Mujeres

[Ramón Carballal]

Sucede así, de pronto,
que el sexo abre sus ventanas
y pone rostro a la luz.

La memoria guarda blusas listadas,
carpetas donde aún late el primer poema,
diálogos fugitivos que no encuentran su final,
faldas que quieren volar como unicornios azules.

Después llega el vacío de los trenes, la omnisciencia
de los paisajes solitarios, la humedad que busca
refugio en los labios efímeros.

Hay veces que la distancia es un don, su arquitectura
necesita la proclividad de los esqueletos, la sombra
de una piel que lloverá sobre los ojos púberes
dejando marcas de rubor, grietas de pasmo
en los ventrículos del deseo.

En otra ciudad la conocí, su perfil todavía amanece
en el silencio de las horas, su virtud selénica
me acompaña como un cántico de paz
o una abstracción o un regreso
a los paraísos táctiles, fugitivos.

Ninguna de ellas tiene nombre
o quizá su nombre
sea el misterio que da luz a los meteoros,
tan lejanas como un sueño no soñado.

[Óscar Distéfano]

Sucede así, de pronto,
que el sexo abre sus ventanas
y pone rostro a la luz.

La memoria guarda blusas listadas,
carpetas donde aún late el primer poema,
diálogos fugitivos que no encuentran su final,
faldas que quieren volar como unicornios azules.

Después llega el vacío de los trenes, la omnisciencia
de los paisajes solitarios, la humedad que busca
refugio en los labios efímeros.

Hay veces que la distancia es un don, su arquitectura
necesita la proclividad de los esqueletos, la sombra
de una piel que lloverá sobre los ojos púberes
dejando marcas de rubor, grietas de pasmo
en los ventrículos del deseo.

En otra ciudad la conocí, su perfil todavía amanece
en el silencio de las horas, su virtud selénica
me acompaña como un cántico de paz
o una abstracción o un regreso
a los paraísos táctiles, fugitivos.

Ninguna de ellas tiene nombre
o quizá su nombre
sea el misterio que da luz a los meteoros,
tan lejanas como un sueño no soñado.

Un poema que me ha gustado mucho. Sin perder su esencia surrealista (estilo que lo manejas con maestría) logras, sin embargo, en base a metáforas congruentes y un desarrollo (entramado de ideas) con tendencia hacia una lógica onírica, brindarnos el mensaje muy humano de la ansiedad de amar a sabiendas de que la soledad del hombre es imbatible. Tu poesía ha crecido mucho, Ramón. Sé que te has sacrificado bastante por la poesía; pero, debes sentirte orgulloso de tus logros. Hoy por hoy, eres uno de los esenciales poetas de este foro.

Un abrazo de gran aprecio y admiración.
Óscar

[Julio Gonzalez Alonso]

Sucede así, de pronto,
que el sexo abre sus ventanas
y pone rostro a la luz.

La memoria guarda blusas listadas,
carpetas donde aún late el primer poema,
diálogos fugitivos que no encuentran su final,
faldas que quieren volar como unicornios azules.

Después llega el vacío de los trenes, la omnisciencia
de los paisajes solitarios, la humedad que busca
refugio en los labios efímeros.

Hay veces que la distancia es un don, su arquitectura
necesita la proclividad de los esqueletos, la sombra
de una piel que lloverá sobre los ojos púberes
dejando marcas de rubor, grietas de pasmo
en los ventrículos del deseo.

En otra ciudad la conocí, su perfil todavía amanece
en el silencio de las horas, su virtud selénica
me acompaña como un cántico de paz
o una abstracción o un regreso
a los paraísos táctiles, fugitivos.

Ninguna de ellas tiene nombre
o quizá su nombre
sea el misterio que da luz a los meteoros,
tan lejanas como un sueño no soñado.

La versatilidad de tu voz en la poesía hace que, junto a poemas encriptados de solemne belleza, podamos disfrutar la belleza serena, dolida, anhelante, de estos versos transparentes como agua en cuya superficie nos miramos para reconocernos. Enhorabuena, Ramón.
Salud.

[Pilar Morte]

Qué hermosura, Ramón. Un lujo leerte
Besos
Pilar

[Ana Muela Sopeña]

Un poemazo, Ramón:

Sin palabras

Aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

[Arturo Rodríguez Milliet]

La emoción, además de expresada, claramente sentida a ambos lados del poema:
el tuyo y el nuestro.

Hermoso y prístino poema, querido Ramón.
Un afectuoso y emocionado abrazo.

[J. Paz]

Hermoso poema para disfrutar. Feliz día y un abrazo,

Judit

[Isabel Moncayo]

Precioso, Ramón, todo un poemazo que me ha encantado muchísimo


Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Sucede así, de pronto,
que el sexo abre sus ventanas
y pone rostro a la luz.

