Postergar la eternidad

[Rosa Marzal]

Lloró el teléfono
mientras amurallábamos la noche;
lloró el teléfono.
Su lengua de campana
se llenó de alquitrán.
Yo sabía
de la guerra al otro lado,
sabía de la acechante víbora
enroscada
en los auriculares del destino.

Lloró el teléfono
porque conocía las respuestas
a las preguntas que nunca pronunciamos.
Se quebró algún vaso
en la memoria,
tembló mi carne:
sintió aproximarse la hora
de la siega.
Y era ella
quien afilaba su guadaña
sobre nuestro común destino
mutilado.
Era ella,
la amante despechada,
la dama negra e insolente,
quien te llamaba por tu nombre.
Y nosotros
disparando misiles de juventud
sobre el vacío,
como queriendo
limpiar el cáncer de su eco
en el intento inútil
de postegar la eternidad.

[Pilar Morte]

Mil veces te digo que me gusta como escribes. Tus poemas tienen esa intimidad que llega y hace
saborear cada verso.
Mis aplausos a este poema tan logrado
Besos
Pilar

[Rosa Marzal]

Muchas gracias, querida Pilar, por esta cercanía tuya que siempre es motivadora. Besos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Estoy con Pilar, transmites una intimidad que en tus versos se generaliza e incumbe a todos los seres humanos.

Bicos

[Hallie Hernández Alfaro]

Lloró el teléfono
mientras amurallábamos la noche;
lloró el teléfono.
Su lengua de campana
se llenó de alquitrán.
Yo sabía
de la guerra al otro lado,
sabía de la acechante víbora
enroscada
en los auriculares del destino.

Lloró el teléfono
porque conocía las respuestas
a las preguntas que nunca pronunciamos.
Se quebró algún vaso
en la memoria,
tembló mi carne:
sintió aproximarse la hora
de la siega.
Y era ella
quien afilaba su guadaña
sobre nuestro común destino
mutilado.
Era ella,
la amante despechada,
la dama negra e insolente,
quien te llamaba por tu nombre.
Y nosotros
disparando misiles de juventud
sobre el vacío,
como queriendo
limpiar el cáncer de su eco
en el intento inútil
de postegar la eternidad.

Te sigo, querida poeta. Este trabajo lleva en tu magnífico estilo referencias simbólicas muy humanas. Duele, impera, agoniza para volverse fiero en su final relevante.

Aplausos muchos, felicitaciones y gracias por compartir.

Abrazos.

[Ventura Morón]

Querida Rosa, produces un sentimiento unico con tus poemas. En este, ese interlocutor frio y desalmado del telefono, al que no podemos implorar una respuesta y que se convierte en perfil tangible de las distancias. Siempre un placer y un descubrimiento.
Un beso y gracias por compartir

[Liz Barrio.]

Un poema bello, elocuente, articulado. Ha sido un placer leerte.
Un abrazo

[Guillermo Cumar.]

Rosa, magnífico planteamiento del poema. Bello magisterio de poesía
y un certero certificado de poner el sentimiento en el interior de la palabra
y en las imágenes del sonido que llegan por línea telefónica al corazón del verso.

un abrazo

[Manuel Alonso]

Hola amiga, no he podido leer el poema antes y cuando lo he hecho, sentí tenerte a mi lado, al lado del lector, acompañándole en esa travesía de tus versos, íntimos y hermosos, cercanos y profundos. Un placer amiga y un abrazo.

[Rosa Marzal]

Estoy con Pilar, transmites una intimidad que en tus versos se generaliza e incumbe a todos los seres humanos.

Bicos

Me alegra mucho que me digas esto, amigo. Muchas gracias por tu lectura. Besos.

[Rosa Marzal]

Lloró el teléfono
mientras amurallábamos la noche;
lloró el teléfono.
Su lengua de campana
se llenó de alquitrán.
Yo sabía
de la guerra al otro lado,
sabía de la acechante víbora
enroscada
en los auriculares del destino.

Lloró el teléfono
porque conocía las respuestas
a las preguntas que nunca pronunciamos.
Se quebró algún vaso
en la memoria,
tembló mi carne:
sintió aproximarse la hora
de la siega.
Y era ella
quien afilaba su guadaña
sobre nuestro común destino
mutilado.
Era ella,
la amante despechada,
la dama negra e insolente,
quien te llamaba por tu nombre.
Y nosotros
disparando misiles de juventud
sobre el vacío,
como queriendo
limpiar el cáncer de su eco
en el intento inútil
de postegar la eternidad.

Te sigo, querida poeta. Este trabajo lleva en tu magnífico estilo referencias simbólicas muy humanas. Duele, impera, agoniza para volverse fiero en su final relevante.

Aplausos muchos, felicitaciones y gracias por compartir.

Abrazos.

Gracias, Hallie, por ese apoyo y calor que siempre brindas. Eres un estímulo para mí, para todos nosotros. Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Excelente esta forma de contar poetizando, Rosa.

Enhorabuena
Un beso grande
Ana

[Rosa Marzal]

Querida Rosa, produces un sentimiento unico con tus poemas. En este, ese interlocutor frio y desalmado del telefono, al que no podemos implorar una respuesta y que se convierte en perfil tangible de las distancias. Siempre un placer y un descubrimiento.
Un beso y gracias por compartir

Gracias a ti, por llegar a mis versos y dejarme tu amable comentario. Un abrazo, Ventura.

[C.P. Fernández]

Siempre es un placer abrir una ventana tuya y disfrutar de tu maravillosa voz, Rosa. Me ha encantado.

Un abrazo.