Diario de un provinciano

[Ramón Carballal]

Hay que poblar el vacío.

Descubro la memoria de la urbe,
los vericuetos que llevan al refugio,
las rutas inefables del color.

Días de ojos sin tránsito,
los murmullos de la vecindad se extienden
como un río de palabras, el caudal de los meses
que espían mis cejas oscuras, la piedad de las cadenas
que habitan la música de los ángeles son un vaticinio
o una prueba de la sed que guardo.

No rugen televisores en la quietud de las horas,
canta el niño-niño su canción inacabada,
sueña mi rebeldía con caderas verdes
mientras el reflejo del níquel devuelve la curva
de mi rostro a su condición ingrávida.

Tras el teatro del cristal pasan autobuses rojos,
cruzan la histeria de las nubes
gorriones de plata,
azucenas de polvo se estiran hacia un cielo
de humo.

No sé qué espero, ni si ambiciono
otra cosa que el silencio.

A veces la lujuria vaga conmigo
en suburbanos de látex,
otras veces los párpados de una biblioteca
me dicen que aún hay esperanza
entre la sordidez
y la mentira.

Supongo que se trata de vivir, de echar los dados
sobre alfombras ciegas.

¿Vendrá la noche a desnudarme,
o habrá una flor,
un labio, un pan o un verso
que me caliente?

Cuando miro la terrible negritud del asfalto,
los árboles exhaustos,
el ruido inconsolable,
pienso en la caricia del mar,
en el círculo del azul,
pienso en mi locura.

[Manuel Alonso]

Un poema precioso amigo y el verso supongo que se trata de vivir...maravilloso, me ha gustado mucho, un abrazo.

[Carmen López]

Suscribo, precioso, amigo. La estrofa del interrogante es para dar una clase de poesía. Un placer, siempre venir a lo tuyo.

Unha forte aperta.

Carmen

[Isabel Moncayo]

Jo, pues yo quiero tu locura, Ramón, si con ella escribo así de bello, me la pido, como dicen los niños.. Me ha encantado.

Un abrazo.

[Guillermo Cumar.]

Yo pienso en tu majestad poética. El verso se convierte en observador
y prepara la metáfora para ungir al sensor de los alrededores que el poeta
está ahí con la pluma cargada a expensas del sentir profundo
y de la efervescencia reflexiva y refrescante.

Un abrazo

[Ventura Morón]

Un poema intimista precioso, la vida asomándose incompleta en el discurrir cotidiano de una calma perdida, la duda en el filo de una ciudad amenazadora, donde la naturaleza esta enjaulada, y el azul es una verdad inalcanzable que hace tambalear los sentidos.
Un saber decir, que embriaga. Un mensaje claro e inmenso.
Un verdadero placer de lectura.
Un abrazo

[Pilar Morte]

Un poema hermoso para esos ojos que miran observando y sintiendo. Un placer, ya lo sabes.
Besos
Pilar

[Josefa A. Sánchez]

Qué altura alcanzan tus versos y qué disfrute tan grande es leerlos. Un aplauso grande.
Un abrazo.
Pepa

[José Manuel F. Febles]

Extraordinario poema, querido compañero. La intimidad en el día, la locura de la urbe, es lógico pensar en la mar y no estás loco. Unas maneras de versar inigualables. Felicitaciones, amigo. Abrazos.

José Manuel F. Febles

[Ramón Carballal]

Un poema precioso amigo y el verso supongo que se trata de vivir...maravilloso, me ha gustado mucho, un abrazo.

Gracias, Manuel, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Suscribo, precioso, amigo. La estrofa del interrogante es para dar una clase de poesía. Un placer, siempre venir a lo tuyo.

Unha forte aperta.

Carmen

Gracias, Carmen, por tus amables palabras. Unha forte aperta.

[Ricardo José Lascano]

Me voy lleno de poesía. Tu estilo y la calidad de las imágenes hacen un trayecto conmovedor para este lector.

Gracias por compartir.

Abrazo de luz

RJL

[Hallie Hernández Alfaro]

Me uno a los acertadísimos comentarios de los compañeros, Ramón.

Es muy grande e inigualable la emoción y estética de tus versos.

Ovación cerrada.

Abrazos.

[Rosa Marzal]

Excelente, como todos tus poemas, Ramón. Me han encantado especialmente estos versos:

Supongo que se trata de vivir, de echar los dados
sobre alfombras ciegas.

¿Vendrá la noche a desnudarme,
o habrá una flor,
un labio, un pan o un verso
que me caliente?


Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Jo, pues yo quiero tu locura, Ramón, si con ella escribo así de bello, me la pido, como dicen los niños.. Me ha encantado.

Un abrazo.

Gracias, Isabel, por el amable comentario que me dejas. Un abrazo.