La memoria guarda blusas listadas,
carpetas donde aún late el primer poema,
diálogos fugitivos que no encuentran su final,
faldas que quieren volar como unicornios azules.

Después llega el vacío de los trenes, la omnisciencia
de los paisajes solitarios, la humedad que busca
refugio en los labios efímeros.

Hay veces que la distancia es un don, su arquitectura
necesita la proclividad de los esqueletos, la sombra
de una piel que lloverá sobre los ojos púberes
dejando marcas de rubor, grietas de pasmo
en los ventrículos del deseo.

En otra ciudad la conocí, su perfil todavía amanece
en el silencio de las horas, su virtud selénica
me acompaña como un cántico de paz
o una abstracción o un regreso
a los paraísos táctiles, fugitivos.

Ninguna de ellas tiene nombre
o quizá su nombre
sea el misterio que da luz a los meteoros,
tan lejanas como un sueño no soñado.

Un poema que me ha gustado mucho. Sin perder su esencia surrealista (estilo que lo manejas con maestría) logras, sin embargo, en base a metáforas congruentes y un desarrollo (entramado de ideas) con tendencia hacia una lógica onírica, brindarnos el mensaje muy humano de la ansiedad de amar a sabiendas de que la soledad del hombre es imbatible. Tu poesía ha crecido mucho, Ramón. Sé que te has sacrificado bastante por la poesía; pero, debes sentirte orgulloso de tus logros. Hoy por hoy, eres uno de los esenciales poetas de este foro.

Un abrazo de gran aprecio y admiración.
Óscar

Gracias, Óscar, por tu lectura y amable comentario. Un abrazo.

[Guillermo Cumar.]

El corazón siempre va buscando ese resquicio que le ponga al pie de
los amores aunque haya de intervenir el sueño que tradujo Calderón.

un abrazo

[Marius Gabureanu]

Ramón, me parece una obra completa. Me gusta mucho la descripción, que poco a poco se vuelve un poema existencial. Admirable. Recibe mis abrazos y felicitaciones.

[Luis M]

Una obra realmente magnífica Ramón. Mis felicitaciones y aplausos compañero. Un abrazo.

[Carmen López]

Magnífico poema, Ramón, leerte es una suerte, te lo aseguro... y suscribo lo que Óscar ha expresado, todo un lujo....

Unha forte aperta

Carmen

[Liz Barrio.]

Sucede así, de pronto,
que el sexo abre sus ventanas
y pone rostro a la luz.

La memoria guarda blusas listadas,
carpetas donde aún late el primer poema,
diálogos fugitivos que no encuentran su final,
faldas que quieren volar como unicornios azules.

Después llega el vacío de los trenes, la omnisciencia
de los paisajes solitarios, la humedad que busca
refugio en los labios efímeros.

Hay veces que la distancia es un don, su arquitectura
necesita la proclividad de los esqueletos, la sombra
de una piel que lloverá sobre los ojos púberes
dejando marcas de rubor, grietas de pasmo
en los ventrículos del deseo.

En otra ciudad la conocí, su perfil todavía amanece
en el silencio de las horas, su virtud selénica
me acompaña como un cántico de paz
o una abstracción o un regreso
a los paraísos táctiles, fugitivos.

Ninguna de ellas tiene nombre
o quizá su nombre
sea el misterio que da luz a los meteoros,
tan lejanas como un sueño no soñado.

Un poema precioso, colmado de sentido y de voz atemperada y entonadísima, clara y resplandeciente.
Abrazos y un beso con mi cariño y admiración, poeta

[Ramón Carballal]

Sucede así, de pronto,
que el sexo abre sus ventanas
y pone rostro a la luz.

La memoria guarda blusas listadas,
carpetas donde aún late el primer poema,
diálogos fugitivos que no encuentran su final,
faldas que quieren volar como unicornios azules.

Después llega el vacío de los trenes, la omnisciencia
de los paisajes solitarios, la humedad que busca
refugio en los labios efímeros.

Hay veces que la distancia es un don, su arquitectura
necesita la proclividad de los esqueletos, la sombra
de una piel que lloverá sobre los ojos púberes
dejando marcas de rubor, grietas de pasmo
en los ventrículos del deseo.

En otra ciudad la conocí, su perfil todavía amanece
en el silencio de las horas, su virtud selénica
me acompaña como un cántico de paz
o una abstracción o un regreso
a los paraísos táctiles, fugitivos.

Ninguna de ellas tiene nombre
o quizá su nombre
sea el misterio que da luz a los meteoros,
tan lejanas como un sueño no soñado.

La versatilidad de tu voz en la poesía hace que, junto a poemas encriptados de solemne belleza, podamos disfrutar la belleza serena, dolida, anhelante, de estos versos transparentes como agua en cuya superficie nos miramos para reconocernos. Enhorabuena, Ramón.
Salud.

Gracias, Julio, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.