres absolutos, vocales para siempre.

Abrazos y felicidad.

[Rosa Marzal]

Dame un nombre que no puedas repetir,
una larga inicial para quedarme en tus pulmones

Maravillosos y rotundos estos versos. Felicidades, Bruno. Mis abrazos.

[Pilar Morte]

Tiene el poema unos versos magníficos. Gracias por compartirlos
Besos
Pilar

[Marius Gabureanu]

Me he imaginado el instante que recreas. La súplica de lo increado...La duda de sabernos fuera del tiempo. Fabuloso, Bruno. Muchos abrazos.

[Carmen López]

Es magnífico Bruno,,, tienes razón, la tienes, hay cosas que no se pueden pronunciar, ni repetir, ni siquiera evocar para que no pierdan su esencia, el segundo eterno en que se producen...bellísimo, amigo.

Un abrazo grande.

Carmen

[Antonio Justel]

Por encima del oído, pero sin trastornarlo con iterativos modos
de hacerle empezar a pronunciar lo que ha visto, una masa de caudales espurios,
huracanados, se detiene a rezar ante el viajero:
Dame un nombre que no puedas repetir,
una larga inicial para quedarme en tus pulmones
sin que puedas ya nunca descargarla
ni siquiera sobre tu soledad,
ni siquiera sobre la mía.

... Bruno, amigo, 8 versos has dejado de auténtico valor, hondos, lindos de verdad; saludos; Orión

[Josefa A. Sánchez]

La palabra entretenida en el instante antes de pronunciarse. Me gustó la lectura.
Un abrazo.
Pepa

[Luna de Nos]

Por encima del oído, pero sin trastornarlo con iterativos modos
de hacerle empezar a pronunciar lo que ha visto, una masa de caudales espurios,
huracanados, se detiene a rezar ante el viajero:
Dame un nombre que no puedas repetir,
una larga inicial para quedarme en tus pulmones
sin que puedas ya nunca descargarla
ni siquiera sobre tu soledad,
ni siquiera sobre la mía.

Ah Bruno, el hecho de nombrar a algo, a alguien, inevitablemente nos hacen caer en esos modos, pero aún sin un nombre, acaso no es una daga que inevitablemente punza?
Un abrazo, Luna.-